Carlos Velázquez

Veranda

Carlos Velázquez

15 Dic, 2014

El “momento mexicano” y la deseable independencia del CPTM

Si dos características del turismo son la vulnerabilidad y la resistencia —que se observaron con claridad en 2009, cuando la nueva influenza derrumbó esta actividad en México para comenzar su recuperación en 2010—, otra más es que puede dar resultados distintos al conjunto de la economía de un país.

Allí los ejemplos se han multiplicado cuando la paridad cambiaria ha debilitado al peso, lo que en automático provoca que los destinos se abaraten para los viajeros que ganan en monedas fuertes.

Si Luis Videgaray, secretario de Hacienda, reconoce que la crisis de inseguridad en Guerrero y los escándalos de corrupción, uno de los cuáles involucra ahora a su persona, está generando una situación de desánimo entre los inversionistas extranjeros, ello, aparentemente, no debería socavar al turismo.

Primero porque las inversiones en este sector siguen siendo mayoritariamente mexicanas; además de que los ataques al peso aumentan el acceso a los destinos mexicano para quienes ganan en dólares y porque la situación en Guerrero no ha contaminado la imagen del Cancún-Riviera Maya; Los Cabos y Vallarta, los destinos de playa más exitosos.

Sin embargo, este desánimo puede apagar las expectativas de crecimiento en las ciudades de negocios y, claro, ante un horizonte cargado de nubarrones, con una economía a la baja y los precios del petróleo por los suelos, deberá seguir golpeando al turismo interno.

También existe el riesgo de que los viajeros internacionales decidan castigar a un país con un Estado de derecho endeble, sin que les importe que ello afecte a una población urgida de que se genere riqueza y crecimiento.

Así es que es importante que el Consejo de Promoción Turística de México, que dirige Rodolfo López Negrete, tenga una argumentación verdadera y convincente sobre este otro "momento mexicano" y por qué la mayoría de los destinos mexicanos siguen siendo atractivos.

Pero sobre todo sería deseable una posición independiente de la estrategia general de comunicación e imagen que implementará el gobierno mexicano, frente a los problemas de percepción que enfrenta en el extranjero.

Fuera de lo que sucede en el sistema mexicano, es un hecho que las reformas de Enrique Peña Nieto golpearon intereses y no sólo hay quienes apuestan por debilitarlo sino que ello está abaratando al país.

Un gobierno débil y un país vilipendiado, abona a favor de los que obtienen ventajas de la pobreza y la educación deficiente.

Ya vendrán las elecciones de 2015 y 2018 para encontrar alternativas; pero desde una lógica práctica es importante que cada quien haga su trabajo correctamente; y el turismo tiene el reto de mantenerse en la cresta de una ola, que le está devolviendo a México la posición que nunca debió haber perdido como potencia en este sector.

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube