Salo Grabinsky

Del verbo emprender

Salo Grabinsky

13 Dic, 2014

Un año difícil y turbulento

No hay duda, este año que termina ha sido un periodo inestable en nuestra ya difícil historia como país que trata de reforzar una democracia y mejorar las injustas  condiciones de vida  que son una lacra para un alto porcentaje de nuestra población. Por ende, también busca ponerse al día y adaptarse a la nueva y muy cambiante situación geopolítica mundial que, para variar, se volvió crítica este último cuatrimestre. Empecemos:

Global.- Tres grandes fenómenos nos están causando ansiedad y dificultando la vida. En primer lugar el resurgimiento de extremismos religiosos en Oriente Medio y otros países en Asia y África, con masacres, decapitados y grandes extensiones en manos de ejércitos bien armados y de un fanatismo no visto desde la Edad Media. Lo peligroso estriba en que países europeos y en América del Norte sean contaminados y haya otro (s) actos terroristas que siembren incertidumbre y una poderosa reacción militar. Hay muchos pueblos que pierden por este asunto.

En segundo lugar y ligado al punto anterior, está el espectacular desplome en los precios del petróleo y su efecto en países exportadores que dependen casi totalmente de las divisas que  obtienen de los energéticos y están endeudados hasta la coronilla, como Venezuela y Rusia. Hay muchos factores posibles, pero el hecho es que esto puede provocar una caída de la economía (y a México nos tiene que afectar por un tiempo).

Finalmente, el resurgimiento de gobernantes con ansias imperiales y deseos de recuperar territorios que, con justa razón,  ponen muy nerviosos a sus antiguos satélites. Aunado a esto, empiezan a surgir de nuevo las organizaciones nacionalistas y  grupos fascistas de cualquier índole, y el peligro de retroceso a las terribles épocas del siglo XX y anteriores.

Todo lo anterior sucedió en los últimos meses con una velocidad inaudita y sin una solución adecuada por lo menos en este momento. Desgraciadamente así empezaremos el nuevo año.

México.- Los últimos cuatro meses destaparon una mezcla de problemas, empezando por una salvaje masacre de estudiantes en Guerrero, pero develando una crisis de varias décadas con la inseguridad que aún no se abate en varias zonas del país. Una guerra interna del crimen organizado, muestras de corrupción  y desconfianza que abarcan a muchas instituciones y personas, dolor e indignación, que se mezclan y se confunden con grupos que buscan sus intereses particulares y azuzan el dolor que sentimos, para tratar de prolongar los problemas, en vez de tomar medidas integrales para resolverlos. Hay muchas reformas estructurales aprobadas (y cuestionadas) que aún no se ponen en marcha, causando escepticismo en cuanto a lo que realmente van a beneficiar a la población y no sólo a una pequeña minoría.

El entorno está complicado y nadie puede predecir lo que va a pasar en los próximos meses. Mi sugerencia sería que regresemos, como siempre, a nuestros principios y valores tanto familiares como empresariales; que usemos la cautela y el buen juicio para la toma de decisiones clave, formulemos escenarios y planes de contingencia y estemos preparados para implementarlos. No está fácil la situación, pero ahora puede ser el momento para que, de manera pacífica y ordenada, se una el país para evitar males mayores y empecemos a corregir el rumbo, sin dejar de ver y actuar frente a la situación internacional.

Amigos lectores, yo soy por naturaleza optimista, aunque realista y aun preocupado por los acontecimientos, creo que la población de nuestro país es esencialmente pacífica, tenemos excelentes profesionistas, profesores, emprendedores y una mayoría de buenos gobernantes, y familias sanas por lo que, como siempre, saldremos adelante.

Mis mejores deseos para la armonía, salud y unión familiares en estas fechas y para el nuevo año.

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube