Carlos Velázquez

Veranda

Carlos Velázquez

23 Ene, 2015

“Atractividad” y globos aerostáticos en Teotihuacán

SAN JUAN TEOTIHUCÁN.— Sí, “atractividad”, ese neologismo que inventó el hoy consultor Óscar Espinosa, difícilmente pasará a formar parte del idioma español; la idea es clave para el turismo y una historia notable se está escribiendo en el Estado de México.

Javier Merino, piloto de profesión, se dedicaba hace diez años a apoyar esfuerzos publicitarios tripulando un globo aerostático y así descubrió que la gente de diversas poblaciones del país mostraba interés por estos artefactos.

Entonces inició pruebas para fundar una compañía familiar y llegó a las inmediaciones del sitio arqueológico de Teotihuacán, que resultó ideal para volarlos no sólo porque está rodeado de espacios dónde aterrizar sino debido a sus paisajes majestuosos.

En unos seis años esta firma, que se llama Volare, no sólo cuenta con cien empleados sino que hay otras cuatro que le hacen competencia y además entre todas persiste una buena relación.

Aunque no hay cifras concretas, existen indicios de su éxito como el hecho de que el hotel Villas Arqueológicas, con una operación que data de la década de los setenta y que está a unos pasos de las pirámides, reconoce que 20% de su ocupación los fines de semana está vinculada a los globos.

Un sábado o domingo es común que vuelen al mismo tiempo unos 20 en dos turnos y los habitantes de la zona no sólo disfrutan con el espectáculo multicolor, sino que agradecen la derrama que generan.

Merino también ha sabido mantener buenas relaciones con las autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a partir del respeto al sitio arqueológico e incluso por el servicio que le ha prestado a sus investigadores.

Y es que desde el aire han identificado zonas en donde existen claramente vestigios de otros tiempos y que a ras de tierra no habían visto.

De hecho, la única vez que uno de estos globos aterrizó en un terreno dentro del sitio, fue cuando el propio Merino transportó al entonces presidente Felipe Calderón para la realización del programa de televisión del llamado Royal Tour.

Además, tiene un récord impecable en los temas de seguridad y de aquel terreno que comenzó rentando, ya ha desarrollado lo que llama un “globopuerto” con hangares y equipo que renueva constantemente.

Este emprendedor ha analizado otras zonas similares para ampliar su operación y, por ejemplo, alrededor de Chichén Itzá se ha encontrado con que hay mucha selva y pocos espacios para que bajen las canastillas.

La historia es un ejemplo de que si bien el turismo es una actividad compleja, que requiere inversiones importantes en asuntos como la hotelería, también se nutre de buenas ideas y autoridades que no las obstaculicen.

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