Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

5 Dic, 2014

La basura... ¡no la esparzan!

En la Cámara de Diputados se está cocinando la Ley General para el Manejo Sustentable de los Residuos, que sustituiría a la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos.

Suena a una modificación cosmética, pero la eventual aprobación de esta nueva ley tendría graves consecuencias para el ambiente por impráctica e inaplicable. Expertos y técnicos ambientalistas han expresado ante la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales —que preside la diputada Lourdes López Moreno— varias preocupaciones concretas: se le atribuyen nuevas obligaciones y responsabilidades a los municipios, cuando el principal problema de manejo de residuos en México, es la falta de recursos municipales destinados a atender el problema y cuando los tienen, los desvían para otros fines.

La iniciativa tiene pleno conocimiento de la Semarnat, que encabeza Juan José Guerra —quien por cierto se va a Perú la semana próxima a la COP—, y propone un nuevo “sistema nacional de gestión”, no establece indicadores para el cumplimiento de objetivos y confunde conceptualmente “gestión” con “manejo” de residuos.

Los que trabajan en esta industria se han acercado al subsecretario de Gestión para la Protección Ambiental, Rafael Pacchiano, pues otra de las quejas es que lejos de privilegiar el manejo profesional de residuos, se privilegia la participación de empresas sociales, pese a que estas últimas no cuentan ni con capital para invertir o con experiencia técnica para el manejo de residuos.

Mire, en la iniciativa de ley general —lo cual es escandaloso— está la existencia de infraestructura fuera de normas oficiales, es decir, sitios controlados y “otros”, y se confunde a los subproductos obtenidos de los residuos con “materias primas”, amén de graves errores técnicos, como la asimilación de la gasificación con el plasma y con la pirólisis (descomposición química de materia orgánica); tecnologías con diferentes principios. Eso sí, faltan conceptos básicos como “transferencia”, “esterilización” o “biogás”.

En suma: el problema fundamental es que la iniciativa de Ley General para el Manejo Sustentable de los Residuos, falla en el diagnóstico más elemental, pues si no se reconoce en México que los rellenos sanitarios con la normatividad ambiental vigente, sin sistemas de recolección regular de residuos sólidos urbanos, no podemos pasar a una etapa de mejor aprovechamiento de residuos urbanos.

A pero eso sí, vamos a seguir teniendo toda clase de tiraderos a cielo abierto, como los panteones de Iguala, que sólo muestran el tamaño de la criminalidad que encierra la industria de los tiraderos clandestinos.

Sugerencia: en vez de inventar nuevas leyes, podríamos aprovechar las opciones que ofrece la banca de desarrollo para la construcción de rellenos sanitarios regionales que aprovechen economías de escala y emitir un decreto de obligatoria coordinación entre municipios de zonas urbanas. Ojalá se abra un debate técnico sobre esta materia, antes de aprobar, paradójicamente, una legislación-basura.

De Fondos a Fondo

A levantar mercado. Los secretarios de Hacienda, Luis Videgaray, y de Economía, Ildefonso Guajardo, además del director general de Bancomext, Enrique de la Madrid, presentarán el programa de fortalecimiento de la cadena de proveeduría del sector automotriz, en la región centro-bajío del país.

Se trata de un programa de financiamiento a tasas preferenciales con garantías que permitirá a pymes proveedoras obtener créditos de hasta 40 millones de dólares y, para  las OEM (productores originales de manufacturas) de nivel uno y nivel dos, los créditos podrían ser de más de 40 millones de pesos. Considere que las exportaciones del sector automotriz generan 90 mil 925 millones de dólares, pero que el contenido nacional aporta 30% de ese valor. El desafío inicial es llevarlo a 35 por ciento.

El compromiso será suscrito con Eduardo Solís, presidente de la AMIA, y Óscar Albin Santos, de la Asociación de Autopartes, además de los representantes de los clusters automotrices de Chihuahua, Sergio Mendoza; de  Guanajuato, Fidel Otake; Nuevo León, Manuel Montoya; del Estado de México, Mauricio Merikanskas, y de Querétaro, Mariano Pérez Orozco.

A todo vapor y con resultados espectaculares cierra este año Nacobre, pues registra ventas superiores a los 465 millones de dólares durante este año que representan más de 50% de Elementia, el corporativo dirigido por Eduardo Musalem que fabrica productos que ofrecen soluciones integrales para la construcción (enfoque amplio) y, que es resultado de una asociación entre las familias Del Valle y Slim .

La división de metales (Nacobre) a cargo de Gustavo Arce, comercializa marcas como Nacobre (con 60 años en el mercado), Cobrecel y Cooper Brass a nivel internacional, y fabrica y distribuye productos que son altamente demandados en los sectores de construcción, industrial, automotriz, eléctrico-electrónico, aire acondicionado, refrigeración, calefacción, industria naval, aeronáutica, cerrajería, petroquímica, entre otros.

Nacobre es el único fabricante de tubería en aleaciones de cobre-níquel en el continente americano y uno de los cinco existentes en el mundo, o sea, ha sabido especializarse.

Además, saben vender pues cuenta con una red de 600 distribuidores en México y 450 en el resto del mundo (80% de las ventas totales se realizan en México y Estados Unidos, 20% se realizan en otras regiones del mundo y la meta es seguir expandiendo mercados), que comercializan los productos en alrededor de cinco mil puntos de venta en más de 30 territorios en México, Estados Unidos, Latinoamérica y Europa a través de mayoristas, empresas de construcción y fabricantes o usuarios finales.

Y de pilón, responden rápido a la demanda porque Elementia cuenta estratégicamente con tres plantas de producción verticalmente integradas (es decir cuentan en sitio con toda la cadena productiva, desde fundición hasta producto terminado) en México, ubicadas en el Distrito Federal, San Luis Potosí y Celaya, que le han permitido aumentar en 31 mil toneladas la producción para lograr 83 mil toneladas de productos de cobre.

 La frase “No hay fecha que no se cumpla” le queda a la medida a Mario Gabriel Budebo y Aarón Dychter
Poltolarek. Ya le daba cuenta en este espacio hace poco que ambos son socios de México Infrastructure Partners (MIP), y le informaba que tenían prácticamente todo listo para lanzar un Fideicomiso de Certificados de Desarrollo de Capital (CKD), al que han bautizado como Fomento a la Energía e Infraestructura de México.

Pues le informo que ayer cerró el libro y hoy se realiza la primera llamada  de capital por 163.8 millones de pesos de un compromiso inicial por 819.3 millones de pesos. En total el CKD ha logrado compromisos de inversión por  4,200 mdp a 12 años, y llevan como agente colocador a Casa de Bolsa Santander de Grupo Financiero Santander México, que preside Marcos Martínez.

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