David Páramo

Análisis superior

David Páramo

12 Dic, 2014

Salario mínimo

A pesar de que la Cámara de Diputados ya aprobó la desvinculación del salario mínimo fijado por la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos y la creación de la Unidad de Medida de Actualización y de que se espera que los senadores avalen prácticamente sin discusión las reformas a tres artículos de la Constitución, si usted está esperando cambios dramáticos en el corto plazo más vale que lo tome con calma.

Primero. Más de 60% de las leyes federales y locales refieren al salario mínimo como unidad de cuenta. La iniciativa presentada por el Presidente de la República y aprobada por los diputados, establece que a partir de la promulgación de estos cambios constitucionales, el gobierno federal y los estados tendrán un año para hacer la desvinculación.

Si la Conasami, encabezada por Basilio González, aumentara el salario mínimo más allá de los niveles tradicionales sin que estuviera totalmente lista la desvinculación, generaría gravísimos problemas económicos. Un ejemplo, si aumentara el salario mínimo diez por ciento y no estuviera lista la desvinculación en los créditos que da el Infonavit, sería francamente ruinoso para los trabajadores que usan esta prestación.

Segundo. Aun cuando los tiempos se ajustarán entre la promulgación de la ley y los que tiene la Conasami para establecer el salario mínimo para el año próximo, resulta imposible si se considera la implicación que tiene en otros sectores de la economía.

Ciertamente no faltarán aquellos quienes, profundamente desinformados, dirán que no pasó absolutamente nada; sin embargo, son aquellos que utilizan cualquier tema que no comprenden para tratar de golpear al gobierno a pesar de que esta sí es una iniciativa que salió de la iniciativa privada, líderes sindicales, gobiernos distintos al federal y los propios trabajadores.

Es necesario reconocer que el catalizador de esta iniciativa para desvincular al salario mínimo fijado por la Conasami fue Miguel Ángel Mancera; sin embargo, no fue el jefe de Gobierno de la Ciudad de México el primero o el único.

En 2011 la Conasami lo solicitó formalmente y en el programa sectorial de la Secretaría del Trabajo, encabezada por Alfonso Navarrete Prida, estaba considerado. Si se analizan documentos de la iniciativa privada, la posibilidad estaba planteada desde hace muchos años.

Ahora ha llegado el momento de concentrarse en la productividad y la competitividad que aumente los salarios reales de todos los trabajadores.

Extraños

Uno de los grandes temas de riesgo en las licitaciones que organiza el gobierno federal y los estados es la aparición de empresas que no necesariamente garantizan seguridad en aras de permitir que entren micro y pequeñas empresas.

Ayer le informábamos en esta columna cómo el poder de estas compañías puede coptar a cuanto funcionario se les cruce en su camino, como es el caso de Veracruz donde Juan Antonio Nemi Dib llegó con el discurso de que sería parte de la solución a los graves problemas de corrupción y desabasto en el sector salud de ese estado, pero se convirtió en parte de un problema mucho más grave por la inacción del Congreso del estado ante los continuos señalamientos de la Auditoría Superior de la Federación.

Otro caso es el de Savi Distribuciones. La Cofepris, encabezada por Mikel Arriola, tiene una investigación en contra de esta empresa por haber ganado una adjudicación de 100 millones de pesos con un registro falso.

Quienes tratan de justificar a esta compañía dicen que hay otros casos, como si el mal de muchos fuera el remedio. El problema, en el fondo, no son las guerras empresariales sino la salud de la población en primer término y, en segundo, la aplicación correcta de los recursos del erario.

Gran parte de los problemas tienen que ver con el uso de membretes fácilmente intercambiables. Savi Distribuciones, por ejemplo, en 2012 surtió 1,227 millones de pesos en medicamentos al gobierno; al año siguiente subió a 2,337 millones de pesos y para 2014 alcanzó los 3,538 millones de pesos con 81 claves.

A raíz de la investigación que fue anunciada por la propia Cofepris sobre el registro falso, la empresa cambió radicalmente puesto que ahora sólo presentó seis claves por 106 millones de pesos; sin embargo, empresas como Pentamed, que tiene el mismo domicilio fiscal que Savi y Bionova, con la que dicen no tener ninguna relación, ocuparon este lugar.

Ambas empresas no habían presentado un solo registro en licitaciones de instancias del gobierno federal y ahora Pentamed presentó claves por 2,350 millones de pesos y Bionova por 1,237 millones de pesos.

Sin detenerse en la vinculación accionaria, suponiendo que estas dos empresas ganaran la licitación, cómo le pueden garantizar al Estado mexicano (más importante, a los usuarios del sector salud) que tienen la capacidad para cumplir con lo ofrecido en términos de calidad y de logística para su entrega. Si sólo se trata de membretes o razones sociales, se está ante una situación muy riesgosa. 

El asunto, seamos claros, va mucho más allá. El esquema de compras consolidadas teóricamente es excelente; sin embargo, depende en gran medida de garantizar que no encuentran la manera de colarse empresas que ya fallaron.

Deprimidos

Los deprimidos o los que están enamorados de la crisis critican que el inicio de la Ronda Uno, el primer paso de la Reforma Energética, se dé en medio de un momento complicado en el sector petrolero.

No existe un momento perfecto para nada. De hecho, la obligación del gobierno es poner las bases para un mayor crecimiento de la economía.

La Reforma Energética es, sin lugar a dudas, el cambio más transcendente en ese sector desde la expropiación petrolera y en materia económica desde la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte por su poder de modificar las estructuras económicas del país.

Si la Secretaría de Energía y la Comisión Nacional de Hidrocarburos hubieran cometido el error de posponer la licitación de la Ronda Uno ante la caída en el precio del petróleo, los mismos criticones hubieran dicho cualquier cantidad de barbaridades como señalar que se está deteniendo el progreso del país, que el gobierno no tiene capacidad de hacer las cosas.

Alineación

A partir del primero de enero la Bolsa Mexicana de Valores tendrá una nueva alineación luego de que nombraron a Jaime Ruiz Sacristán y ayer se nombró a José Oriol Bosch como director general. Sin duda, se trata de una mancuerna muy poderosa que deberá cambiar a la BMV desde adentro y hacia afuera para cumplir con su misión en la economía.

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