David Páramo

Análisis superior

David Páramo

4 Dic, 2014

Súper chairos

El grado de desinformación e irresponsabilidad de los súper chairos y su “revolución tuitera” es francamente escandaloso.

Como ya se aburrieron de buscar con mensajes en las redes sociales (como si por cada mil likes se encontrara una persona) a los 43 desaparecidos por los hechos de Iguala, no de Ayotzinapa como creen algunos, ahora dicen que el país está al borde de una crisis financiera... Palurdos irresponsables.

Ojalá, más vale tarde que nunca, se dieron cuenta que no pueden decir que los hechos de finales de septiembre fueron un crimen de Estado en el que participó Enrique Peña Nieto o alguien a su cargo.

Que el crimen fue cometido por cuenta y orden del presidente municipal de Iguala y que hubo una gran cantidad de errores graves por el gobernador de Guerrero, ambos emanados del PRD.

Ojo, los súper chairos que dicen que el gobierno federal es responsable de todo, pues que le expliquen a la gente ahora por qué no quieren que haya mandos únicos estatales como propuso el Presidente de la República.

Se dieron cuenta que es una mentira insostenible y en lugar de voltear hacia quienes son los culpables de que individuos vinculados con la delincuencia como José Luis Abarca lograran candidaturas. Andrés Manuel López Obrador que es un maestro de buscar la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio se ha tenido que callar para no seguir decepcionando a los pgzombies.

Economía

Una lectura irresponsable y desinformada, como es la característica más distintiva de los súper chairos, de los últimos acontecimientos económicos les hace creer que el país está al borde de una crisis económica por la mala administración de Enrique Peña Nieto.

Culpan al Presidente de la devaluación del peso frente al dólar. A pesar de que es ligeramente superior a 8.5% en lo que va del año, es una de las más bajas del mundo y tiene su origen por las condiciones exógenas (externas, explicación para incultos) como son el cambio de la política monetaria de Estados Unidos, que se ha dado a lo largo de este año y la modificación del paradigma en materia de petróleo que impulsa precios bajos.

Una muestra es el impacto que ha tenido en Rusia cuya moneda acumula una devaluación de casi 60 por ciento. En países como Brasil, la devaluación supera 15 por ciento.

Si el impacto ha sido limitado es en buena medida por la solidez de la economía mexicana, que incluso le permitió renovar una línea de crédito contingente por 70 mil millones de dólares por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI). Los súper chairos deberían leer los elogios de este organismo financiero internacional sobre el manejo de la economía.

El tener un tipo de cambio flexible ha logrado que el ajuste se dé sin costar reservas o la necesidad de que el gobierno pierda recursos. Por cierto, no es el nivel más alto de la historia, puesto que ése se alcanzó poco antes de la elección presidencial de 2006 cuando parecería que el Peligro para México podría ganar la elección.

Se quejan, con una pobreza escandalosa, del precio de las gasolinas y creen que es una falla en el gobierno de Peña Nieto. Decir eso es casi tan ridículo como culparlo de la eliminación de México en el Mundial de Futbol.

El esquema de deslizamiento del precio de los combustibles se ha seguido por lo menos en las últimas tres administraciones federales, cuyos presupuestos han sido aprobados por mayoría del PRI, PAN y PRD.

Estos mismos legisladores son los que decidieron que a partir del año próximo no fuera un aumento mensual (al que los incultos llamaban gasolinazo) fuera de una sola ocasión a principio del año por la inflación esperada por el Banco de México, es decir, tres por ciento.

Así las cosas, no puede extrapolarse (creer en sinónimo para súper chairos) que sea una medida de urgencia para aumentar la recaudación sino de algo decidido por los legisladores.

Hablan, con extrema frivolidad de que la inflación está muy elevada. Habría que matizar (si no saben que es googlénlo), puesto que si bien es cierto que terminará este año muy posiblemente arriba de la meta del Banco de México, con 4.1 por ciento, la realidad es que está bajo control. Crisis inflacionarias las que se vivieron por ejemplo en 1988 cuando los precios crecieron 157 por ciento o 1995 cuando la inflación superó una tasa anual de 57 por ciento.

Fiscal

Culpan a Peña Nieto del pobre crecimiento de la economía, puesto que tomó malas decisiones en materia fiscal. Mucho más allá de que pudiera hacerse un análisis mucho más profundo sobre el impacto que ha tenido la política fiscal, es necesario que los súper chairos recuerden que la llamada Reforma Hacendaria no sólo se hizo con los votos del PRI sino también con los del PRD.

¿Recuerdan, seguro no, cuando el partido que ahora encabeza Carlos Navarrete gritaba a los cuatro vientos que se habían tomado todas las peticiones que históricamente habían hecho en materia fiscal?

Realidad

Súper chairos. Las redes sociales no sólo sirven para que exhiban su incultura, baja capacidad de análisis o sus traumas (como el de creer que el Presidente de la República es una suerte de Quetzalcóatl malvado, que lo puede todo, pero no lo hace por corrupto); tienen una utilidad mayor.

Podrían informarse a través de medios electrónicos serios, no de lo que dicen sus compas, y darse cuenta de la realidad. Les advierto, se van a decepcionar porque el mundo no es como lo imaginan.

El país está creciendo poco, pero no está en crisis. El país debe crecer más, pero eso no se logra con tuitazos, marchas ni actos violentos. Se logra trabajando, cumpliendo con todas las obligaciones que comienzan por respetar las señales de tránsito.

El país no está en crisis ni mucho menos. En materia económica sigue existiendo una importante área de oportunidad que tiene que ver, en gran medida, con la implementación de las reformas estructurales que fueron aprobadas gracias al Pacto por México, así como la aplicación irrestricta del Estado de derecho (aguas súper chairos, eso no es represión).

Al país le sobran protestas y le falta trabajo. Que cada quien cumpla con sus obligaciones.

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