Lo bueno, lo malo y lo feo en salud

Se va 2014 y sin lugar a dudas, la labor que ha tenido la secretaria de Salud, Mercedes Juan, ha sido importante, así como la del director general del IMSS, José Antonio González Anaya, en el proceso de inversión focalizada y ahorro de costos.

Además, por supuesto, por primera vez se realiza la compra de medicamentos en una sola licitación, permitiendo un ahorro de costos de miles de pesos, por demás importante para todas las dependencias de salud pública.

Así, se buscó adquirir más medicamento y tener una presencia de menor escasez de utensilios y medicamento, tanto éticos como OTC, al interior de todas las dependencias públicas.

La apertura de hospitales de especialidad fue otro de los avances en el sector salud.

Sin embargo, entre lo malo es que todavía el servicio no es el óptimo e incluso en algunas clínicas deja mucho qué desear.

Hay clínicas duplicadas, es decir, en menos de 100 metros puede haber una clínica del IMSS y otra del ISSSTE, o más aún, existen unidades donde el servicio médico de especialidad es simplemente nulo.

Qué decir de la falta de oferta para atender la demanda, provocando que en muchos casos las citas, incluso de urgencias, sean por demás prolongadas.

Lo feo. Ni dudarlo: la falta de una reforma de salud pone en entredicho la viabilidad de largo plazo de las instituciones, dado que el pasivo laboral e incluso el pasivo de salud avanza a doble dígito.

Se queda en disyuntiva la posibilidad de que un derechohabiente del ISSSTE pueda atenderse en el IMSS o viceversa.

Queda pendiente una reestructuración interna de todas las instituciones de salud pública, una modificación operativa y administrativa.

Pero sobre todo, la reestructuración de las pensiones de los derechohabientes, caso que simplemente está al límite y que de no atenderse en breve, es decir, en menos de cuatro años, la bomba puede estallar sin poder detenerla.

Además, el esquema de Seguro Popular, aunque muy exitoso, ya rebasó sus posibilidades financieras y está en proceso de quiebra, así que o se modifica o muere en el intento de seguir avanzando. 

La realidad es que los retos en el sector salud son muchos y por demás importantes, así que ojalá vuelva a estar el tema en la agenda del gobierno federal y del Legislativo, permitiendo mejor y mayor movilidad para la Secretaría de Salud, que pudiera hacer una mejor ejecución.

El 2015 será decisivo, la pregunta obligada es si le permitirán seguir avanzando a la Secretaría de Salud o la veremos en stand by.

Lo cierto es que habrá que seguir de cerca el tema, el cual es por demás prioritario para todos los mexicanos, porque quienes no cuentan con un sistema de salud pública, hoy pagan el costo de que éste no esté bien ordenando.