José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

6 Nov, 2014

Crudo cae, entran amortiguadores

La película de terror la hemos visto otras veces: la caída del precio del petróleo nos afecta las finanzas públicas y, al final, el gasto público.

Tenemos petrolizados 32% de los ingresos públicos. Y ante la caída del precio del petróleo que llevó ayer a la mezcla mexicana a cotizarse a la baja, en 75.11 dólares el barril, sí existen amortiguadores. ¿Serán suficientes? Esperemos. Aunque debemos enfatizar que el gasto público de este año, 2014, está totalmente cubierto, ya que el petróleo se vende con seis meses de adelanto.

2015, cobertura
debajo de 60 dls

El problema viene con el Presupuesto 2015, que aunque se redujo la estimación del precio de la mezcla mexicana de 82 a 79 dólares el barril, sería catastrófico tener que empezar el 2015 con un ajuste en el gasto.

Por eso el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, habló de utilizar la cobertura petrolera si la mezcla mexicana cae por debajo de los 60 dólares el barril.

México negocia una de las coberturas más grandes y sofisticadas del mundo petrolero.

Un primer amortiguador frente a la caída de los precios del petróleo es la cobertura.

En este momento está negociando la de 2015, y desde luego Hacienda no revela el monto al que quiere contratar. Pero sí hemos ganado en una cultura del seguro de ingresos petroleros con las coberturas, que se realizan desde hace más de dos sexenios.

Fondo de Estabilización
de Ingresos Presupuestarios

El segundo amortiguador que puede echarse a andar si faltan los ingresos petroleros, es el del Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios. 

Ahí existen 40 mil millones de pesos, nada despreciables, que se fueron formando por los ingresos excedentes que entraron al vender el hidrocarburo en estos años.

Las reglas para repartir esos recursos son claras. Van a ser para el pago de deuda o para el Fondo Nacional de Infraestructura, el Fonadin.

De hecho, este Fondo viene a sustituir el otrora Fondo de Estabilización de los Ingresos Petroleros.

Dichos recursos pueden accionarse si se carece de recursos provenientes del petróleo.

Tercer amortiguador,
el tipo de cambio

El tercer amortiguador frente a la caída de los precios del crudo es el tipo de cambio flexible.

El contar con un tipo de cambio de libre flotación hace que en momentos de crisis energética, como es la posible guerra de precios del petróleo, el peso mexicano se vea afectado.

Es curioso: Si el peso pierde valor, el dólar lo gana y, por lo tanto, los ingresos petroleros que se reciben en dólares pero se utilizan en pesos se ven mejorados.

Para muchos, ésta es una argucia cambiaria. Pero puede funcionar en momentos de crisis.

Quitan secreto fiscal para
Fondo del Petróleo

La crisis del precio del petróleo se da en momentos donde las finanzas públicas están adecuándose a la nueva Reforma Energética.

El subsecretario de Ingresos de Hacienda, Miguel Messmacher, nos comentaba sobre la constitución del Fondo Mexicano del Petróleo, el cual va a recibir a los ingresos provenientes de Pemex (con la Ronda Cero), pero también de los contratos privados que vengan.

Para ese dinero hay un dato importante: no habrá secreto fiscal.

Todos podremos conocer el dinero que está entrando al Fondo Mexicano del Petróleo, lo cual es un avance en la necesaria transparencia de las finanzas públicas.

Además, se estará adecuando el Régimen Fiscal de Pemex, para dar un periodo de transición de cinco años a las finanzas públicas que todavía hoy siguen dependiendo en una tercera parte de los ingresos petroleros.

Videgaray y Zedillo:
la inseguridad afectó

Es positivo que el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, en el foro de The Economist, diga que la inseguridad, y en particular los 43 jóvenes de Ayot-zinapa, cambiaron la imagen de México. Es importante este reconocimiento.

La economía mexicana ha logrado las reformas estructurales que no pudo tener en más de 15 años, pero la inseguridad puede nublar estos alcances.

Sin seguridad no tiene un clima inversor. Tampoco de generación de empleos. La actividad comercial se ve mermada. Y, al final, lo más importante, los ciudadanos no pueden realizar sus actividades.

Los desaparecidos de Ayot-zinapa pusieron en la mesa una realidad: la inseguridad sí afecta la economía.

Ayer mismo el expresidente Zedillo, al participar en la mesa de Banorte, señalaba que lo más importante para México es hacer cumplir el Estado de derecho. Para ello hay que invertir en capacitación de capital humano, recomponer las instituciones y todo ello cuesta dinero: hay que erogar varios puntos del PIB, dice Zedillo.

Quizá tenga razón.

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