Estar peor es infinito

En el sector de las telecomunicaciones hay quienes usan la frase “estar peor es infinito” refiriéndose a la constante cantidad de problemas y disputas que suelen darse. Que pase lo que pase, siempre se encuentran nuevos pisos.

La semana pasada le informamos en esta columna que prácticamente un mes después de que los siete comisionados del Instituto Federal de Telecomunicaciones comparecieron ante las comisiones unidas de telecomunicaciones y radio y televisión, los senadores (Javier Lozano, Gerardo Flores, Claudia Pablovich, Vianey Mendoza y Marco Antonio Blásquez) enviaron una carta en la que acusaban a los funcionarios del organismo presidido por Gabriel Contreras de omisiones graves. Del comunicado hicimos una entrega muy amplia.

Básicamente su molestia estaba concentrada en dos puntos. Primero por la forma en que el IFT decidió la portabilidad numérica, puesto que en la opinión de este grupo de senadores no estaban cumpliendo con el espíritu de la reforma constitucional.

El IFT ha dejado claro que están cumpliendo justamente con lo marcado en los ordenamientos aplicables y que en ningún lugar del mundo se ha dado la portabilidad en los términos que la exigen los legisladores.

Resumiendo el segundo punto se quejan de que hicieron declaraciones de preponderancia sin hacer consulta pública sobre cuáles son los mercados relevantes. En opinión de los legisladores esto podría implicar que la ley quedará sin aplicación.

Sin embargo, la posición de los comisionados del IFT es diferente. Establecen que no es necesario hacer una consulta pública, puesto que los ordenamientos que definen los mercados relevantes están especificados en la Ley Federal de Competencia Económica y que por lo tanto no están sujetos a una consulta pública.

Tienen claro que no se trata de un tema que deba ser llevado a una consulta pública puesto que está plenamente definido en la ley. Se pueden consultar temas de cómo aplicar la ley desde un punto de vista técnico.

Por ejemplo, es un hecho que a partir del primero de enero del año próximo las empresas telefónicas no podrán hacer cargos de larga distancia. Eso no puede ser parte de una consulta pública puesto que está especificado en la ley.

Sin embargo, en estos momentos hay una consulta pública para que los implicados establezcan sus puntos de vista técnicos sobre cómo se dará el cumplimiento de la norma. Cómo se aterrizará.

Es claro que hay una segunda o tercera lectura sobre la posición de este grupo de legisladores sobre las determinaciones que ha estado tomando el IFT. Lo importante, mucho más allá de las agendas personales es que se cumpla con una regulación que permita una competencia efectiva y eficiente a favor de los consumidores.

Nueva piel

Hace unas semanas le informamos en esta columna que Salvi Distribuciones había sido inhabilitada luego de que la Cofepris había determinado que utilizó registros falsos para participar en licitaciones, lo que ha derivado en una investigación penal por parte de la Procuraduría General de la República, a la que se anexa la Secretaría de la Defensa Nacional que les acusa de haberles entregado medicamentos apócrifos.

Resulta que esta empresa está mudando de piel. De acuerdo con datos de Compranet, esta empresa tuvo un 2014 particularmente activo ya que crecieron 51.4%, con respecto a un año antes, al pasar de dos mil 337 a tres mil 538 millones de pesos.

Ante las acusaciones que están siendo procesadas por la autoridad, esta compañía decidió prácticamente desaparecer. Para las licitaciones del próximo año sólo presentaron seis claves, que contrastan con las 87 que presentaron para 2014, es decir, disminuyeron su tamaño en 93 por ciento.

Sin embargo, sus accionistas no han desaparecido del negocio sólo han cambiado de piel, puesto que su lugar es ocupado por Pentamed, que incluso tiene el mismo domicilio fiscal de Savi, y Bionova, que también está vinculada desde el punto de vista accionario.

Pentamed no había presentado una sola clave y ahora lo hizo con 31 y Bionova apareció con 16 cuando en los últimos cuatro años esta última no había presentado ninguna clave. De ganar las licitaciones con diferentes instancias del gobierno esto les implicaría ingresos superiores a dos mil 350 millones de pesos.

En la industria farmacéutica hay quienes se preguntan qué tanta implicación podrían tener en estos casos de seguir las acusaciones que mantiene la autoridad y explicar cómo mantienen la operación con los mismos dueños y representantes legales de las empresas.

Preocupa dentro del sector que las prácticas denunciadas por la Cofepris y la Sedena en contra de Salvi se sigan a través de otros nombres, pero con los mismos beneficiarios.

Ilusiones

La ilusión de que habrá una disminución de impuestos crece como si fuera el espíritu navideño luego de la reinterpretación a las declaraciones que ha hecho el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, durante los últimos diez meses por lo menos.

No cambió una palabra a sus declaraciones de febrero o de cualquier otro momento en el que dijo que el gobierno de Enrique Peña Nieto no aumentaría las tasas de impuestos, crearía nuevos o disminuiría los beneficios fiscales durante la administración. Ojo, jamás dijo que tampoco se bajarían las tasas.

Hay analistas que se preguntan por qué no de una vez, por qué no el Presidente envía un decreto o hasta convocan a un periodo extraordinario de sesiones. La respuesta es muy sencilla, porque sólo se quedaron con la parte que querían oír, no los condicionales para lograr esta medida.

Hace unas semanas Aristóteles Núñez dijo que si todos los mexicanos pagaran impuestos las tasas serían sustancialmente menores. Y en la entrevista que dio el origen a la creencia del milagro navideño el titular de las finanzas públicas explicó que sólo habría una baja en los ingresos dependiendo del comportamiento del déficit público y de los ingresos del gobierno federal.

Sin embargo, en el tren (que ya parece el Expreso Polar) están trepados casi todos cuando en realidad no ha cambiado nada. El gobierno jamás ha dicho que bajaría impuestos o que estaban cerrados a la posibilidad.

Ciertamente se requieren medidas para impulsar a la economía, pero quizá haya que analizar muchos otros caminos que en cumplir el deseo compartido por la mayoría de menores tasas de impuestos. Habrá que ver.