Marielena Vega

Estrategia de negocios

Marielena Vega

30 Oct, 2014

El “pero” en mensajería y paquetería

Es preciso que México insista a Estados Unidos para que autorice que la inversión mexicana concurra y preste servicios de mensajería y paquetería en ese país, bajo el principio de “Trato Nacional” y plena reciprocidad, y se logren oportunidades justas para competir en condiciones de igualdad, lo cual debe quedar claramente asentado en el convenio bilateral aéreo, en cumplimiento de la ley para la aprobación de tratados internacionales en materia económica.

De lo contrario seguiremos viendo solicitudes como la más reciente. Resulta que las empresas estadunidenses de mensajería y paquetería pretenden que, al amparo del Convenio Aéreo Bilateral entre ambos países, se les faculte para entregar envíos aéreos de carga entre aeropuertos de ambos en el domicilio final por vía terrestre.

Situación que está muy alejada de lo que hace dos años se firmó en ese convenio, el cual por cierto se revisa periódicamente, y México aceptó hace años que la carga internacional con destino a alguno de los dos países podría contratarse con sus clientes, cubriendo incluso en el precio del envío el “tramo aéreo y terrestre” hasta su destino final, siempre y cuando, el tramo terrestre se subcontrate con un tercero autorizado para operar transporte terrestre en el país del destino.

No obstante, los grandes couriers globales de mensajería y paquetería, como los estadunidenses FedEx y UPS (que tienen más de 70% del mercado norteamericano) operan carga en mensajería y paquetería internacional vía aérea e incluso la entregan a sus destinatarios finales en México, con autotransportes propios y permisos mexicanos del giro.

Lo cual, por cierto, es un trato discriminatorio contra empresas mexicanas, ya que en el vecino país del norte a las mexicanas no se les otorga reciprocidad, aun cuando las estadunidenses tienen permisos de mensajería y paquetería y transitan en México vía terrestre.

Hay que recordar que en el TLCAN firmado por México, EU y Canadá se acordó, a tres años de la firma, que inversionistas de los tres países podrían prestar servicios transfronterizos de transporte terrestre en Norteamérica; además, México aceptó abrir a la inversión extranjera los servicios de mensajería y paquetería, reservando a inversionistas nacionales el transporte terrestre de cabotaje.

Sin embargo, antes de cumplirse el plazo de tres años, el secretario de Transportes de EU decidió que el compromiso asumido con territorio nacional en transporte fronterizo no se cumpliría, obligando a México a pedir la instalación de un “panel” de controversia, que falló unánimemente a favor de México en 2001.

No obstante, EU ha adoptado programas “piloto” para el transporte transfronterizo, y se reservó la aprobación de las empresas mexicanas elegibles.

No obstante, el pasado 29 de marzo de 2011 se expidió el Reglamento de Paquetería y Mensajería, que si bien desde los años 80 varias empresas extranjeras ya ofrecían el servicio en México, ello se aceptó con el compromiso de impulsar las negociaciones con autoridades de Estados Unidos para que empresas mexicanas pudieran operar en su mercado.

Hasta la fecha, las condiciones en las que se desarrollan las empresas mexicanas y estadunidenses de mensajería y paquetería no están en la misma tesitura. Se dice que el tema vuelve a la mesa de análisis. Ojalá que así sea.

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