David Páramo

Análisis superior

David Páramo

21 Nov, 2014

La rifa del tigre

Uno de los más viejos anhelos en el sector de las telecomunicaciones se encuentra en riesgo por el desánimo de los postores ante excesivos requerimientos de capital por parte del Instituto Federal de las Telecomunicaciones (IFT) e incógnitas que dependen de las decisiones de Televisa y no de los interesados.

Anoche el IFT informó que sólo tres grupos presentaron garantía de seriedad para seguir adelante en el proceso de licitación. Se trata de Centro de Información Nacional de Estudios Tepeyac, de Mario Vázquez Raña; Cadena Tres I, perteneciente al primer grupo multimedia del país (Grupo Imagen Multimedia), de Olegario Vázquez Aldir, y Grupo Radio Centro, de Francisco Aguirre.

Ocho empresas habían solicitado opinión favorable del instituto que preside Gabriel Contreras que aun cuando no dio a conocer los nombres se filtró que eran tres los grupos que entregaron un depósito de seriedad por 415 millones de pesos.

Cuando se dio a conocer la noticia de las cadenas de televisión abierta hubo muchos interesados al inicio, luego se fueron decantando, puesto que la licitación ha sido compleja, pero también hay que mencionar que ha sido transparente, incluso se dio un mayor plazo a lo que inicialmente se publicó en las bases para que así los grupos pudieran participar.

Así, en el camino se quedaron Grupo IAMSA, de Roberto Alcántara; El Universal, de Juan Francisco Ealy Ortiz; Cinemex, de Germán Larrea; El Financiero, de Manuel Arroyo; Grupo MAC Multimedia, de Luis Maccise Uribe y Ariel Picker de Seguritec; Axtel TV, de Tomás Milmo, Grupo Fórmula, de Rogerio Azcárraga, y Grupo Multimedios, de Francisco González Sánchez; Grupo Pegaso, de Alejandro Burillo Azcárraga; el empresario Miguel Alemán; Efekto Tv, de Alejandro Puente, y Grupo Reforma, de Alejandro Junco.

La mayoría de estos grupos salió de la contienda ante los requerimientos en materia de capital, que comienzan con el depósito de garantía más las inversiones requeridas para poder tender una red competitiva.

Desde el diseño de la ley que permite la licitación de una o dos cadenas de televisión abierta se sobrevaloró el proceso. El IFT apostó por un proceso de altos requisitos financieros para garantizar la seriedad y no entraran algunos que quizá buscarían bloquear a los nuevos entrantes ocupando el espacio.

Expertos en procesos de competencia como Miguel Flores Bernés, quien fuera comisionado de la Comisión Federal de Competencia, establecen que los requerimientos son tan elevados que se convierten en una barrera de entrada para nuevos postores puesto que les encarece la posibilidad de generar contenidos competitivos y de bajo costo como los que se requieren.

Algo que no se tomó en cuenta en el diseño de la licitación es que se trata de una tecnología que va de salida en la medida que haya una mayor penetración de internet y, por lo tanto, de la televisión de paga al alcance de los consumidores.

De acuerdo con analistas del sector, una inversión como la que se requiere para tender una o dos cadenas de televisión abierta se recuperaría en un lapso que ronda los 15 años. Y la tecnología de la televisión abierta habrá perdido todo su atractivo en un periodo de 20 años.

Quienes diseñaron la ley y las bases de licitación desde el Congreso de la Unión creyeron que el interés sería el mismo que hace una o dos décadas.

Además de cumplir con el precio de referencia se requiere una gran cantidad de recursos para generar contenidos competitivos en un mercado de muy elevados costos y de publicidad que no sólo no ha crecido sino que tiende a disminuir porque el presupuesto publicitario se distribuye entre cada vez más medios de comunicación.

Producir un programa de ficción tiene un costo de entre 80 mil y 150 mil dólares por capítulo.

El número de postores que pudieron llegar hasta este filtro demuestra que la licitación tuvo una serie de requisitos exigentes.

Infraestructura

En la actualidad, en el sector de las telecomunicaciones no existe infraestrutura suficiente para rentar, para que la o las cadenas de televisión pudieran utilizar antenas, red y otros servicios.

Perspectivas

La licitación de una o dos cadenas de televisión es mucho menos atractiva de lo que pensaron algunos que juzgaban desde una visión de este sector de hace por lo menos dos décadas donde ciertamente había grandes márgenes.

Hoy se sabe que se trata de un negocio decreciente en a cuanto ingresos y rentabilidad, puesto que compite contra otras muchas maneras de generar contenidos y venderlos. Hay un tema que no puede hacerse a un lado, el talento es escaso y se encuentra sumamente concentrado, por lo que también se debe considerar el costo de desarrollarlo.

Los tres grupos que quedan son muy fuertes y ninguno cometería el error de entrar en un negocio que les puede resultar ruinoso. Los otros grupos que se fueron lo hicieron con el conocimiento de que el costo es elevado.

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