José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

18 Dic, 2014

Profeco pone alto a aerolíneas

La Profeco y la SCT se reunieron con las aerolíneas. El tema: defender a los consumidores de las líneas áreas que, una y otra vez, sufren demoras, vuelos cancelados y lo más recurrente: vuelos sobrevendidos.

La reunión tuvo lugar en la SCT. Ahí estaba Yuriria Mascott, subsecretaria de Transportes, y la aguerrida procuradora Federal del Consumidor, Lorena Martínez, quien había pedido la reunión. Desde luego llegaron los representantes de la Canaero, presidida por Fernando Flores, y algunas aerolíneas. El tema: evitar abusos en contra de los usuarios aéreos.

Indemnizar con 25% del boleto por sobreventa

El primer tema fue la sobreventa de boletos en los vuelos.

Es de lo más común que las aerolínea sobrevendan los vuelos, es decir, que vendan boletos más allá de 100% de capacidad de la aeronave. Y sucede lo que debe suceder: muchas personas se quedan a la espera del siguiente vuelo.

Es cierto que la sobreventa es una operación que también se utiliza en otras partes del mundo, pues al fin y al cabo siempre existen pasajeros que no llegan a su vuelo.

Pero si existe un vuelo sobrevendido, la Profeco propuso que se le avise al pasajero.

El pasajero ya sabrá si se anima o no a comprar un vuelo sobrevendido: deberá llegar temprano, pagar a tiempo el vuelo, etcétera.

Pero si la aerolínea no le avisa de la sobreventa, la Profeco pedirá una indemnización de 25% al pasajero si pierde el vuelo. Es un avance importante.

Retraso de una hora, como si se cancelara

Los retrasos en los vuelos tienen consecuencias graves. El pasajero puede perder su conexión.

O bien, el pasajero puede perder el costo de oportunidad de haber llegado a su destino para cerrar un negocio, o ser aceptado en una universidad, o tener un trabajo nuevo. Lo sorprendente: nadie obliga a las aerolíneas a llegar a tiempo.

La Profeco y la SCT propusieron que si la aerolínea se retrasa más de una hora, el vuelo se considere como cancelado y la aerolínea deba pagar por la cancelación del vuelo.

Impide juez Acción Colectiva contra Aeroméxico

Bajo dicha dinámica, los pasajeros como consumidores pueden defenderse del mal servicio de las aerolíneas a través de las acciones colectivas, que son demandas de muchos pasajeros en contra de una compañía que no les cumplió.

Resulta que la Profeco (Lorena Martínez) intentó meter una acción colectiva en contra de Aeroméxico, pero el juez, en una situación por demás extraña, desestimó la acción colectiva. La excusa fue casi ridícula: no compaginaban exactamente los nombres de los boletos de vuelo con las identificaciones. Claro que no: muchas veces el nombre del boleto de avión omite más de un nombre de pila o apellidos compuestos.

El juez terminó ayudando a Aeroméxico, dirigido por Andrés Conesa, para evitar que 580 usuarios firmaran la acción colectiva.

Sencillamente, Aeroméxico no tendría por qué bloquear una acción colectiva, sino al contrario: dar el ejemplo de que cuando haya problemas con el servicio, van a responder.

Aeroméxico canceló tres vuelos hace alrededor de 22 días. Y no resarció a los pasajeros por la cancelación.

Y ahora un juez desestimó la acción colectiva.

En la Profeco están más que enojados con el actuar del juez, que simple y llanamante es poco entendible.

Salario mínimo: ¿qué le pasó al Senado?

El salario mínimo es una percepción de hambre. Nadie puede explicar cómo siendo un salario formal, ni siquiera tiene la capacidad de compra de la canasta básica de alimentos.

Está por debajo de la línea de bienestar, y por lo tanto origina que los trabajadores, supuestamente formales, sigan viviendo todo el tiempo en la pobreza.

Ya se logró un consenso de la necesidad de elevar a la línea de bienestar, lo cual lo llevaría a una elevación en unos años del actual salario mínimo de 57.98 pesos diarios al de 171 pesos diarios. No hay más.

Sin embargo, algo sucedió en el Senado.

La propuesta iniciada por el gobierno perredista de Miguel Ángel Mancera ha impulsado este debate. Incluso Salomón Chertorivski, secretario de Desarrollo del gobierno de Mancera, ha cabildeado en su favor.

Pero los senadores panistas consideraron que la nueva unidad de cuenta del salario tendría problemas: podría encarecer créditos y otras modalidades.

Lo lamentable. El caso terminó frenando la iniciativa federal para desvincular el salario mínimo de multas, créditos hipotecarios y participaciones de partidos políticos, para poderle dejar en una esfera de política laboral que lo lleve a aumentos considerables, para que por lo menos llegue a la línea de bienestar.

Ahora, los trabajadores que ganan el mínimo corren el riesgo de pasar otro año conteniendo la inflación garantizándoles una percepción que los mantendría en la pobreza.

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