José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

7 Nov, 2014

Coneval en peligro; Senado tiene la palabra

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) ha ganado credibilidad.

Gracias al Coneval sabemos el reto de la pobreza, y sabemos que las cifras son ciertas. Precisamente ayer daban a conocer con transparencia su metodología para medir la pobreza y los datos públicos del INEGI utilizados.

Sin embargo, ahora los legisladores quieren elegir de manera partidista a los consejeros del Coneval. ¿Para qué?

México Evalúa: riesgo de partidización

México Evalúa, una organización dedicada a las propuestas de políticas públicas, focalizó el riesgo de la reforma legislativa: partidizar al Coneval.

Los diputados aprobaron una ley secundaria el 28 de octubre. La finalidad de la nueva ley era buena: separar al Coneval de la Secretaría de Desarrollo Social y así permitirle una evaluación imparcial de las políticas sociales.

Sin embargo, hay un riesgo enorme de cómo quedó la ley secundaria: cambiar la autonomía del Coneval, que ha llevado bien el secretario ejecutivo del Comité Directivo, Gonzalo Hernández Licona, y sustituirlo por un Consejo General y un Comité Técnico.

Con la nueva ley, la Cámara de Diputados, es decir, los partidos políticos, tendrían el poder de nombrar a los consejeros y su secretario ejecutivo. Y se dejaría de lado a la Comisión Nacional de Desarrollo Social, que hoy en día lo hace a través de una convocatoria pública.

El riesgo de politizar al Coneval y hacerlo presa de cuotas de partidos políticos es enorme.

La ley secundaria todavía puede mejorarse en la Cámara de Senadores y desechar la partidización de los consejeros del Coneval, así como de su titular.

Consejeros deben ser técnicos

Nada menos ayer Gonzalo Hernández Licona, secretario del Coneval, dejaba en claro su postura: espera que la Cámara de Senadores sí apruebe los avances de la minuta, pero manteniendo la independencia y la autonomía técnica de los consejeros.

El principal atributo de los consejeros del Coneval es que sean técnicos, sin partidos políticos atrás y que sigan perteneciendo a distintas instituciones académicas.

Uno de los candados que sería positivo tener para ser consejero del Coneval es formar parte del Sistema Nacional de Investigaciones, así como participar en universidades con programas de calidad del Conacyt.

Transparencia en medición de pobreza

México es un país sumamente desigual. Y no tenemos duda de las cifras de la pobreza, donde 53.3 de millones de habitantes del país viven en la pobreza. Y de ellos, 11.5 millones de habitantes viven en pobreza extrema.

Estos datos provienen del Coneval, el cual utiliza las herramientas del INEGI.

En un afán por la transparencia, ayer el Coneval invitó a un taller abierto para conocer cómo se mide la pobreza y cómo utilizan los datos públicos del INEGI.

No hay maña. No hay partidización. Más bien lo que sí existe son cuestiones técnicas, y ello arroja resultados alarmantes en cuanto a la pobreza.

Ahí está el resultado de que hoy en día la mayoría de pobres en el país vive en las ciudades y ya no en zonas rurales, como por muchos años se pensó.

Señores senadores, SOS

Quitarle al Coneval su autonomía y su peso técnico para medir la pobreza y evaluar los programas sociales, sólo puede verse como un retroceso.

Esperemos que los senadores logren resarcir el error de elegir a los consejeros por cuotas partidistas, y más bien sigan siendo los atributos técnicos y académicos con base en una consulta pública, los que rijan la elección de los consejeros del Coneval. No más triquiñuelas de los partidos políticos.

Garantizan no molestar a taxis

Así o más proteccionista de los sitios de taxi.

Resulta que Rufino H. León Tovar, secretario de Movilidad del DF, ya le dijo a la empresa Uber y se lo dirá a Cabify que sus autos deben tener placas y concesión de taxi y los conductores deberán tener licencia tipo B.

Resultado: la autoridad protege a sitios de taxi, como por ejemplo, los del aeropuerto. Ahí no podrá llegar ningún chofer de Uber o Cabify por una persona, porque sólo los pueden transportar los sitios de taxi del aeropuerto.

Más bien valdría le pena que el señor H. León Tovar nos diga a quién pertenecen las concesiones de taxi, porque vaya que los protegen.

Y conste: estamos por la regulación de los coches de Uber o Cabify, pero no por la protección de malos servicios que ni siquiera dan factura como la mayoría de los sitios de taxi y ya ni se diga de los taxis de la calle.

El de Uber y de Cabify son negocios de privado a privado, ¿por qué deben tener todas las reglamentaciones de los taxis?

Es buen momento para ver de quiénes son las concesiones de taxi y regular a todos, sitios y privados, pero entendiendo los modelos de negocio de cada uno.

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