Jesús Alberto Cano

Colegio Nacional de Economistas

Jesús Alberto Cano

27 Oct, 2014

Inminente normalización de la política monetaria de EU; tenemos instrumentos de defensa entre emergentes

Según calculan expertos bursátiles, el peso podría llegar a niveles cercanos a 14 unidades por dólar en las siguientes semanas, debido a la persistencia de movimientos volátiles relacionados con la inquietud que existe sobre la política monetaria de Estados Unidos y la debilidad de la economía mundial.

El nerviosismo se acentuará en la medida que se acerque la reunión de política monetaria del Banco Central de Reserva de EU, misma que está prevista para el miércoles de la próxima semana. Además, China, Japón y especialmente la eurozona están mostrando signos de debilidad, que podrán afectar la volatilidad y a México.

Hoy, una de las preguntas más críticas que se hacen en los mercados financieros es: “¿Cuál puede ser el impacto en las economías emergentes cuando la Reserva Federal de Estados Unidos modifique su política monetaria?”.

No podemos olvidar que hemos estado viviendo un periodo de expansión monetaria sin precedentes en el que Estados Unidos ha mantenido su tasa de interés de fondos federales, determinada por su Banco Central, a niveles cercanos a cero; y que eso ha durado casi seis años. Por ello se anticipa que cuando dicha tasa comience a aumentar, se pueden presentar salidas de capital desde los países emergentes.

Para México puede ser importante, porque el país ha recibido una cantidad elevada de flujos de inversión de portafolio en los últimos años; y en episodios previos de endurecimiento de la política monetaria en Estados Unidos, nos han resultado en crisis financieras. Pero hoy los fundamentos macroeconómicos en México están mucho mejor que en el pasado.

Por ejemplo, el país tiene una posición fiscal sólida; la deuda pública como porcentaje del PIB es de alrededor de 40%; y en estructura, la proporción de la que vence en el corto plazo representa menos de 30% de las reservas internacionales del país.

Por su parte, el subsecretario de Hacienda y Crédito Público, Fernando Aportela, sostuvo que México tiene “un andamiaje desde hace muchos años para enfrentar la volatilidad, de la que ningún país en el mundo está exento”. “En México tenemos finanzas públicas robustas, un tipo de cambio flexible, un nivel de reservas internacionales y línea de crédito flexible del Fondo Monetario Internacional (FMI), que ayudan a absorber choques externos de la economía real.”

Sostuvo que este año, México está protegido de las disminuciones del precio internacional del petróleo, por el andamiaje a nivel del gobierno de la República “para enfrentar la volatilidad de los precios. Las coberturas petroleras, para 2014, se compraron a un nivel de 81 dólares por barril, y también contamos con un fondo de estabilización de ingresos petroleros que permite cubrir faltantes por ese concepto.”

Pero al otro lado del Atlántico tenemos a un grupo de aliados comerciales que pueden causar problemas serios para las economías de este lado, porque, de hecho, la deuda mantiene hundida a Europa.

Durante 2013, el déficit público de la eurozona registró un nivel de 2.9%, como proporción del Producto Interno Bruto (PIB), cuando en 2010 fue 6.1%, mientras la Unión Europea pasó de 6.4% de superávit a 3.2%. El año pasado, sólo Luxenburgo (con 0.6%) y Alemania (con 0.1%) presentaron superávits públicos como porcentajes del PIB.

Mientras, en sentido contrario, diez países miembros rebasaron el criterio del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, de un déficit de tres por ciento con relación al PIB, para considerarse un valor excesivo. Eslovenia (14.6%), Grecia (12.2%), España (6.8%), el Reino Unido (5.8%), Irlanda (5.7%), Croacia (5.2%), Chipre y  Portugal (ambos con 4.9%), Francia (4.1%), y Polonia (4.0%)

Ante ello, Europa está fuertemente endeudada y en aprietos porque, con el crecimiento alemán tambaleándose, la eurozona corre el riesgo de entrar en una tercera recesión desde 2008, y de ese modo, materializarse el terrible riesgo de la deflación. De ahí que el que las instituciones no presten y contribuyan con la recuperación económica, genera un intenso debate.

Gran parte del problema es la escasez de crédito, porque, pese a que las tasas de interés están en mínimos históricos y a que el BCE haya anunciado programas para inyectar liquidez a la banca para que estos, a su vez, los transformen en créditos para las familias y las empresas. Sin embargo, la estrategia no funciona:

Los bancos no prestan, el crédito se deprime, el consumo y la inversión permanecen estancados y la ansiada recuperación económica no se materializa.

Ante ello, el BCE quiso tener un diagnóstico sobre la salud financiera de la Banca y acometió una intensa labor de auditoría que duró un año. En ella, su trabajo fue doble: Por un lado, examinar los niveles de capital de cada uno de los bancos; la calidad de sus préstamos; el valor de sus garantías; los niveles de provisiones para cubrir potenciales pérdidas, etcétera.

El resultado de la auditoría es crucial para que la banca europea recupere la confianza que ha perdido frente a los inversionistas, no obstante que algunos bancos no aprueben y sean suspendidos. Es fundamental que desde una posición más fuerte la banca pueda regresar al mercado de crédito.

@acanovelez

 

 

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