La victoria de Mancera

Los mal querientes del jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera, podrían decir que el mandatario debería estar más ocupado en los graves problemas de la capital del país; sin embargo, este hombre ha hecho un gran servicio para los trabajadores dentro del sector formal que menos ingresos tienen.

El primero de mayo esbozó una idea, que fue madurando de una manera excelente hasta convertirse en una iniciativa de ley presentada por el Presidente de la República para desvincular al salario mínimo del carácter, que la irresponsabilidad económica o la fuerza de la costumbre le dieron al monto establecido por la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, de unidad de cuenta para multas, recargos, financiamiento a los partidos políticos y hasta los créditos del Infonavit.

La utilización del salario mínimo fijado por la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos de una manera incorrecta se convirtió en un ancla en contra de los trabajadores. El salario mínimo perdió el carácter que debería tener de cumplir los requisitos mínimos de bienestar fijados en la Constitución.

El efecto fue verdaderamente grave, puesto que durante los últimos 30 años perdió más de 70% de su capacidad de compra.

El jefe de Gobierno decidió trazar su propia ruta y cumplir con su palabra. Presentó una iniciativa que fue aprobada por la Asamblea de Representantes del DF para desvincular al salario mínimo fijado por la Conasami y crear una unidad de cuenta propia que, de hecho, no es la más sólida puesto que simplemente se liga con la meta de inflación fijada por el Banco de México.

Mancera, al no dudar, actuó con una gran responsabilidad en materia económica y logró que el tema se hiciera federal como lo es en este momento.

Riesgos

Cuando iniciaba esta discusión la irresponsabilidad económica del líder nacional del entonces presidente del PAN, Gustavo Madero, amenazó con tirar cualquier posibilidad de avance. De hecho, generó reacciones sumamente adversas.

Trató de usar la consulta pública (que le fue rechazada por la Suprema Corte de la Nación) para aumentar por decreto al salario mínimo. Vamos, una medida al estilo José López Portillo, que fracasó como vía para aumentar el salario para generar inflación.

Afortunadamente privó la cordura. No sólo dentro de los que sí entienden de economía y responsabilidad en el PAN, que se opusieron a la barbaridad electorera que pedía su entonces dirigente, sino también entre líderes de iniciativa privada, sindicatos y la propia Secretaría del Trabajo.

Todas las voces se unieron para establecer que aumentar el salario mínimo por decreto (un acto de voluntarismo político) no era una solución, sino una forma de dañar más a los trabajadores y generar una crisis económica en el país.

En el diagnóstico todos coincidían: El salario mínimo no cumple con lo establecido en la Constitución y la única manera sensata de incrementarlo es por la vía, primero, de desvincularlo de su carácter de unidad de cuenta. Sin este candado el organismo, encabezado por Basilio González, tendrá mayores herramientas para lograr una recuperación. En países de economía muy rudimentaria como Uruguay permitió que el aumento llegará a 300% tras la desvinculación; sin embargo, no es un caso que pudiera replicarse en México.

Conago

Cuando el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, presentó su decálogo para la justicia y el crecimiento de la economía señaló, como de pasada, que presentaría una iniciativa para desvincular al salario mínimo fijado por la Conasami de su carácter de unidad de cuenta. Es importante destacar que 60% de las leyes federales y locales se refiere al salario mínimo como una unidad de cuenta.

Desde el viernes pasado se presentó una iniciativa que está siendo discutida en el Congreso de la Unión que tiene como objetivo la creación de la Unidad de Medida y Actualización que, en un máximo de un año a partir de su promulgación, sea utilizada para sustituir al salario mínimo fijado por la Conasami como unidad de cuenta.

La UMA será calculada por el INEGI  a partir de la base que tenga el salario mínimo vigente en la zona A al momento de su aprobación.

Se trata de una medida correcta, puesto que no generará inflación y permitirá que los aumentos en la productividad puedan ser llevados libremente a los trabajadores que menores ingresos ganan.

Productividad

El desvincular es un gran primer paso, de ahí que la Conferencia Nacional de Gobernadores haya hecho un llamado ayer para acelerar los trabajos legislativos luego de considerar que la iniciativa del Presidente va en el sentido correcto por lo que podría estar aprobada antes del 15 de diciembre cuando concluye el periodo ordinario de sesiones en el Congreso de la Unión.

Sin embargo, hay un segundo paso por lo menos tan relevante en el que también es necesario que gobierno, legisladores y empresarios fijen su atención. Se trata de la productividad.

Senadores como Luis Armando Melgar y el diputado Adolfo Orive Belligner están impulsando un debate dentro del Congreso de la Unión que tiene como objetivo la creación de la Ley para Impulsar el Crecimiento Económico Sostenido de la Productividad y Competitividad de la Economía Nacional.

Insalubridad

En esta columna hemos señalado que es necesario tener un especial cuidado en torno a lo que pasa dentro del sector salud donde hay quienes se están aprovechando para delinquir.

Un caso particularmente grave es el del sector salud de Veracruz, donde la corrupción, falta de infraestructura hospitalaria y venta de plazas a la sección 26 del SNTSA son una constante.

El poder corruptor es tan grande que en poco menos de año y medio el ahora exfuncionario Juan Antonio Nemi Dib se convirtió en alguien igual o, incluso, peor de los que criticaba.

El desabasto de medicamentos y la corrupción en las áreas de adquisiciones se volvió mucho más grave, puesto que Nemi se alió con proveedores deshonestos.

Tristemente las observaciones que ha hecho la Auditoría Superior de la Federación no han sido escuchadas por los funcionarios del gobierno de Veracruz ni por el Congreso estatal. Parece que nadie puede poner orden en este desfalco.