¿A qué precio del barril de la MMP, las finanzas públicas y la economía se verían afectadas?

Este martes, el precio de la Mezcla Mexicana de Petróleo (MMP)  cerró en 69.94 dólares americanos mientras que el Brent lo hizo a 78.13 y el WTI a 73.79 (Financial Times), ambos en dólares americanos. Ayer, a la hora de escribir esta colaboración, los precios de ambos crudos seguían cayendo.

El precio que alcanza estos días la MMP, al margen de la posición de cada uno —y de la de este o aquel funcionario— frente a la salud de nuestras finanzas públicas es, cuando menos, preocupante. Poco importa que se cuente con coberturas del orden de los 76.40 dólares americanos para una parte del volumen de petróleo exportado, ya que el panorama para el año 2015 luce complicado.  

Los precios promedio anuales del barril de la MMP —del 2004 a octubre de 2014—, han sido los siguientes (todos en dólares americanos corrientes): 31.05; 42.71; 53.04; 61.64; 84.38; 57.40; 72.46; 101.13; 101.96; 98.46 y 93.77. Frente a esos precios y el de anteayer del barril de la MMP —69.94 y cayendo—, lo menos que puede uno concluir, es que el año 2015 no luce muy halagador en materia de ingresos petroleros.

Los pronósticos de las casas de consultoría especializadas en cuestiones petroleras, pronostican que el precio de los crudos marcadores podría tocar la frontera de los 60 dólares el próximo año, ¿Qué probabilidades hay de que este pronóstico se concrete? La verdad, dada la volatilidad de un precio como el del barril de petróleo, es imposible manifestarse en un sentido o en otro pero, lo que sí es un hecho, que no admite cuestionamientos, es que el año 2015 verá caer, de manera sensible y por diversas razones, el precio de los crudos marcadores (Brent y WTI).

Ahora bien, ¿a qué precio de la MMP nuestras finanzas públicas empezarían a sentir los efectos negativos de una caída de esa magnitud? ¿Aguantarían, sin sufrir daño alguno, una caída  a ese nivel? Es decir, si el precio del WTI cayere a 60.00 dólares, el precio de la MMP probablemente bajaría a 56.00 y, de concretarse esta eventualidad, las cosas no irían bien para nuestras finanzas públicas que dependen, y dependerán durante varios años más, del ingreso petrolero.

¿Por qué planteo esto? Por la simple y sencilla razón de que a México y a sus finanzas públicas  —nos dice el discurso oficial—, nada las puede afectar. Frente a esa ilusión, yo añadiría entonces, que lo único que sí podría afectarlas serían nuestras torpezas y medidas incorrectas en materia económica. Por ello, ante lo aplicado estos últimos 24 meses y sus resultados, sólo queda estar seriamente preocupados por lo que enfrentaremos el próximo año.

Entendamos que lo que podría afectarnos sería, no únicamente la caída del precio de la MMP sino también, no manejar adecuada y decididamente una violencia rampante (Ascendente, creciente) la cual, presente en casi todo el país, goza de una total impunidad. Imposible negar pues, que la imagen de México —externa como internamente, tal y como afirmó el secretario de Hacienda—, fue dañada severamente. 

¿Qué hacer entonces, frente a ese panorama? Lo primero sería, aun cuando dos o tres egos acabarían abollados, reconocer que mucho de lo hecho ha sido incorrecto y dañino para el crecimiento. Lo demás, vendría por añadidura.