El arte de crear un negocio social

Los pueblos indígenas de México enfrentan diversos retos día a día que se fortalecen si se trata de perspectiva de género, trabajo y migración
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Los pueblos indígenas de México enfrentan diversos retos día a día que se fortalecen si se trata de perspectiva de género, trabajo y migración. Foto: Flor de Mayo
Los pueblos indígenas de México enfrentan diversos retos día a día que se fortalecen si se trata de perspectiva de género, trabajo y migración. Foto: Flor de Mayo

CIUDAD DE MÉXICO.- Los pueblos indígenas de México enfrentan diversos retos día a día que se fortalecen si se trata de perspectiva de género, trabajo y migración.

De acuerdo con datos de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) al año 2000, en los tres grupos de población presentes en los hogares indígenas entre los 20 y 44 años existen más mujeres que hombres, fenómeno relacionado con la mayor propensión a migrar de éstos últimos.

De hecho la migración es una práctica generalizada entre la población indígena, pues 12.4% declaró en 2000 no residir en el lugar donde nació.

En tanto, algo más de la mitad de la población indígena de 15 años y más es económicamente activa (52.6%). En el caso de las mujeres, para todos los grupos de edad son más participativas aquellas no hablantes (33.7%) respecto a quienes hablan lengua indígena (28.8%).

Si se trata de trabajo, el sector primario es la principal fuente de sus ingresos. El 82% de la población indígena que es económicamente activa está ocupada y se desempeña fundamentalmente en este sector de la economía, el cual concentra al 43% de los ocupados indígenas; en el sector secundario se ocupa el 22% y en el sector de servicios se desempeña el 35 por ciento.

En cuanto al ingreso por producto del trabajo declarado por los ocupados indígenas pocos son los que tienen una situación mínima aceptable, compatible con el acceso pleno a satisfactores fundamentales; 25 indígenas ocupados de cada cien no recibe ingreso, 56 de cada cien recibe hasta dos salarios mínimos mensuales y solamente 19.4% recibe más de dos.

Ante condiciones como pueblos con mayor número de mujeres o mujeres solas y bajos o nulos ingresos, cuatro jóvenes del Tecnológico de Monterrey descubrieron desde la preparatoria lo que los indígenas “sufren para sobrevivir”.

Al entrar a la universidad, nos dimos cuenta del potencial que tenían sus artesanías, y decidimos usar todo lo que habíamos aprendido para generar un negocio que trajera beneficios para todos”, declararon los emprendedores en el sitio de Fondeadora.

Flor de Mayo es el resultado de ese “despertar” de un sector de la sociedad. Ahora este proyecto es una empresa social que produce camisas artesanales en las que se combina la artesanía tradicional indígena con diseño textil moderno y materiales de alta calidad.

Las más de 40 artesanas que trabajan actualmente en este proyecto ganan hasta tres veces más que antes, aumentando el ingreso familiar en más de 50%, de acuerdo con datos de los emprendedores.

Flor de Mayo –declararon los emprendedores– se siente listo para escalar su modelo e impactar a una porción de más de 1.8 millones de mexicanos que se dedican a la artesanía. El plan a corto plazo es involucrar a las 125 artesanas de la comunidad de Naupan, en Puebla, donde trabaja actualmente el proyecto, para continuar con las 825 artesanas que hay en comunidades aledañas. Una vez que su producto esté posicionado y colocado en los principales puntos de venta, Flor de Mayo espera crear proyectos similares en comunidades de otros estados.

Dinero en Imagen platicó con José Miguel Cruz, cofundador de Flor de Mayo, quien comentó que al descubrir que la vocación de esa comunidad es el bordado y el textil, lo siguiente fue potenciarla, al darles mejores materiales, un mejor diseño y un mejor corte para que la gente “realmente se pusiera las prendas y no fuera una compra de caridad”.
 

Las tradiciones, presentes en los negocios

Es difícil llegar a un punto en donde se le pague mucho a la artesana (ya que) hay un tema de género (en la comunidad). Ella no puede ganar mucho más que su marido (por lo que) es muy difícil que se acepte", dijo.

Sin embargo, explicó que aunque no se puede avanzar más en el pago, las artesanas reciben por el trabajo que hacen y las horas que le dedican un 30% más de lo que gana su marido.

Flor de Mayo tiene dos líneas en las que basa su modelo de negocio:

  • Su marca se encarga de desarrollar una línea de camisas dirigidas a un público entre 20 y 35 años y otra para personas entre 30 y 50 años, las cuales se distribuyen a través de boutiques y su página de internet.
  • Otra de sus líneas se encarga de hacer alianzas con marcas y diseñadores para que ellos incorporen el bordado o el textil indígena en sus creaciones.

 

*livm

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