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CIUDAD DE MÉXICO.- Un hombre que dice haber sido entrenado en la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) revela algunos detalles del tratamiento que se le ha dado a la enfermedad en algunos centros hospitalarios de Estados Unidos.
El trabajador señala que la gente está aterrorizada porque sabe que no se puede destruir y lo único que se puede hacer es tratar de desviarlo.
Asegura que el entrenamiento que se le está dando a enfermeras o médicos en Estados Unidos es deficiente, ya que muchos se basan en un curso rápido de 10 minutos por medio de un folleto o bien de un video, lo cual considera que no es suficiente.
Para empezar se debe revelar que los trajes que se deben usar para tratar a un paciente con ébola o un caso sospechoso de la enfermedad son sumamente incómodos, se requiere además del traje, botines, mínimo dos capas de guantes, capucha y un respirador.
El traje limita su capacidad de visión, la visión periférica casi desaparece, los trajes son calientes al grado de ser casi insoportables.
El respirador proporciona un aire limpio, pero no es aire fresco, los trajes están hechos para la protección de las personas, no para su comodidad.
Incluso antes de entrar a un traje de este tipo, se le deben tomar los signos vitales al personal médico que lo portará y no debe permanecer dentro de el por más de media hora, sin tomar un descanso ya que un golpe de calor podría presentarse en este punto.
El personal además debe estar perfectamente hidratado y permanecer tranquilo, señala el hombre que dice conocer los detalles de la forma en que se aísla al personal contra el ébola.
Asegura que los signos vitales deben volverse a tomar una vez que se quite el traje, ya que el desgaste puede ser tan grande como si se hubiera corrido un maratón.
En cuanto a la enfermedad asegura que no se encuentra en el aire, no es como la gripe u otro padecimiento que se propague por un estornudo o la tos.
El ébola vive en los fluidos corporales de los pacientes, es decir en el vómito, la diarrea, la saliva, el moco, sudor, lágrimas, leche materna, orina o en el semen.
Para concluir señala que uno de los más grandes errores del personal médico y que provoca infecciones, ocurre cuando se retira el traje aislante.
El traje no puede ser quitado por uno mismo, otra persona debe hacerlo, de preferencia debe ser desechado con base en los protocolos indicados y si es reutilizado tendrá que ser perfectamente esterilizado.
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