Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

17 Ene, 2015

Estructura ahorro-financiamiento en México

A principios de semana se publicó un documento de Fundef que busca presentar de una manera esquemática la estructura del ahorro financiero en México y cómo se destinan esos recursos. La buena noticia es que la tendencia, en los últimos años, ha sido positiva. Lo interesante es que el mercado de financiamiento está segmentado. La mala noticia es que pueden generarse vulnerabilidades en el mediano plazo.

En el año 2003 el crecimiento del ahorro financiero en México era cercana a 60% del PIB; una década después, en 2013, era un poco inferior a 89% del PIB.

Es decir: durante estos años el ahorro financiero creció por el desarrollo de la economía, dándose un proceso de profundización financiera. El resultado es que este mayor ahorro financiero permite una mayor disponibilidad de recursos para el financiamiento.

La estructura del ahorro financiero, en poco más de sus dos terceras partes, se basa en ahorro por intermediarios y títulos en el mercado local, mientras que otra parte se obtiene del exterior. Es decir: hay una mezcla razonable, además de que la base de ahorro interno hoy es buena.

De manera casi paralela, durante el mismo periodo, el financiamiento total en México creció de niveles cercanos a 60% del PIB a 87% del PIB. En conclusión: este proceso de mayor profundización financiera ha hecho que se tenga una mayor base de recursos disponibles para financiar a los sectores público y privado en México.

Cuando se analizan las estructuras de intermediación de recursos en México se observa un mercado segmentado. Por una parte, lo que financian, preponderantemente, al sector privado y los que financian, principalmente, al sector público.

En el primer grupo tenemos a la banca y a los organismos de vivienda del Estado. De la banca, el equivalente a poco más de 80% de los recursos de captación se dedica al sector privado. De los recursos de captación la banca, se destina una parte menor a financiar al sector público, ya sea con valores gubernamentales o con deuda directa.

En cuanto a los organismos de vivienda del Estado, estos financian créditos hipotecarios para la adquisición de vivienda por un equivalente al 7% del PIB. Son un participante muy relevante en el financiamiento al sector privado.

 En el segundo grupo tenemos a los inversionistas institucionales (afores, sociedades de inversión y aseguradoras), a los inversionistas privados y a la parte del ahorro externo que se financia con instrumentos de deuda en el exterior.

Para todos éstos el porcentaje de financiamiento al gobierno de los recursos que tienen es superior a 70%. Es decir, estos vehículos han sido la vía por la que el gobierno ha tenido acceso a financiamiento los últimos años.

Podemos observar que el mercado del financiamiento esta segmentado de acuerdo a su destino. Las posibles explicaciones por las que el segundo grupo no financia más al sector privado pueden ser la falta de disponibilidad de títulos, el nivel de riesgo y la tecnología de otorgamiento de crédito al sector privado en los diferentes segmentos. Es difícil que desaparezca esta segmentación en el mercado.

Son dos las posibles vulnerabilidades: la primera se relaciona  con la dinámica del crecimiento reciente del ahorro financiero externo; la segunda con un posible impacto del crecimiento del endeudamiento del gobierno que imponga una restricción al crecimiento del crédito al sector privado.

En cuanto a la primera, si bien la mezcla entre ahorro financiero interno y externo es razonable, si continua creciendo con una mayor dinámica el componente externo podría llegar a generar una mayor vulnerabilidad en nuestra economía.

Esta visión de posible vulnerabilidad ante una salida de capitales es un fenómeno que se ha comentado sobre la realidad de coyuntura actual, incluso en documentos oficiales.

El proceso de profundización ha permitido que el financiamiento, tanto en el sector público como en el privado, hayan crecido de manera importante en los últimos diez años.

Viendo a futuro, si el gobierno no reduce el ritmo de aumento en el endeudamiento los próximo años y el ahorro financiero no crece a un buen ritmo se podría llegar a presentar el caso en el que haya restricción al financiamiento al sector público.

Para mayor detalle, el documento esta disponible en www.fundef.org.mx

*Director General del FUNDEF 

guillermozamarripa@itam.mx

 

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