Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

17 Dic, 2014

En alianzas aéreas no inmunidad, sí concentración

Le comento que la Comisión Federal de Competencia Económica, cuyo pleno preside Alejandra Palacios, ya hizo púbica la opinión que envió a la Dirección General de Aeronáutica Civil que dirige Gilberto López Meyer, sobre las condiciones en que se evaluaría una ampliación de la alianza (asociación) de Delta, cuyo CEO es Richard Anderson, y Aeroméxico, que preside Eduardo Tricio y dirige Andrés Conesa.

Recordará que una de las principales controversias durante las negociaciones para revisar el acuerdo bilateral México-Estados Unidos sobre transporte aéreo, fue la petición que realizaron los sindicatos de Aeroméxico, encabezados por Ricardo del Valle, a fin de que se incluyera la solicitud formal del gobierno mexicano al Departamento del Transporte y la FAA de Estados Unidos, de una cláusula de antitrust immunity para asociaciones entre aerolíneas. Al final, no se integró al convenio bilateral que entrará en 2016, pero se agregó en una carta anexa al bilateral.

Mire, la Cofece no responde de forma espontánea, sino que lo hizo a una solicitud de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), que encabeza Gerardo Ruiz Esparza, el pasado 19 de noviembre, para que le enviara una opinión sobre la posibilidad de que las aerolíneas mexicanas celebren alianzas estratégicas con sus contrapartes estadunidenses.

La respuesta es simple, pues le dice que se le trataría como una concentración dentro del marco del artículo 61 de la Ley Federal de Competencia Económica (LFCE), el que refiere que “se entiende por concentración la fusión, adquisición del control o cualquier acto por virtud del cual se unan sociedades, asociaciones, acciones, partes sociales, fideicomisos o activos en general que se realice entre competidores, proveedores, clientes o cualesquiera otros agentes económicos”.

La segunda es que no puede opinar mientras la concentración no sea notificada a la Cofece. La tercera conclusión, la más relevante, es que la concentración podrá ser autorizada, no autorizada o condicionada, dependiendo “de los riesgos que presente, según cada caso, al proceso de competencia  y libre concurrencia”.

La Cofece reconoce que las alianzas internacionales en la industria aérea se han vuelto muy importantes y tienen gran potencial “de generar eficiencias en beneficio de los consumidores, pues mejoran prestación de servicios aéreos”, dada la escala, el mayor número de vuelos, mejores precios y ampliación de servicio, pero el órgano antimonopolios advierte que podrían existir efectos “potencialmente nocivos” para la competencia, si la alianza trae consigo la reducción de la oferta ante la ausencia de presiones competitivas. Digamos que haría lo que el DOJ en EU, revise por ruta, regiones y mercados para asegurar que una alianza no acabe con la competencia.

De hecho, recuerda que la extinta Comisión Federal de Competencia (CFC) analizó tres concentraciones estratégicas entre aerolíneas, la alianza Sky Team la alianza Star Alliance y la One Word y en esas tres ocasiones, dadas las circunstancias de esos mercados, la autoridad de competencia autorizó las concentraciones. Pero no habla en ningún caso de “inmunidad” antimonopolio, pues la figura como tal en México no existe.

De ahí, las conclusiones: cada alianza se revisa “dependiendo del análisis de las condiciones prevalecientes en el mercado”. Es decir, será la Cofece es la que dé la última palabra en cuanto a alianzas entre líneas aéreas de México y de Estados Unidos.

De Fondos a Fondo

Bueno, los cambios de la Ley de Aviación Civil y Aviación General son tan increíbles, que las aerolíneas comerciales y privadas andan de plácemes ya que esta misma semana los grupos aeroportuarios, incluyendo el AICM, que encabeza Alexandro Argudín, y coordinados por Eduardo Escobedo (el cabildero de todos), cumplirán su compromiso de poner a disposición de todos los usuarios, la plataforma de pago electrónico de servicios, atomatización que permitirá dejar perfecta huella de los pagos que se realizan en toda la plataforma de servicios aeroportuarios, sea comercial o aeródromo. Imagine la limpieza de “bolsas” que creará al eliminar el pago de efectivo y la corredera de papelitos y manos con sellos y firmas.

Hacer negocios en México sigue siendo muy atractivo. La consultora PWC, que en México encabeza Carlos Méndez, presentó el estudio Information Guide for Doing Business in México 2015, un extenso documento de cerca de 300 páginas que es una especie de mapa para los interesados en invertir en nuestro país. El documento contrasta con las alarmas que algunos subrayan disque porque es muy mal momento el que enfrenta el programa de energía de México derivado de la caída en los precios del crudo. PWC dice que no afectará la llegada de inversiones al país, así como tampoco las protestas (Ayotzinapa) que se han incrementado en las últimas fechas. Sin duda, una buena noticia, esperemos que así sea.

Pero no todo es miel sobre hojuelas, pues subraya que lo que se debe emendar es la debilidad evidente de la aplicación del Estado de Derecho y reforzar la lucha contra la corrupción. En cuanto a las medidas fiscales de apoyo a las empresas, la firma opina que una buena señal sería colocar la tasa de dividendos al menos en 5%.

Las razones que llevaron a la firma a elaborar la extensa guía es porque, de acuerdo con Carlos Montemayor, socio líder de Global Human Resources de la consultora, existe un gran interés por invertir en México de parte de los inversionistas globales, producto de las reformas que se han venido aprobando en el país, entre ellas la energética, educativa, financiera, de telecomunicaciones y laboral y su Doing Business si dice cómo hacerla en México, no como el del Banco Mundial de Jim Yong Kim, que califica expectativas de quienes dicen que abren microempresas.

La que sufrió ayer por doble partida fue Infraestructura Energética Nova (IEnova), que encabeza Carlos Ruiz Sacristán, porque además de perder la licitación para construir el gasoducto Encino-La Laguna; en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) le pasaron factura y su acción cerró con una baja de 3.2%, siendo la acción que más cayó en la víspera; lo mismo le pasó a Grupo Carso, que dirige Antonio Gómez García.

En contrapartida, la firma mexicana Fermaca, que preside Fernando Calvillo Álvarez, está de manteles largos celebrando que fue la ganadora por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que dirige Enrique Ochoa Reza, la licitación para construir el ducto de gas natural Encino-La Laguna, al presentar la oferta más baja por 531 millones de dólares, el ducto tendrá una extensión de 423 kilómetros y capacidad de mil 500 millones de pies cúbicos diarios. Al menos hoy ¡no impugnará licitación, pues ganó haciendo su mejor esfuerzo!

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