Cómo mantener relaciones significativas en el trabajo

Imponer límites emocionales permiten lograr un equilibro correcto en una relación laboral
Management -
Al encontrar un equilibrio emocional se logran relaciones laborales maduras. Foto: Getty
Al encontrar un equilibrio emocional se logran relaciones laborales maduras. Foto: Getty
Para desarrollar relaciones maduras y significativas debemos crear dos filtros:
 
1. Protegerse de los demás. Una vez trabajé con una gerente que perpetuamente retroalimentaba con sinceridad: “¡Simplemente no eres buen escritor!” o “Bueno, ¡eso fue una tontería!” Mi respuesta inicial fue escuchar como si todo lo que decía fuera verdad. Por fuera, me volví defensivo; pero internamente, estaba emocionalmente golpeado. Necesitaba aprender a filtrar la retroalimentación.
 
2. Proteger a los demás de usted. Por otro lado, una vez trabajé con una líder con quien sentía que podía ser completamente abierto. Un día me dijo: “Valoro lo que dices, pero a veces siento como si me golpearan el plexo solar cuando hablamos”. Claramente, no estaba haciendo un trabajo suficientemente bueno en lo que respecta a proteger a esta colega de mí. Necesitaba elevar el filtro de lo que compartía y cómo lo compartía.
 
Cuando encontramos el equilibrio correcto con estos filtros, encontramos el punto ideal donde prosperan las relaciones.
 
Aprender a aplicar ambos filtros suficientemente (pero no demasiado) es difícil. Si ambos filtros son bajos, usted es volátil: no se protege de los demás ni protege a los demás de usted. Se sentirá hipersensible a lo que le diga alguien pero hablará defensivamente. Quizás se sienta como víctima, pero actuará como bravucón. 
 
Bajo esta situación, pregúntese: “¿Siento que estoy reaccionando de más?” y “¿Parece como que la otra persona está exagerando?” aplique un impuesto a lo que la otra persona está diciendo; asuma que no está 100 por ciento en lo cierto.
 
Cuando ambos filtros son demasiado altos, está aislado. Se muestra sobreprotector con lo que dice y lo que absorbe. No va a ofender ni a sentirse ofendido, pero pudiera parecer distante y un poco frío. Intente abrirse un poco. Diga: “Quiero compartir algo, pero quiero que sea amable”.
 
Si tiene un filtro alto y el otro bajo, es prepotente o vulnerable. Si es prepotente, se siente seguro pero pudiera estar ofendiendo sin saberlo. Cuando es vulnerable, protege a los demás de usted, pero no se protege de ellos.
 
Cuando encontramos el equilibrio correcto con estos filtros, encontramos el punto ideal donde prosperan las relaciones.
 
Greg McKeown es autor de "Essentialism: The Disciplined Pursuit of Less".
 
#kgb 

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