Adina Chelminsky

Aprendiz de brujo

Adina Chelminsky

19 Dic, 2014

Trabajar durante las vacaciones

¡Ohhhhh!... Las anheladas vacaciones, esos preciados días en los que te desconectas del mundo exterior y de las presiones cotidianas y te dedicas a asolear la piel y/o a engordar la panza.

Jajajajajaja. Eso si no eres emprendedor o pequeño empresario. Porque cuando tu negocio depende de ti, los días feriados y vacaciones son un mito tan real como el monstruo de Loch Ness. Cuando la empresa es tuya, va contigo a donde vayas. Por más maravilloso que suene la promesa de “dejo todo el trabajo en casa y lo atiendo cuando regrese”, la realidad es que muchos empresarios empacan con ellos sus problemas y pendientes y los tienen que atender durante sus vacaciones.

¿Cómo hacer para que esta realidad no se convierta en una pesadilla familiar y profesional? ¿Cómo hacer para que el cumplir con las obligaciones que inevitablemente tienes que llevar de viaje sea lo menos doloroso personal y familiarmente y lo más efectivo profesionalmente?

Primero, sé completamente abierto con tu familia, pareja o compañeros de viaje y diles que tienes que dedicar tiempo de la vacación al trabajo. Cierto, esto es poco romántico y no concuerda con el mito del hombre/mujer dedicado a la familia, pero es mucho mejor que trabajar a escondidas (como muchos lo hacen) y estar peleando durante la vacación. Establece un límite de tiempo que le vas a dedicar al trabajo. A qué hora vas a trabajar, a qué hora vas a estar conectado, a qué hora vas a responder textos y correos.

Segundo, viaja preparado. Nada peor que no poder trabajar de manera eficiente en el poco tiempo que tienes disponible. Es mejor ir sobrepreparado. Por ejemplo, puede sonar como una muy buena idea “sólo usar el business center para dedicar menos tiempo al trabajo y no llevar mi computadora”, pero quizá esto no sea lo ideal por cuestiones de logística y es mejor llevar tu propia máquina que va a hacer el trabajo más rápido y cómodo. Vigila llevar todos los archivos que puedas necesitar, o tener una buena conexión a carpetas compartidas con aplicaciones como Dropbox o Google Drive. De antemano también planea las conexiones a la red para que puedas conectarte lo más rápido y barato posible. Pregunta si tu hotel tiene Wi-Fi y si hay que pagar por el servicio y/o si tienes que contratar un plan celular adicional o una conexión remota.

Tercero, sé claro con “propios y extraños”. A la gente de tu oficina, si es que dejas a alguien a cargo, proporciona instrucciones claras de qué asuntos atenderás y cuáles no y cómo tiene que proceder en cada caso. También mientras estés de vacaciones informa a todos a los que contestes correos (clientes, proveedores, prospectos, etc.), textos o llamadas que estás de vacaciones. No como una manera de victimizarte, sino para que tengan una expectativa más relajada de tus tiempos de acción y de respuesta.

Cuatro, no pretendas hacer lo que no puedes hacer. No pongas en duda tu profesionalismo y la imagen de tu negocio por tratar de hacer imposibles. Si hay algo que no puedes hacer estando de vacaciones (porque no tienes las herramientas, el tiempo, las ganas, la cabeza, la concentración…) es mejor que pidas una disculpa adelantada y una promesa de atender el asunto cuando regreses que dar una solución al aventón o una respuesta mediocre.

¡Felices Trabacaciones!

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube