Marielena Vega

Estrategia de negocios

Marielena Vega

18 Nov, 2014

El petróleo puede hacer la diferencia

Todo parece indicar que la economía de México se encamina a lograr un mayor crecimiento para el año entrante. Sin embargo, los restos para lograr la consolidación del crecimiento son enormes. Sobre todo ante el nuevo entorno que se vive en el mercado internacional de petróleo y una eventual normalización de las tasas de interés internacionales en el futuro.

Ahora bien, el comportamiento del petróleo y los cuidados que se tengan en torno a este producto, pueden hacer la gran diferencia.

De acuerdo con Ernesto O´Farrill, director de Estrategia de Actinver, el Congreso aprobó con sus modificaciones el paquete económico para 2015, donde se destaca el criterio de asumir un precio promedio del petróleo de 82 dólares por barril para la mezcla mexicana de exportación, lo cual parecía conservador, recordemos que hoy el mercado del petróleo mexicano está inmerso en una guerra de precios, ubicándose en 72 dólares por barril.

El precio promedio, en lo que va del año, es de 92 dólares por barril. De ahí que O´Farrill sostenga que 2015 será un año con más probabilidades de que haya un precio promedio de alrededor de 78 dólares por barril.

Pemex podría fijarse con una producción de crudo equivalente a 2.30 millones de barriles diarios. De ahí que se ve por demás complicado que se pueda revertir la tendencia de menor producción de Pemex en el corto plazo, incluso que sea ligeramente abajo del supuesto de 2.40 millones de barriles planteados en el Presupuesto.

El crecimiento más elevado parece factible, si se cumplen los supuestos de una aceleración en la industria estadunidense de 3.2 por ciento anual, más un incremento de la inversión público-privada en nuestro País.

De ahí que para O´Farril Santoscoy, si el precio del petróleo se ubica en 78 dólares, se obtiene un buen desempeño de la economía estadunidense, junto a la mayor inversión privada en diversos sectores como el de telecomunicaciones, energía, manufactura, edificación e infraestructura, la normalización del flujo de remesas y el déficit fiscal propuesto nos pueden dar un dinamismo superior al observado en los últimos dos años.

Lo que traería una economía interna con un crecimiento de 2.6 por ciento en el Consumo privado, y un incremento del 6.1 por ciento en la inversión público-privada.

El resultado sería un comercio exterior que registraría un incremento en las exportaciones no petroleras del 5.5 por ciento para el 2015, dando un volumen total de ventas externas del orden de 415 mil millones de dólares.

En cuanto a las importaciones no petroleras, quizá pudieran incrementarse hasta alcanzar 5.8 por ciento. Adicionalmente, ante la caída de los precios de los hidrocarburos, se prevé un déficit comercial de más de 15 mil millones de dólares, lo que en conjunto generaría un déficit comercial de 25 mil millones de dólares. Estaríamos hablando del más elevado de la historia.

Sin lugar a dudas el comportamiento del petróleo hará la diferencia del crecimiento o disminución de la economía mexicana, al igual que la coyuntura de seguridad.

Lo cierto es que las bases de hoy son mucho más sólidas que antes.

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