Darío Celis

Tiempo de negocios

Darío Celis

31 Oct, 2014

Buscan gobierno e industria automotriz desarrollo de proveedores Tier 2 y Tier 3

México ya es el octavo fabricante de vehículos del mundo con 2.9 millones de unidades producidas al año y el exportador número cuatro con más de 2.4 millones de vehículos colocados principalmente en el mercado estadunidense.

Sin embargo, existen en este sector retos que aún no se han superado relacionados con la cadena de suministro que las armadoras deben desarrollar para asegurar que los niveles de producción alcancen a cubrir la creciente demanda que representa el mercado automotor internacional.

General Motors México, que preside Ernesto Hernández, comprará este año a proveedores establecidos en el país 14 mil millones de dólares, lo que representa un crecimiento de 16% con respecto a los 12 mil millones de dólares que la armadora compró en 2013.

El monto coloca a GM entre los principales compradores de la economía nacional, muy cerca de Walmart, que preside Scot Rank, y como el comprador número uno de la industria automotriz, muy por arriba de Nissan, que lleva Airton Cousseau; Volkswagen, de Andreas Hinrichs; Ford, que comanda Gabriel López, y Chrysler, que capitanea Bruno Cattori.

Ese mismo volumen de compras coloca a México, junto con Estados Unidos, como uno de los dos principales centros de suministro de componentes automotrices en el mundo para General Motors y con muchas posibilidades de seguir creciendo.

Y es que las transacciones realizadas aquí por la armadora presidida mundialmente por Mary Barra y cuya sede está en la ciudad de Detroit, representan ya 16.4% de las compras que la compañía realiza a nivel global.

En el país se compran más de 190 mil números de parte y se sabe que del total de componentes adquiridos sólo 40% se emplea para la producción local, mientras que el resto se exporta para contribuir en la producción de otros centros de manufactura ubicados en las regiones de Norteamérica, Sudamérica, Europa y Asia.

Entre los proveedores locales de esta industria destacan grupos como Bocar, de Marcos Baur; Delphi, de Sergio Aguilar; GKN Driveline México, de Fidel Otake, y Hella Automotive, de Ignacio Moreno, que si bien no son todos de origen nacional sí están establecidos aquí y generan en conjunto unos 105 mil empleos y tributan ante el SAT, de Aristóteles Núñez.

Sin embargo, esta base de alrededor de 550 proveedores nacionales, catalogada por la industria automotriz como nivel Tier 1, compran a su vez suministros para su producción a empresas más pequeñas, que se denominan proveedores Tier 2 y Tier 3.

Los Tier 1 entregan directamente a la armadora de manera preponderante suministros como componentes eléctricos, arneses, partes estampadas y partes interiores del vehículo. Y es en esta parte de la cadena, los proveedores de los proveedores, en la que se puede crecer mucho.

Números de ProMéxico, que dirige Francisco González, indican que a diferencia de lo que sucede con los Tier 1, en los niveles 2 y 3 de proveeduría se importa hasta 71% de los materiales para fabricar componentes, como resultado de una todavía incipiente integración de empresas, que en un porcentaje importante de los casos se trata de pymes.

En suma, el caso de GM es un ejemplo de cadenas productivas, pues con el apoyo de sus proveedores la armadora registró en 2013 un crecimiento promedio de 5% en las áreas de producción. Para 2014 se esperan números alentadores, ya que en el primer semestre de 2014 se han logrado producir en el país 355 mil vehículos, 600 mil motores y 496 mil transmisiones.

No obstante, tanto las armadoras como los diferentes niveles de gobierno en el país, están conscientes del dinamismo que debe lograr la proveeduría mexicana en los niveles más básicos, pues el desarrollo de este rubro consolidaría a México en los próximos diez años como una de las principales capitales del mundo automotor.

IAMSA integra

Tras su retiro de la licitación del Tren Rápido México-Querétaro, le adelanto que Grupo IAMSA ya se apresta a ir con todo por la operación del Tren Interurbano México-Toluca. El equipo de Roberto y Arturo Alcántara está armando un consorcio robusto. Apunte a las españolas Indra, que comanda Javier Monzón, y Azvi, que capitanea Manuel Contreras. La primera en todo lo que es boletaje electrónico y la segunda en la asesoría ferroviaria. Además sostiene negociaciones adelantadas con la francesa Alstom, que preside Cintia Angulo, para la operación y mantenimiento del tren, la parte fuerte del negocio. La convocatoria saldrá en dos semanas máximo. Hoy por lo pronto se va adjudicar el contrato de proveeduría del material rodante donde precisamente Alstom con OHL, la de José Andrés de Oteyza, son de los principales contendientes.

Quería Mítikah

Le decía que en materia inmobiliaria no hay que perder de vista a Antonio del Valle Ruiz. El financiero se asoció con el arquitecto Javier Sordo Madaleno para desarrollar la Torre Reforma Colón en los terrenos que eran de Santander Global Property. Pero fíjese que hace unos seis meses Del Valle quiso comprar el proyecto de la Torre Mítikah, éste que ya no pudo sacar adelante Grupo Ideurban de David Serur. Se sabe que el dueño de Cementos Fortaleza, Mexichem y el Banco Ve por Más estuvo negociando con Prudential para asumir el desarrollo de esa torre de 60 pisos en el sur de la Ciudad de México, cuyo diseñó hizo el afamado César Pelli. No llegaron a nada. Del Valle también se quedó con la Torre Reforma 90 que era de Bosco Gutiérrez Cortina.

Va Microsoft

Tras la compra de Nokia, la novedad es que Microsoft ya se apresta a entrar fortísimo al mercado de dispositivos móviles de bajo costo en México. Le adelanto que la compañía dirigida aquí por Juan Alberto González va a introducir el mes próximo smarphones con precios de entre mil y dos mil pesos, lo que ensanchará de forma considerable un mercado que hasta ahora era de Apple y Samsung. Malas noticias para esas firmas dirigidas aquí por Eleonora Casas y Javier Choi, respectivamente, que ya tenían presión de Alcatel One Touche, la de Javier Gómez, controlada por la china TCL Communications con productos que rompieron la barrera de los tres mil pesos.

Golpe a AMIIF

Resulta que en Genzyme, la filial de Sanofi especializada en biotecnológicos y medicinas huérfanas, causó baja Víctor Anaya. No fue la mejor noticia para la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF). El directivo era su candidato para suceder a Dagoberto Cortés en la presidencia de la Canifarma en marzo próximo. Es un acuerdo entre laboratorios la rotación de esa posición. Un periodo le toca a un representante de una compañía mexicana encajada en la Anafam y otro a uno de los transnacionales agrupados en AMIIF.

 

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