Redes sociales, más allá de lo social

Recuerdo la época (lo cual demuestra cuán vieja soy) en que la frase “atender tus redes sociales” implicaba tomarse un café con los amigos un jueves en la tarde.

Tiempos aquellos. Hoy todo es mucho más complicado.

Facebook, Twitter, blogs, Linkedin, Youtube, Tripadvisor, Instagram…Wikipedia enlista más de 200 sitios de social media en los que las empresas pueden participar para darse a conocer y establecer una presencia.

Al parecer el día de hoy en el mundo de los negocios el punto de inicio de una empresa no es cuando tiene su acta constitutiva sino cuando tiene una cuenta de Facebook. Y aun cuando la presencia en estos medios es innegablemente importante (es más, creo que nadie se cuestiona si participar o no en ellos) muchos negocios hemos perdido el foco de lo que son las redes sociales.

A diferencia de las redes sociales de personas, las redes sociales empresariales no son un arma meramente social,  tienen que ser una herramienta de generación de ingresos ya sea porque generen directamente promoción de venta (leads) o como una herramienta de servicio (dudas, quejas, comentarios, presencia social) que indirectamente también genere ventas. La presencia en redes sociales tiene que redituar pesos y centavos en el bottom line.

Lo importante no es cuántos amigos tienes, sino cuán redituables son.

Ahora, pretender coordinar o llevar una buena presencia en redes sociales cuando, además, tienes la responsabilidad de dirigir un negocio es complicadísmo. Es un trabajo que requiere tiempo y dedicación y es fundamental hacerlo bien. Lo único peor a no tener una presencia en las redes sociales es tener una mala presencia en las redes sociales.

Aquí unos cuantos consejos:

Escoge las redes adecuadas. Es imposible participar en todas las redes sociales (al menos que tengas un área destinada directamente a ello). Elige las que más se adecuen al perfil de tus clientes actuales o del público objetivo que quieras alcanzar. Pocas redes para darles mucho.

Para cada red social desarrolla contenido exclusivo. Retwittear lo que pones en tu página de Facebook y después subir la misma foto a Instagram vuelve redundante y poco efectiva tu presencia.

Tus redes sociales son tu  imagen física y moral. No sólo en los logos y en los colores que usas. Vigila el lenguaje (ortografía, por favor), el humor y el contenido para que se adecuen a los valores que como empresa quieres denotar.

Todos los caminos llevan a tu website. Lo primero que las personas van a visitar si les gusta lo que ven en tus redes sociales es tu sitio web. Vigila que exista, funcione y esté actualizado.

No seas un anuncio con patas. Sí, es cierto que quieres vender, pero no tienes que volverte un merolico de las ventas. La gente va a dejarte de seguir. Sigue la regla del 80/20. 80 por ciento de lo que subes o publicas que sea información de interés (ligada a tu sector, industria o público) y el 20% anuncios o promociones.

No spamees a tus seguidores. Si ya tuviste la buena fortuna de conseguir los correos electrónicos por medio de tus redes sociales, ¡no abuses! Sigue la regla del poco y bueno y dale a tus suscriptores una opción fácil y a la mano para desuscribirse.

Tres palabras: diálogo, no monólogo. Las redes están hechas para ser sociales. Responde y atiende los comentarios que el público te hace en ellas.

Analiza la información. Utiliza las herramientas analíticas de tu sitio para ver qué tan redituables están siendo las redes sociales. ¿Cuántas visitas web o reales recibes por las redes sociales? ¿Cuántas oportunidades de venta generan? Analiza también los shares y los comentarios para saber cuál es el contenido que más aprecia la gente.

Ojo con la seguridad. Define claramente quiénes son los encargados de manejar las redes sociales para que ellos conozcan perfectamente bien los lineamientos a los que se tienen que apegar; cuida que las contraseñas y los accesos a estas redes estén guardados y cambien constantemente para evitar un mal uso interno o externo.

Si ves que las redes sociales son un área de gran importancia para tu negocio, considera contratar, interna o externamente, a un community o social media manager para que las maneje, pero siempre vigila que su desempeño esté ligado al éxito financiero que ellas te pueden dar.