David Páramo

Análisis superior

David Páramo

22 Ene, 2015

¿Disparo en el pie?

Desde principio de año se ha presentado cualquier cantidad de rumores y especulaciones en torno a la participación de Citigroup como propietario de Banamex. Vamos, siguen en aumento las listas de supuestos compradores e interesados por el segundo banco del país.

Estos trascendidos han crecido con base en que la gente los repite y los repite, como si se tratara de un mantra que terminará generando rentabilidad.

Hasta el momento, la única declaración oficial que hay sobre el tema la dio Michael Corbat, presidente mundial de Citigroup, al señalar que se trata de una franquicia altamente rentable que no está en venta.

Dividamos hechos de especulaciones y después veamos la verosimilitud de esta operación.

Hechos

Primero. Se dio una muy fuerte fricción entre Manuel Medina Mora y Corbat a raíz del descubrimiento del fraude perpetrado por Oceanografía en contra de Banamex. Los estadunidenses exageraron la nota como parte de una estrategia para debilitar la posición de los mexicanos que, en materia de rentabilidad, han sido ejemplares. Basta ver el balance.

Segundo. Al Banco de México y a la Secretaría de Hacienda les molestó el manejo que dio Citigroup a este asunto, no sólo dentro del balance de la institución global sino del propio Banamex, que no representa una cantidad importante. Más allá, tampoco se trató de una falla en los controles o una práctica reiterada de la institución de crédito.

Tercero. Hasta el momento, ni ejecutivos de Banamex ni Citigroup han dado señales de reconciliación ni tampoco de que el pleito creció. Resulta, por lo menos, aventurado especular sobre el poder que tiene Medina Mora en este momento al interior de la institución.

Especulaciones

Quienes siguiendo el principio “periodístico” de que si el río suena es porque agua lleva, hablan de posibles compradores como Alfredo Harp y Roberto Hernández (¿juntos o separados?), quienes de pronto extrañan el banco que compraron en la privatización.

Carlos Slim, primero porque no hay lista de compradores en México que no tenga a este hombre y (vamos es un cliché) y porque Inbursa compró banco Walmart... Si usted no entiende qué tiene que ver una cosa con otra, no se preocupe. No hay relación.

Otros han puesto a Banorte. Aquí hay dos imposibilidades.

Cuando compró Ixe fue condicionado por la entonces Comisión Federal de Competencia a no realizar más adquisiciones. La segunda, más importante, es que la administración de Roberto González Barrera tiene que asumir el control y mostrar liderazgo frente a los fondos de inversión del banco más pulverizado en la capital del país, y después pensar en una operación que suena demasiado grande.

Es más fácil que el doctorcito Guillermo Ortiz realice una compra hostil, un peligro que está en el radar de la Secretaría de Hacienda y de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, a que Banorte realice una compra pronto.

Bueno también se menciona al grupo de inversionistas en torno a Ve por Más. Quizá sea porque fueron dueños de Bital o porque uno de sus más importantes accionistas ahora preside la Bolsa Mexicana de Valores.

Es curioso que en todas las especulaciones no se incluyan otras instituciones que operan en México. Si se trata de aventar nombres de una forma irresponsable, aquí está la aportación de este columnista.

Puede ser Scotiabank, puesto que acaba de nombrar a Enrique Zorrilla como su presidente del Consejo de Administración y él fue muy alto directivo de Banamex.

También estaría, en esta oleada de locura, HSBC porque Luis Peña será vicepresidente de la ABM o Santander, porque Ana Botín dice tener una gran cercanía con México.

Verosimilitud

Resulta poco creíble que una institución financiera internacional de las más importantes del mundo decida tomar acciones en su contra por un capricho o, dirían algunos, por pérdida de confianza en la administración mexicana. Eso suena muy, pero muy ridículo.

Léalo como es. Como se presentó un fraude (ínfimo para el tamaño de Banamex y de Citigroup) ya no confiamos en los mexicanos, así que recogemos nuestra pelota y nos vamos.

Seguramente no faltarán los súper chairos, quienes inventen una babosada como decir que como México es un Estado fallido y no tienen confianza en la administración de Enrique Peña Nieto y tienen miedo por la inseguridad y por los 43 y por cualquier otra babosada quieren salir del país... Si le parece exagerado vea los medios sociales dominados por estos grupos tan ridículos como desinformados.

Citigroup tiene presencia en países con graves debilidades institucionales y problemas económicos reales, bajo el principio de rentabilidad. Nadie, aun cuando tenga un poco de inteligencia empresarial, se pelearía con sus estados financieros.

El sector bancario en México presenta tres características fundamentales: Primero. Tiene márgenes muy elevados para las instituciones y de ahí que genere altísima rentabilidad.

Segundo. Se trata de un sector perfectamente bien regulado, es decir, en el cual los riesgos de una crisis bancaria son mínimos toda vez que México es de los países que mejor cumple con los acuerdos de Basilea III.

Aquí también debe sumarse la solidez de la economía y la posibilidad de crecimiento en la medida que aterricen las reformas estructurales que se realizaron durante los dos primeros años de la administración de Enrique Peña Nieto.

Tercero. La penetración del sistema financiero mexicano es muy baja en comparación con otras naciones de similar grado de crecimiento. Si se tuviera una bancarización similar a la que se tiene en naciones como Brasil, implicaría un crecimiento del ciento por ciento en el negocio bancario.

No es común que una empresa internacional esté dispuesta a perder uno negocio que ya está generando alta rentabilidad por algo que, según los rumores, tienen que ver con la mala relación entre funcionarios. Así, que si Banamex fuera vendido no sólo sería una sorpresa sino un error digno de estar en los libros de historia.

Suena ilógico que Banamex fuera vendido; sin embargo, es divertido seguir la historia.

Recuperación

El paquete de apoyos anunciado ayer por el presidente Enrique Peña Nieto, en materia de vivienda, busca atender de una manera transversal las necesidades del sector.

Lo mismo establece normas para la autoconstrucción, créditos hipotecarios para los que ingresan en la formalidad o para los afiliados al Fovissste, quienes no tendrán que esperar a los sorteos sino que también reduce tiempos y costos de licencias de construcción; regulariza adeudos de IVA a los pequeños proveedores o que los constructores que vendan a plazos sólo pagarán ISR por la parcialidad anual.

Jorge Carlos Ramírez Marín, titular de la Sedatu y coordinador de las acciones de vivienda, destacó que éstas no sólo se construyen con mejores estándares de calidad sino que ya 65% se ubican en los perímetros de contención urbana, es decir, donde realmente vive la gente.

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