El regreso de Cuba a los circuitos turísticos

El restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba, que anunciaron ayer los presidentes Barack Obama y Raúl Castro, atraerá nuevas inversiones extranjeras a la isla en el corto y mediano plazos y, evidentemente, uno de los sectores de interés será el turismo.

Hace una década esa posibilidad se veía incluso con temor por parte de los destinos turísticos mexicanos del área del Caribe, y aunque es un nuevo elemento dentro del análisis de la competencia turística para México, hoy incluso también generará oportunidades para los empresarios mexicanos dada la cercanía y buenas relaciones con Cuba.

Al menos tres elementos vuelven relevante para el turismo esta isla, como son su oferta histórica y cultural que enriquece su producto de sol y playa; además sus lazos con la comunidad cubano-estadunidense, una de las más poderosas económicamente hablando de Estados Unidos, sin olvidar su ubicación geográfica en el corazón del Caribe.

Claramente la industria de cruceros, por ejemplo, podría incorporar muy pronto a La Habana en sus rutas.

Sin embargo, Cuba padece rezagos importantes en términos de servicio, infraestructura y comercialización moderna de sus productos turísticos; ahora que se pondrá de moda, sería deseable para sus habitantes que los líderes jueguen bien sus cartas frente a este gran momento histórico.

Divisadero

Nuevas inversiones. Durante la cena que ofreció Ken Jowdy para celebrar su segundo campo de golf en el desarrollo Diamante de Los Cabos, diseñado por Tiger Woods, anunció la construcción de dos más provenientes de la firma del famoso jugador.

El primero será un campo pequeño, de nueve hoyos, y el segundo de 18; además Francisco Bulnes, presidente de Grupo Solmar, ya firmó con Greg Norman para contruir otro campo de 18 hoyos a unos kilómetros al norte de Diamante, que está junto a Cabo San Lucas, del lado del Pacífico.

Si a ello se suma el inicio de la construcción de los segundos nueve hoyos del campo de 18 en Puerto Los Cabos de Jack Niklaus, resulta que la oferta para practicar este deporte estará creciendo fuertemente en el destino.

Un reto será reposicionarse en los mercados correctos, pues hoy son mucho más famosos otros paraísos para golfistas como Hawai, Scottsdale y Florida, cuando Los Cabos tiene una personalidad propia que explotar.

Cambios operativos. Después de que José Kalach rompió unilateralmente el contrato que tenía con AM Resorts, de Alejandro Zozaya, que operaba el otrora Secrets Marquis Los Cabos, ahora Casa del Mar, en Cabo Real, dejó de operar con la firma Zoetry, de la misma cadena especializada en los todo incluido de playa.

A diferencia de lo que sucedió con el Marquis, este cambio fue de acuerdo mutuo con Eduardo Sánchez Navarro y sus socios, propietarios del inmueble.