La factura de 2014

El 2014 fue un año de muchos retos, pero también cuya factura será alta de cobrar. Es bien sabido que la aprobación de las reformas estructurales no era la panacea si no se instrumentan correctamente, e incluso todas requerirán de ajustes para que su impacto sea el correcto.

Comenzando, por instrumentar medidas que mejoren la productividad y disminuya el costo para ser formal, de lo contrario la precarización del empleo seguirá a lo largo del año.

Y aunque las proyecciones de los analistas estiman que en 2015 se podrían generar más de 700 mil empleos formales, cifra que va a estar por encima de los registros de 2014, la realidad es que la calidad y la productividad de éstos no se visualiza sean las mejores.

Hay dos bases fundamentales que apoyarán a la economía: un mayor crecimiento de la economía de Estados Unidos y el gasto público de 2014 en México, el cual se verá reflejado en 2015, pero ello no es el detonante de las condiciones en México.

Si bien es cierto, las proyecciones oficiales muestran una economía que en el 2015 tendrá una expansión del PIB cercana a 3.7%, cifra muy por encima de la estimación de 2014, pero no hay que olvidar que aún no se han recuperado las plazas de calidad que se tenían antes de la crisis de 2008 y 2009, y con las condiciones actuales en que se encuentra la economía, no hay forma de que se disminuya la precarización en el empleo.

Definitivamente tiene que haber un cambio profundo. Como también deberá verse el tema fiscal.

Si bien es cierto que para el ejercicio de 2015 no habrá nuevos impuestos, y sólo lidiaremos con los que se tienen actualmente, que son; 30% de ISR para personas morales y hasta 35% para personas físicas; además de 10% en reparto de dividendos de las personas morales y un IVA de 16%, hay puntos que deberán cuidarse.

Para 2015 el medio de comunicación entre los contribuyentes y las autoridades fiscales será a través del buzón tributario.

Además, seguiremos viendo el fortalecimiento de los cambios para que la gente se incorpore a la formalidad, los cuales van funcionando, prueba de ello es que ahora es más común que se solicite la emisión de una factura electrónica.

El reto en cuanto a lo fiscal se refiere, será la contabilidad electrónica, dado que el medio electrónico todavía está rezagado en muchos lugares del país.

Sería bueno que ahora se aplicaran la cercanía y necesidades de los empresarios, a fin de que los beneficios de las reformas estructurales permeen a la sociedad. El reto no es nada fácil, pero los pasos ya están más que señalados. Así que ojalá puedan darse.

Esta columna volverá a publicarse hasta el próximo 7 de enero por motivos de fin de año. Les deseo una Feliz Navidad y un excelente 2015. Hasta entonces.