Rodrigo Pacheco

Suma de Negocios

Rodrigo Pacheco

6 Dic, 2014

El futuro se define hoy en materia automotriz

En 2025 al salir de nuestra casa para ir al trabajo probablemente abriremos una app producto de la evolución de Uber, Lyft, Carrot o Tripda, llegará un coche a recogernos, no será un taxi, posiblemente sea uno de los vehículos autónomos que se manejan solos con la tecnología que ya desarrolló Google. El interior del automóvil tendrá un ambiente silencioso debido a que una buena parte de los motores serán eléctricos, aunque le podremos pedir a la computadora del auto que ponga música de nuestro playlist de Spotify o algún otro servicio de contenido bajo demanda.

Las nuevas tendencias en el consumo de transporte implican que se liberará una buena parte del ingreso disponible de los hogares, sobre todo de clase media. En Estados Unidos el gasto que los hogares destinan al pago del financiamiento de vehículos ascendió en 2013 a nueve mil cuatro dólares en promedio, lo que implica el segundo rubro de gasto, después del pago de la hipoteca al que se destinan 17 mil 148 dólares de un gasto total promedio de 51 mil 100 dólares anuales. En México, la gran diferencia en los ingresos con un mayor componente de pobreza implica que el gasto en transporte se ubica en tercer lugar con 13.4% por debajo de alimentos y vivienda. Entonces la revolución en el transporte implicará que se gastará de manera más eficiente y, por ello, es crítico que los gobiernos locales, estatales y federales coloquen en el presente las bases para que los consumidores puedan beneficiarse de estas transformaciones.

Economía colaborativa

Le guste o no a los taxis, hoteles y restaurantes, la economía colaborativa llegó para quedarse debido a que el concepto y su aplicación contienen un beneficio tangible para los consumidores, por lo que es prácticamente imposible limitar dichas plataformas, a riesgo de crear un poderoso mercado negro. La regulación que conviene a todos: consumidores y empresas y, por lo tanto gobiernos, consiste en que se establezcan algunos estándares para la operación de estos nuevos modelos de negocios y que haya claridad en los mecanismos para fijar precios, criterios de servicio y en garantizar la seguridad de los usuarios. Una tentación y posibilidad errónea es que se busque imponerles impuestos especiales, al menos mientras dichos servicios mantengan una participación marginal en estos años iniciales.

Vehículos autónomos

Uno de los grandes debates que todavía no llega a México es el de los vehículos que se manejan solos, en la Unión Americana la mayor parte de los estados todavía no tienen una respuesta, sin embargo, Nevada se convirtió en el primer lugar en el que se autoriza este tipo de transporte en todo el mundo. Entre las preguntas que tiene que responder la regulación se encuentran: ¿Quién sería el responsable en caso de que uno de estos vehículos cause daño o atropelle a alguien? ¿La compañía que fabricó el auto? ¿El dueño del vehículo? ¿Sería caso por caso? Ese es un debate que habrá que resolver, aunque queda claro que los accidentes disminuirían de manera dramática, ya que los robots no sufren los efectos adversos del alcohol, tampoco les afecta la furia del camino y mucho menos revisan y hablan por celular mientras manejan.

Autos eléctricos

En materia de vehículos eléctricos México se encuentra muy atrás, mientras en otros lugares como California, Estados Unidos, se han generado incentivos para su utilización. Hasta ahora ninguna autoridad ha tomado la estafeta para impulsarlos. Un camino fácil y obvio sería exentarlos del pago de tenencia y permitir que se estacionen de manera gratuita en zonas con parquímetros. Por el volumen de ventas potenciales que podrían lograr el impacto en las finanzas sería muy limitado. Incluso se podría impulsar su adopción a nivel federal con la eliminación del ISAN y exención del pago de casetas, la medalla sería fácil colgársela y el impacto mínimo. Compañías como Nissan, que en México lleva Airton Cousseau, no han esperado ningún estímulo y se encuentran abriendo brecha con el Leaf.

Nuestro país tiene la oportunidad de construir el futuro hoy, es cuestión de tener un poco de visión.

 

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