Adina Chelminsky

Aprendiz de brujo

Adina Chelminsky

5 Dic, 2014

Home office o Office office

A diferencia de los bebés humanos que, en su mayoría, nacen en hospitales. Los “bebés empresa” se gestan y nacen en casa.

La concepción, ese momento Eureka, de los nuevos negocios, se da en la regadera o mientras te rasuras y el embarazo y la planeación se dan trabajando sobre la cama en noches de insomnio. La primera dirección fiscal generalmente es la del hogar y  las primeras llamadas y citas se agendan desde el teléfono de casa.

Por razones de comodidad, de practicidad y de dinero los nuevos negocios empiezan como negocios caseros. En lo que sabemos si esta idea loca va o no a funcionar, todo se hace desde la comodidad del hogar… y/o desde la comodidad de algún café que sirve como sala de juntas, recepción de clientes y espacio de trabajo.

Incluso, muchas veces, una vez que el negocio empieza a andar la primera oficina y/o taller que se tiene es el home office. Es cómodo, rápido de instalar y, prácticamente hacerlo es gratis. Las ventajas de trabajar desde casa son muchas.

La gran pregunta es, ¿cuándo sacar el negocio de ahí? ¿cuándo mudar el taller o la oficina a un lugar externo? Así como hay momentos en la vida de los hijos en que ellos tienen que salir del nido paterno, los negocios también lo tienen que hacer. Un negocio es un negocio el día que tiene su propia dirección fiscal.

Es un paso importante y difícil de tomar, por los costos y las responsabilidades que implica. Y muchas veces este “miedo” de tomarlo puede frenar el desarrollo y las posibilidades del negocio. Irónicamente el miedo al éxito muchas veces es igual de contraproducente que el miedo al fracaso.

¿Cuándo es el momento de dar el paso?

La primera razón, y la más lógica, es por cuestiones de tamaño. En el momento que el espacio no es suficiente, hay que ahuecar el ala. Cuando el horno no es suficiente para todos los pasteles que se necesitan entregar o el taller en la sala ya no alcanza, hay que buscar otro lugar de trabajo.

Esta es la razón más fácil de justificar de todas porque, sigamos la lógica, si no alcanza el espacio es porque estoy creciendo y estoy generando ingresos por lo que el gasto/costos del cambio se justifican o se pueden solventar con los ingresos presentes y expectativas de ingresos futuros.

Pero muchas veces el cambio se tiene que hacer aún cuando el crecimiento del negocio no lo amerite todavía. Es en estos momentos cuando tomar la decisión de hacerlo es más difícil, más riesgosa económicamente, pero no menos necesaria. Puede ser que tu negocio financieramente todavía no amerite el tener un espacio propio, pero por cuestiones de estrategia lo debes de hacer. Fake it, untill you make it, dice el dicho en inglés, aparenta hasta lograrlo.

Cuando tienes que recibir en tu oficina. A muchos clientes y clientes potenciales les da tranquilidad saber que tienes un espacio físico determinado. Le da aparente credibilidad y estabilidad al negocio. Muchas grandes empresas, cuando están en el proceso de contratarte, piden específicamente ir a las oficinas a ver el funcionamiento y la dinámica.

Cuándo tienes que contratar gente o contratar más gente. Muchos emprendedores no tienen problema en empezar a trabajar con otras personas dentro de su propia casa, pero llega un momento en que es demasiada gente para el espacio. Otros, prefieren no mezclar el negocio con la vida privada y en el momento de contratar a la primera persona prefieren mudar las oficinas fuera de casa.

Cuando tú lo necesitas. Por cada punto a favor de hacer home office, existe uno en contra. Es un arreglo cómodo y barato, pero también puede implicar falta de enfoque y concentración y/o mezclar los problemas de la oficina con los de casa, y viceversa. El tener un espacio especial y externo para trabajar muchas veces puede llevar a mayor productividad profesional y tranquilidad personal.

Sí, salir de casa implica inversión, costos y dolores de cabeza (de los que, probablemente, hablaremos en columnas futuras), pero como bien dice el dicho: “El que no arriesga, no gana”.

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