Monotemático

Últimamente he escuchado un discurso que, a mi juicio, no tiene validez ni inspira confianza en quien lo plantea y desgraciadamente no tiene visos de mejorar a corto plazo.

Por supuesto, el tema único es diferente en cada caso de quien lo maneja y, por lo tanto, hace más difícil su credibilidad.

Ejemplos:

1.- “La corrupción es el principal problema nacional y hay que eliminarla”. Es obvio que tenemos innumerables casos de malos manejos y corruptelas a todos los niveles, pero lo grave es que ese tema lo utilizan unos para acusar a los demás y ellos se declaran “químicamente puros” y libres de toda culpa. Ese monotema gastado se diluye cuando los rivales le sacan los trapitos al sol al que lo emite, juzgando por las múltiples peleas entre políticos de varios partidos, grandes y pequeños, viejos y nuevos que hacen más difícil entender quién, si acaso, tiene la razón. En épocas turbulentas como la actual, sale a relucir la poca capacidad de autocrítica de muchos líderes y, a mi juicio, con pocas excepciones, ellos(as) salen mal librados y con muchos callos que les pisen. Lo grave es que no se oyen soluciones integrales, lógicas y los recursos humanos y financieros para reducir (imposible erradicar) la corrupción. Mucho ruido y pocas nueces.

2.-“Con la Reforma Energética estamos vendiendo nuestro país a los extranjeros”. El tema es muy socorrido por muchos líderes sin profundizar y analizar el estado real de ese rubro básico en el país y su relación con el entorno. Lo más lógico en vez de rechazar de tajo esta nueva ley, sería ver cómo nos estamos quedando rezagados en un  entorno decreciente de precios del petróleo a nivel mundial, con nuevos procesos de extracción en países como nuestro principal cliente, Estados Unidos, donde hay un fuerte impulso a volverse autosuficientes e incluso obtener el permiso del Congreso de ese país para empezar a exportar. ¿Y nosotros? Lo único que sé es que el panorama energético global es complicado y no tenemos recursos suficientes para competir con más reservas, además de que se usa demagógicamente ese tema para fines electorales.

3.- “La delincuencia organizada se eliminará mejorando sustancialmente los ingresos de los pobres y librándolos del crimen”. Si sólo fuera tan fácil el remedio a esta terrible enfermedad, países ricos como Estados Unidos y la Comunidad Europea estarían libres de delincuentes y drogas duras. La problemática del crimen es multifacética y abundan elementos de todas las clases sociales y educación, situación familiar e incluso sicológica. Los sicarios son los soldados más humildes, pero la jerarquía tiene todo tipo de personas. Afortunadamente hay una mayoría de personas de todos los niveles que tratamos de llevar una vida correcta y con valores y dársela a nuestros familiares guiándolos con nuestro ejemplo. No es justo ser tan simplistas.

4.- “México es un país fallido y no tenemos remedio”, este es el tema que más nos lastima a todos los que vivimos y queremos a este país. Es además totalmente falso y hay múltiples ejemplos de mexicanos que hacen un esfuerzo en todas las ramas productivas en miles de comunidades, en la educación y seguridad para que vivamos mejor. Hay millones de empleos estables, notables apoyos a la educación y a la salud (aunque son todavía insuficientes).  También millones de emprendedores y negocios de familias que, aunque golpeados injustamente por la delincuencia y autoridades corruptas vamos haciendo patria, con mayúsculas. No caigamos en los discursos monotemáticos y maniqueos.

El 21 de noviembre y el 1 de diciembre impartiré dos seminarios para dueños de empresas familiares en México DF.

Para más informes, nos pueden llamar al 55 5294 8407 y 55 5294 8633 o al correo irma.direccion@gmail.com.