Carlos Velázquez

Veranda

Carlos Velázquez

14 Nov, 2014

Una promoción racional en los mercados turísticos emergentes

El próximo año la Comisión Canadiense de Turismo (CTC, en inglés) cerrará su oficina en la Ciudad de México y dejará en su lugar una oficina de representación, que será operada por un tercero para seguir atendiendo a este mercado, pero reduciendo los costos.

De hecho Jorge Morfín, quien es director de la CTC en México, es uno de los participantes en la licitación para conseguir dicho contrato; lo que refrenda que su trabajo ha sido positivo, pues los viajeros cayeron por una situación exógena.

Se trata de la decisión del gobierno de Canadá de imponer la visa a los mexicanos debido a aquellas historias lamentables de los miles de compatriotas que defraudaron a ese país, tratándose de acoger al derecho de asilo con razones falseadas.

Así es que desde la creación de la CTC, uno de los organismos estudiado a finales del siglo pasado para la creación del Consejo de Promoción Turística de México (CPTM); los canadienses han cambiado su posición en varios mercados.

Desde mediados de la administración pasada, el CPTM comenzó a trabajar en diversificar sus campañas en varios mercados emisores, luego de que bajó la llegada de estadunidenses debido a los problemas económicos de ese país y a la imagen de inseguridad de México.

Claro que el CPTM nunca se retiró de los mercados emisores estadunidenses, lo que ahora está dando buenos dividendos.

En el camino ha habido hallazgos importantes como los mercados de Colombia, Rusia y Gran Bretaña que han mostrado evoluciones destacadas en los últimos tres años.

De hecho Colombia es el que más está creciendo con más de 25% en 2014 comparado con 2013 y las perspectivas siguen siendo muy positivas.

El problema que se ve en el corto plazo es el de Rusia, cuya llegada de visitantes prácticamente se ha estancado debido a hechos ocurridos este año.

Sus relaciones se han tensado tanto con Estados Unidos como con la Unión Europea y, en el camino, su moneda que es el rublo también se ha devaluado.

De forma coincidente este año el CPTM abrió una oficina en Moscú, lo que es probable que vuelva a tener una razón de ser en el mediano plazo aunque en el corto la situación se ha complicando.

Quizá, y en este contexto de diversificación, el organismo de promoción turística debería de explorar algunas opciones similares a las de Canadá.

Es cierto que de nada sirve iniciar un trabajo de promoción, contactos y presencia con la industria turística de un país, si al poco tiempo se da marcha atrás, pues resulta tanto como haber tirado el dinero a la basura.

En cambio parecería importante encontrar vías para responder racionalmente ante cambios drásticos en los mercados emisores.

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