Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

11 Nov, 2014

Subirían tarifas portuarias para 2015

En el sector marítimo-portuario se prendieron las alertas por el anuncio que hizo Guillermo Ruiz de Teresa, coordinador general de Puertos y Marina Mercante, sobre la intención de la SCT de incrementar los costos por servicios portuarios para el primer trimestre de 2015.

Mire, es posible pensar en aumento de servicios, pero por alguna razón se ha dado un ligero estancamiento de comercio vía marítima, y están pendientes las inversiones para financiar 28 proyectos de infraestructura por un monto de cinco mil 606 millones de dólares, a razón de mil 400 por año en lo que resta del sexenio.

La medida, lejos de ayudar al sector en México, ahuyentará a las navieras que habitualmente escalan en los puertos del país, enviando la carga de transbordo a otros recintos y afectará el crecimiento del mercado de carga contenerizada, que está ligado al desarrollo de la economía nacional y de la región, por tanto, el aumento en las tarifas de servicios portuarios sólo obstaculizará los arribos de carga a México, ya que preferirán otros puertos de EU y Latinoamérica (Latam), como ya ha ocurrido en otras décadas, cuando Houston llegó a ostentar el lema de “el puerto más importante de México”.

La idea resulta poco alentadora para terminales, navieras y agentes económicos, ya que los incrementos involucrarán un cargo directo al comercio exterior, es decir, lo pagarán los consumidores finales. Si se pretende el aumento, lo más importante es que se considere cuánto cuestan los puertos con los que compite y no regresar a 1994, cuando era mucho más competitivo descargar en puertos de EU y traer las mercancías en camión.

La carga contenerizada sólo ha crecido 2.9% de enero a septiembre de 2014, con respecto al mismo periodo del año pasado de acuerdo con datos oficiales de la SCT, es decir, un aumento muy medroso, si se compara con la expectativa del gobierno de ampliar la capacidad instalada de los puertos a 500 millones de toneladas lo que requeriría crecimientos de 9.5% anuales.

Otro dato oficial es el estancamiento de la carga en general, que de enero a septiembre pasado se ubicó en 214 millones 704 mil 136 toneladas en todo el sistema de puertos, es decir, sólo tuvo un crecimiento marginal de 0.3% contra los primeros nueve meses de 2013.

En lugar de que los puertos se obliguen a manejar con eficiencia los volúmenes y ahorrar en costos, la iniciativa de aumento en tarifas será negativa porque encarecerá la infraestructura portuaria en un momento en el que se busca ofrecer servicios competitivos respecto a otros puertos de Latam. De avanzar este plan, inevitablemente la carga buscará arribar en otros puertos.

Pero eso no es todo, a escala mundial sólo 20 puertos, es decir, 4% del total, operan 50% de la carga contenerizada, mientras que la concentración está obligando a  replantear la oferta de la infraestructura portuaria para minimizar el riesgo de las inversiones.

El crecimiento portuario en capacidad instalada como en volúmenes de carga no está en correspondencia con las proyecciones del PND, prácticamente el coordinador de Puertos de la SCT, Ruiz de Teresa, quiere que pase en capacidad de siete a casi 12 millones de contenedores, pero para ello se requieren crecimientos anuales de 9.5%, pero difícilmente la política pública está apoyando dicha expansión.

De Fondos a Fondo

El viernes pasado, la CNBV no sólo autorizó al ICBC de China su operación comercial en México, sino también a Itau BBA, que encabeza Alberto Mulás en México, a abrir su casa de Bolsa para operar como intermediario activo y, a Grupo Financiero Inbursa, que lleva Marco Antonio Slim, para adquirir el Standard de Investimentos, que opera en Brasil, y tiene origen sudafricano, se espera que este jueves, durante la realización del Crédito Real Day, que organizan Luis y Eduardo Berrondo, la sofom reciba la autorización para convertirse en banco.

 El caso del consorcio Mareña Renovables parece cuento de nunca acabar o inversión que nunca se concretará. Y no se trata de una cuestión de voluntad, sino de hechos que para mal, apuntan a que cada día se aleja más este proyecto de energía eólica; pues de nueva cuenta se aplaza.

El fondo de infraestructura Macquarie México, que preside Jonathan Davis Arzac, puso en marcha un Fideicomiso de Certificados de Desarrollo de Capital (CKD), al cierre de 2009 con la clave de pizarra FIMMCK09 en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), dirigida por Luis Téllez, por tres mil 415 millones de pesos (mdp), teniendo como agente colocador a Casa de Bolsa Credit Suisse México, que dirige Charles Edward Pilliod Ellias.

A través de este vehículo de inversión, en marzo de 2011 adquirió Energía Alterna Istmeña y Energía Eólica Mareña, por mil 63.5 mdp, para integrar el consorcio Mareña Renovables, con la mira puesta en construir un parque eólico de 396 Mw en Oaxaca; el que, como le he venido informando, nomás no ha podido siquiera colocar la primera piedra. El motivo radica en la oposición de un grupo de ejidatarios que no permite el acceso a los terrenos en donde se construirá el parque eólico. Y como le he relatado, Mareña Renovables ya pagó impuestos estatales y municipales y hace años cubrió la renta a los indígenas ikojts (huaves) propietarios de las tierras donde se instalarán los aerogeneradores del parque eólico.

En febrero del 2012, Macquarie concluyó el financiamiento por el restante que tenía, anote usted ocho mil 885 mdp; y en ese mismo mes vende 33.75% de participación a Mitsubishi Corporation que globalmente preside Ken Kobayashi, y otro 33.75% al fondo de pensiones holandés PGGM que comanda Else F. Bos; para quedarse Maquaire con 32.5%. Bueno, ya tienen hasta quién les compre la energía que de generará, anote a la cervecera Heineken, que en México preside Marc Busain, con quien ya firmaron un contrato con vigencia de 20 años.

La historia no cambia, y la semana pasada, se volvió a aplazar el inicio del proyecto, ahora para el 30 de este mes. Considere que desde el inicio de 2012 se tenía todo listo para iniciar la construcción, y desde entonces se aplazado 11 veces.

 Y quien está muy pendiente de lo que suceda es Vesta WTG México, que dirige Adrián Katzew Corenstein, ya que es la que tiene el contrato para vender al consorcio 132 turbinas, así como la ingeniería, abastecimiento, construcción y puesta en marcha de la planta; y un contrato por diez años para dar servicio y mantenimiento… claro, nada más que exista la planta; lo que a juzgar por los hechos, no será este año.

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