Dólar a 14 pesos temporal… esperemos

La baja cotización del petróleo puso en problemas al peso mexicano.

La mezcla mexicana de crudo al bajar de los 70 dólares por barril generó nerviosismo en los mercados nacionales. No era para menos: seguimos dependiendo en una tercera parte de nuestros ingresos del petróleo, y desde luego los mercados se aprovechan de cualquier situación para tomar ganancias.

La reacción fue inmediata y el peso sufrió un descalabro frente al dólar. La divisa verde llegó a tocar los 14 pesos. Lo peor del caso fue que somos una economía con un nivel de deuda solvente, de 40% del PIB. Pero, en efecto, la falta de acuerdo en la OPEP para elevar el precio del petróleo causó el nerviosismo o la sobrerreacción en contra del peso mexicano.

Al final de la jornada se moderó el nerviosismo, regresó un poco la calma, los inversionistas escucharon con atención que México seguía siendo solvente y venía la renovación de la línea del FMI por 72 mil millones de dólares como espaldarazo del principal organismo financiero a favor de nuestra economía.

Golpe a economías petroleras

El dólar en ventanilla cerró en 14.02 pesos. Fue un trancazo contra la moneda nacional.

Y fuimos sólo nosotros y los países que dependen del petróleo, tal como sucedió con Rusia, que también vio perder fuerza en su rublo.

No hay duda: el epicentro del nerviosismo fueron los países petroleros.

No se llegó a un acuerdo petrolero. Arabia Saudita, Venezuela, Rusia y México no encontraron una solución para reducir las cuotas de producción, y por lo tanto, el precio del energético seguirá a la deriva.

Peor momento, bajo precio y baja producción

El bajo precio del crudo llega en un mal momento para México. Es la baja cotización del combustible, y además, una reducida producción de crudo en este año (la plataforma actual de producción petrolera es de 2.35 millones de barriles diarios, cuando en otros tiempos gracias a Cantarell fue de 3.4 millones de barriles diarios).

El nerviosismo se dio con todo y que la Secretaría de Hacienda acaba de contratar los seguros contra caídas en el precio del petróleo. Las coberturas petroleras quedaron en 76 dólares por barril. Si el precio del petróleo para 2015 cae por debajo de esos 76 dólares el barril, tal como hoy sucede, pueden entrar las coberturas.

Espera que golpe al peso sea temporal

Pero aun así los mercados señalan una debilidad de las finanzas públicas.

La tercera parte de los ingresos públicos sigue dependiendo del petróleo, de las exportaciones del crudo, y mientras no los sustituyamos por ingresos fiscales más sólidos seguiremos padeciendo esa debilidad.

Y desde luego que los mercados buscan ganancias y excusas para tomar rentabilidades. Fueron contra las monedas de economías petroleras, y ayer sí lograron la peor baja del peso desde julio de 2012.

Parece que la crisis del peso será temporal, pues la economía mexicana tiene coberturas petroleras, tiene una deuda manejable, y estabilidad macro. Pero nos recordó por qué debemos tener un buen blindaje para evitar capítulos especulativos más fuertes contra el peso.

Gasolina cara

La noticia buena de que baje el precio del petróleo es que debería reducirse el precio de la gasolina. No es así.

Estamos en una transición que nos lleva al peor de los mundos: tenemos las consecuencias en tipo de cambio por el bajo precio del petróleo, y la gasolina sigue cara, pues las importaciones se liberan hasta el año 2017.

Claro que el precio de la gasolina debe representar las fuerzas del mercado. No debe estar subsidiado. Pero tampoco más caro que como lo ponga el mercado.

CCE: estamos con sistema anticorrupción

El Consejo Coordinador Empresarial, que reúne a todo el sector privado, sí está a favor de un sistema anticorrupción. No hay otra alternativa.

Los hombres de negocios asumen que hay empresas que también corrompen y que a ellas también se les sancione fuerte: con años de no poder prestar servicios al sector público, de financiar obras, o bien con cárcel para el ejecutivo corruptor.

Claro que también viene el lado de las autoridades: municipales, estatales o federales, en todos los niveles de gobierno se piden cuotas de corrupción.

Basta con ver los niveles que mantenemos en la encuesta anual de Transparencia Internacional para darnos cuenta que la corrupción es un lastre, y lleva a delincuencia o formas anticompetitivas.

Para Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, si queremos que las reformas funcionen (energética, financiera, telecomunicaciones, competencia y laboral) debemos tener otra reforma: la de anticorrupción, que pasa por castigos a corruptores y corrompidos, y por transparencia, más sencilla y clara.