Luis Enrique Mercado

Perspectivas

Luis Enrique Mercado

12 Ene, 2015

El petróleo ya no paga nuestro gasto

México ha tenido durante décadas los clásicos síndromes de países petroleros: gasto público en expansión, burocracia creciente, corrupción en ascenso y negativa social para financiar el gasto público con impuestos y no con ingresos petroleros.

Pero este camino, de que las finanzas públicas dependan del petróleo debemos darlo por agotado y actuar en consecuencia.

Gracias a este último punto, México no ha podido hacer una Reforma Tributaria en la que todo mundo pague impuestos en lugar de financiar 40 centavos de cada peso con ingresos petroleros.

Cuando se produce suficiente petróleo y los precios del energético están altos, eso es el paraíso.

Cuando la producción y los precios se caen aparece el infierno.

Y ese infierno se le está apareciendo a México; en especial si los precios del petróleo se mantienen deprimidos durante un año o más.

Hasta ahora no hay un panorama claro, dadas las contradicciones en que ha caído la Secretaría de Hacienda las últimas semanas.

Apenas el 13 de noviembre del año pasado el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, detalló el tema de las coberturas petroleras que México adquirió para proteger sus ingresos petroleros en 2015.

En esencia, México compró coberturas, para proteger en 76.4, la exportación de 228 millones de barriles diarios, lo cual garantizaría al 100% los ingresos petroleros de México en caso de una baja en el precio de energético.

Si esto es así, ¿porqué el propio Luis Videgaray apenas iniciando el año habló de recortes en el gasto dada la caída en los precios del crudo?

Habría que decir que nadie esperaba que el precio del crudo se derrumbara a los actuales niveles.

Pero también, que la preocupación principal sea 2016 en caso de que el precio se mantenga deprimido, ya que para entonces no habría forma de hacer coberturas.

Para aclarar el panorama, Hacienda debe informar con precisión si la cobertura tiene algún piso. Es decir, ¿se garantizan los 76.40 dólares por barril aunque el precio llegue a 40 o a 20. ¿Existe algún piso a partir del cual el seguro ya no cubre?

Como quiera que sea, el golpe es muy grave. Los ingresos petroleros representan 6.5% del PIB y el 27.5% de los ingresos totales de 2015.

México necesita actuar ya como lo que es: un país en el que los ingresos petroleros de los siguientes años no están garantizados, por lo cual sus finanzas públicas están al borde del abismo.

Una actitud responsable sería la de planear cuál es la Reforma Tributaria que el país necesita para no depender de los ingresos de petróleo.

La respuesta ya se sabe: un impuesto generalizado al consumo que permita elevar los ingresos tributarios de 10 a 18% del PIB en un periodo de varios años.

Pero no iniciar por ese camino es mantener la actitud de país petrolero que hemos tenido en las últimas décadas y que hoy nos causa problemas, porque nuestra producción va a la baja y el precio se ha derrumbado.

Pensar que el precio se plantea en 40 dólares por barril y, siempre y cuando se mantenga la actual plataforma de exportación, significa que en 2016 perderíamos más de la mitad de los ingresos petroleros de este año. Y eso no sería manejable más que con un recorte monstruoso en el gasto público y con un aumento de la deuda.

Nadie quiere ese, que es el peor de los mundos.

Habría que conformarnos con un panorama que —siendo doloroso porque nos hemos acostumbrado a pagar pocos impuestos— nos garantice que las finanzas públicas no dependan del petróleo.

México financió su gasto con el campo, luego con deuda y ahora con el petróleo. Esta tercera alternativa parece agotada, cuando menos hoy por hoy.

Hasta el próximo lunes con nuevas… Perspectivas.

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