Kill ’Em All (III)

La estrategia de los directivos de Citigroup en contra de los mexicanos de Banamex y, en particular, de Manuel Medina Mora, está generando la reacción contraria a la que pretendían causar, al menos en territorio nacional.

El puritanismo inaceptable con el que están asumiendo los presuntos fraudes y la campaña de comunicación deleznable en contra de los mexicanos que trabajan en Banamex, no está dando los resultados debidos.

El caso de Oceanografía no fue una política de la administración del banco. Las investigaciones que ha realizado hasta el momento la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (que desde abril emitió opinión de delito) y cuyas multas se oficializaron el miércoles y han sido pagadas por el banco, no han revelado ningún indicio de otros casos similares.

Se trató de una acción única como ha establecido la investigación de la autoridad tras la denuncia de Banamex (que no de Citigroup o la CNBV) de un caso aislado en el cual ciertamente hubo complicidad y omisiones de funcionarios del banco y de Oceanografía que desde abril están sujetos a investigaciones penales.

Si hubiera otro indicio seguramente Michael Corbat y quienes están atrás de la campaña mediática ya lo habrían gritado de una manera escandalosa en su intento de dañar la reputación de los funcionarios de Banamex, institución de la que son socios mayoritarios y de sus funcionarios.

De hecho, parecería que lo único con lo que se han topado es con un presunto fraude en una subsidiaria del banco que no da servicios financieros. Ni Corbat ni ningún funcionario de Citigroup como los que estuvieron atrás del comunicado de prensa, en el cual se desgarran las vestiduras, es autoridad competente ni en Estados Unidos ni en México como para determinar que hay un fraude.

Pueden haber encontrado irregularidades u operaciones que les parecen constitutivas de fraude y deben dar vista a la autoridad para que sea un juez quien determine la culpabilidad o no de los implicados.

Ayer mismo la Procuraduría Fiscal de la Federación y el Banco de México hicieron precisiones muy importantes al señalar que no se trata de una empresa que tenga implicación con la prestación de servicios financieros y dieron vista a la Procuraduría General de la República para que investigue el presunto fraude, así como el espionaje que acusa Citigroup.

En este último punto no explican a quién espiaban. Los lanzadores de campañas no dan explicaciones para que los huecos sean llenados con lugares comunes.

Citigroup no señala a quién supuestamente espiaba la empresa de seguridad. ¿Era a los funcionarios del banco o a las autoridades financieras mexicanas? ¿Se trataba de una guerra entre mexicanos y estadunidenses?

Obviamente los funcionarios del banco de Estados Unidos no pretenden dar explicaciones, puesto que se trata de una campaña de desprestigio en la cual sólo Corbat se da golpes de pecho tan ridículos como evidentes en su campaña para quedarse con el poder del banco y libre de mexicanos.

Reacciones

Quienes estuvieron el miércoles en la despedida de Javier Arrigunaga como presidente de la Asociación de Bancos de México tuvieron la oportunidad de comprobar que para Luis Videgaray y Agustín Carstens, secretario de Hacienda y gobernador del Banco de México, respectivamente, este hombre mantiene el alto prestigio que ha tenido durante toda su carrera, primero como servidor público y, luego, en la iniciativa privada.

De hecho, no descarte reacciones negativas por parte de la autoridad mexicana en la relación con Citigroup. Aquí los estadunidenses deberían hacer una lectura con más cuidado de la situación en México.

No estamos a mediados de la década de los noventa o los primeros años de este siglo en que la banca mexicana necesitaba un rescate. Hoy tenemos uno de los tres sistemas financieros más sólidos del mundo, tanto por sus regulaciones como por los índices de capitalización.

Citigroup ha mejorado su posición financiera gracias a las utilidades que ha obtenido en México donde, por mucho, tienen una de las operaciones más rentables.

Seamos claros, si no les gusta, pues que vendan su participación en Banamex. No faltarán inversionistas nacionales y extranjeros que se podrían quedar con este banco.

Si esto llegara  pasar, ¿qué explicación daría el puritano Corbat a sus accionistas internacionales?

Seamos especialmente puntuales. Citigroup necesita a Banamex más que México necesita a Citigroup. En un extremo teórico. Supongamos que cerraran su operación en México convencidos de la mentira de que los mexicanos somos intrínsecamente corruptos (en Citigroup sí se orquestaron fraudes la década pasada). No generarían una crisis sistémica y el resto de los competidores podrían rápidamente asumir una participación de mercado que, por cierto, se ha ido perdiendo por las disputas entre los directivos de Citigroup y Banamex.

Los asistentes a la comida también pudieron comprobar que la reputación de este hombre no fue lastimada entre sus pares. Como le informamos en esta columna, el mismo viernes 4 de octubre Arrigunaga ya había recibido por lo menos un par de ofertas de empresas privadas, las cuales evaluará con calma, tal y como señalamos en esta columna el lunes siguiente. Mucho más temprano que tarde este hombre estará en el sector empresarial.

A Corbat y quienes están atrás de esta guerra puritana les debe quedar claro que están generando una reacción que podría costarles mucho más que el trabajo.

Aniversario

Sherwin Williams, que dirige en México Víctor Leal, cumple hoy 85 años de operaciones en el país. Esta empresa es líder en recubrimientos para la industria petroquímica y con una creciente participación en el sector de recubrimientos arquitectónicos.

De hecho, la firma cuenta con certificados de empresas propiedad del Estado, Comisión Federal de Electricidad y Pemex, como empresa socialmente responsable. La compañía ha puesto particular énfasis en desarrollar productos amigables con el medio ambiente para industrias como la hotelera y la de hospitales.

Dudas

Cada vez son más las dudas que hay sobre la banda de 700 Mhz. Como le hemos narrado en esta columna desde hace más de una semana, hay un importante desencuentro entre Hacienda y Comunicaciones y Transportes, el cual ha obstruido el avance de una red que debe arrancar este mismo año. Parecería que son muchos más los caprichos que las razones.