David Páramo

Análisis superior

David Páramo

27 Nov, 2014

Tiempo de política y seguridad

La economía mexicana atraviesa una paradoja verdaderamente extraña: es indudable la fortaleza macroeconómica y su capacidad para enfrentar choques externos; no se puede cuestionar la efectividad de la política fiscal. En los últimos meses no hay duda de que la recuperación va en camino como lo demuestra el crecimiento del sector de la construcción que va al doble del PIB.

Sin embargo, la recuperación no acaba de llegar a la mayoría de los mexicanos. Datos como la confianza de los consumidores o de las ventas entre los afiliados a ANTAD (incluso las ventas de Walmart que son un indicador muy fiel de las ventas minoristas) muestran que la recuperación no está llegando en un entorno en el que la inflación está en niveles intolerables, es decir, arriba del máximo autoimpuesto por Banco de México como meta de largo plazo.

Las discusiones en materia económica se encuentran en el margen. Las preguntas tienen que ver si el gobierno mantiene un tren de gasto muy elevado considerando que la economía sólo habrá crecido poco más de tres por ciento durante los primeros dos años de la administración de Enrique Peña Nieto, cuando la expectativa era hacerlo a tasas cercanas a ocho por ciento.

O si, como han propuesto reiteradamente diversos grupos de iniciativa privada, es necesario realizar ajustes a la política fiscal. Parecería que si se considera el número de personas que han entrado a la formalidad laboral, el crecimiento de los afiliados al IMSS y en general la recuperación de la masa salarial se debería estar incrementando el consumo.

Una de las explicaciones que pueden darse es que los consumidores, particularmente las clases medias y bajas, tienen menores ingresos disponibles para gastar. Un dato lateral que puede ejemplificar bien la situación es que a pesar de los IEPS a los refrescos y mal llamados alimentos chatarra resulta que no ha disminuido el consumo, es decir, la gente tiene menos dinero para comprar otro tipo de cosas.

Los problemas, reitero, están en el margen. Quizá como diría el presidente de Canacintra, Rodrigo Alpízar, se tienen que tomar medidas macroeconómicas para impulsar el crecimiento económico, toda vez que no hay duda de la efectividad de las políticas macro.

Política

Las principales preocupaciones de los agentes económicos tienen mucho más que ver con cuestiones de orden político y seguridad.

Entre los inversionistas preocupa, por ejemplo, que nuevamente el año próximo el gasto público se verá muy afectado. Gran parte de la visión de Peña Nieto es que se deben cobrar impuestos crecientes para que el Ejecutivo tenga mayor cantidad de recursos para obras de infraestructura.

Sin embargo, entre la veda electoral y los problemas propios de las licitaciones no se ve claramente cómo se podrá disparar el gasto público.

Canacintra, por ejemplo, considera que la economía mexicana crecerá sólo tres por ciento durante el año próximo en gran medida por el impacto que tendrá en el gasto público el proceso electoral. De ahí que haya hecho un llamado para que se dé una particular eficiencia.

La política se convertirá en un problema verdaderamente serio desde el punto de vista de los ataques que lanzarán los partidos políticos de oposición y no por que estén preocupados por la marcha de las licitaciones y su impacto en la economía mexicana sino por la manera en que podrán dañar a la administración emanada del PRI.

Si le pareció excesiva la posición del PAN ante la presentación de una sola postura en la licitación del tren de alta velocidad entre México y Querétaro, espere las oleadas de los partidos con la ronda uno en el sector energético; la licitación de una o dos cadenas de televisión abierta o cualquier otro proceso en el que participe el gobierno.

Si cree que las posturas serán razonadas y esperando que se obtenga lo mejor de los recursos del Estado, desde este momento le adelanto que se equivoca. Lo único que querrán es, según ellos, ganar preferencias electorales sin importar el impacto que tendrá en el crecimiento de la economía.

Seguridad

Durante muchos meses el Consejo Coordinador Empresarial, encabezado por Gerardo Gutiérrez Candiani, ha insistido que los políticos cumplan con el compromiso por la seguridad que firmaron todos los candidatos a la Presidencia de la República como una manera de garantizar el Estado de derecho a favor de la mayoría de los mexicanos.

Los anuncios que hará hoy el gobierno, que tienen mucho más que ver con la operación de las policías municipales, desgraciadamente no tienen que ver con este pacto que, junto con las acciones que se oficializarán hoy, darían mayor seguridad al sector empresarial y por tanto a la mayoría de los mexicanos que tienen empleo gracias a los Pepes y Toños.

Es claro que los actos violentos en el país (no sólo los perpetrados que han usado el secuestro y eventual asesinato de 43 personas) son un importante freno al desarrollo de la economía: robos, secuestros, extorsiones son una constante desgraciada en el país que implican un costo muy elevado como puntos del PIB y uno de los lastres que impiden un mayor crecimiento y competitividad de la nación.

Hoy es tiempo de hacer a un lado las discusiones económicas que si bien son importantes, no tienen la trascendencia que, en este preciso instante, tienen la política y la seguridad.

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