Buen Fin cuando se necesitaba

El Buen Fin llegó cuando más se le necesitaba: en medio de  una economía deprimida, donde el consumo interno es precisamente uno de los componentes que menos ha podido despuntar.

Este martes terminó la cuarta edición de el Buen Fin. Los organizadores quieren tener toda la información recopilada en el CEESP (Centro de Estudios Económicos del Sector Privado) para dar cifras, pero todo hace indicar que se superaron dos metas.

La individual de gastar por persona más de 800 pesos. Y las ventas globales, que se esperan hayan llegado a los 200 mil millones de pesos.

Tiendas tímidas, otras de plano ni descuentos

Algunos comercios fueron tímidos en sus ofertas. Se mostraron con puntos para amarrarte a comprar en esas mismas tiendas.

Pero otras tiendas, como algunas departamentales, llamaron la atención por sus ofertas en muebles y electrodomésticos.

Sin embargo, el que siguió siendo el rey de las ventas de el Buen Fin fueron las pantallas digitales y algunos electrónicos.

Hubo de todo. Tiendas como El Palacio de Hierro o Liverpool que se metieron de lleno a los descuentos. Y otras que de plano no dieron nada. Fue el caso, por ejemplo, de Apple, confiada en su marca que decidió no hacer descuento a ninguno de sus aparatos de música, teléfonos o tabletas.

Sí estamos para un Black Friday

Otros fueron tímidos, como algunas marcas de ropa, pero por lo menos dieron tarjetas para puntos, lo cual no es lo mejor, porque te amarraron para seguir comprando ahí mismo.

Después de cuatro años haciendo el Buen Fin se puede ver que México está listo para hacer algo similar al Black Friday de Estados Unidos, donde para evitar los inventarios y cambio de temporada, los descuentos son mayores a 50 por ciento.

SAT: Habrá ganadores con reembolso

Debemos decir que el gobierno puso de su parte. En esta ocasión, el SAT (Servicio de Administración Tributaria) puso 500 millones de pesos para reembolsar a quienes salgan premiados.

El reembolso puede ser hasta por diez mil pesos. Por eso es importante conservar el ticket.

Podrán ser alrededor de 150 mil personas las beneficiadas por el reembolso.

Para algunos, el estímulo del SAT también es una forma de buscar una mejor fiscalización: sólo las personas que pagaron con tarjeta de crédito o débito podrán participar en el sorteo fiscal, y así obtener el reembolso de Hacienda de hasta diez mil pesos.

Son precisamente este tipo de premios los que debemos seguir buscando para formalizar.

Ni con El Buen Fin

Es la autoridad la más interesada en que este Buen Fin saliera bien y mostrara un impulso a las ventas que han estado deprimidas en todo el año.

Tan sólo en octubre por fin pudimos ver un crecimiento de 2.1% en las ventas a tiendas iguales de la ANTAD (Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales). Pero es un dato riesgoso. Ya habíamos visto una recuperación de las ventas en mayo y junio, y según recuerda Vicente Yáñez, presidente ejecutivo de la ANTAD, volvieron a caer en los meses subsecuentes.

Cuarta edición ayudó

Por eso fue importante este Buen Fin, para tener una recuperación de las malas ventas internas que se han tenido. Aun con todo y este impulso, las ventas parecen que no van a cerrar con un buen año en términos reales.

El Buen Fin 2014 hizo lo suyo: impulsó las ventas en un mal año. Se mejoraron las relaciones entre clientes y comercios. Las autoridades y empresas adelantaron aguinaldos. Lástima que en todo este esfuerzo todavía hubo comercios tímidos en sus ofertas, o que de plano ni siquiera hicieron el intento para ofrecer descuentos.

Fed Up y la industria alimenticia

Fed Up es un documental polémico. Analiza los cambios que han tenido las empresas de alimentos y bebidas para mantenerse en el mercado, a pesar de las nuevas preocupaciones o regulaciones para evitar, primero, tanta grasa, y ahora tanta azúcar y sodio en los alimentos.

Menciona que la industria se ha vuelto acomodaticia y, por ejemplo, ahora le echa la culpa a la televisión y el sedentarismo de niños y adultos. Pero no baja sus niveles de azúcar o sodio de las comidas, pues incluso cuando se producen menores porciones, esas menores porciones tienen igual cantidad de azúcar o sodio. En México fue la CISS (Conferencia Interamericana de Seguridad Social) la que trajo este polémico documental a México, donde también tenemos epidemia de sobrepeso. Vale la pena analizarlo.