Empresas defraudan con préstamos que no entregan

La empresa Creditum Group ofrece créditos por hasta 500 mil pesos, pero solicita un adelanto de 17 mil pesos; después de que es pagado, el dinero prometido nunca llega
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La página de internet de Creditum Group es el primer vínculo con los clientes que quieren solicitar un préstamo a para solucionar problemas económicos. Foto Archivo
La página de internet de Creditum Group es el primer vínculo con los clientes que quieren solicitar un préstamo a para solucionar problemas económicos. Foto Archivo

CIUDAD DE MÉXICO.- El fraude cometido por Ficrea a más de siete mil ahorradores por alrededor de dos mil 700 millones de pesos podría ser la “punta del iceberg” de las estafas que se cometen no sólo en el mercado “regulado”, sino sobre todo fuera del sistema financiero formal, en donde no existen ni cifras, ni autoridades que puedan responder por las personas defraudadas.

Tal es el caso de la empresa Creditum Group, constituida bajo la figura de Sociedad Anónima solicita a los clientes a cambio de un préstamo, el depósito de determinada cantidad con el argumento de que se trata de una garantía recíproca con la cual el cliente avala que responderá por el préstamo.

Además, dicha empresa opera también bajo el nombre de Grupo Pro Expansión Total, con el mismo modus operandi de oficinas virtuales y teléfonos móviles, y solicitudes de dinero como condición para obtener el financiamiento.

De acuerdo con una investigación realizada por Excélsior, Creditum Group no cuenta con oficinas, ni con teléfonos fijos. Atiende desde unas oficinas rentadas en la calle de Aristóteles, en  la colonia Polanco y los teléfonos son móviles, de la empresa Movistar, que de día están encendidos y después de las seis de la tarde, apagados.

Los ejecutivos solicitan a los clientes realizar un depósito en una cuenta de Banamex a nombre de Aissa Belkacem Issad, y prometen que el préstamo se hará 15 días después. Fecha que nunca llega.

El fraude

Luego de que Ricardo Martínez (quien para esta investigación pidió ocultar su verdadero nombre para evitar represalias) viera reducido su ingreso en una tercera parte tras el impacto de los cambios fiscales en 2014, buscó alguna alternativa que le permitiera hacer frente a las deudas, cuyos intereses lo estaban acabando y las estaban convirtiendo en impagables.

En internet encontró muchas compañías dispuestas a dar préstamos “sin consultar el Buró de Crédito” desde 500 pesos, mil, hasta medio millón de pesos o más.

Así fue como en agosto contactó a la empresa Creditum Group a través de un correo desde la página de internet de la compañía www.creditumgroup.com y se puso en contacto con él el ejecutivo Isaid Cruz.

“Envío este correo en respuesta a su solicitud de servicios financieros para pequeñas y medianas empresas y personales interesadas en líneas de crédito aplicable en las áreas de liquidez, capital de trabajo, proyectos de construcción, arrendamiento, factoraje entre otros (...) Me ocupo en buscar nuevos negocios y encaminar todo el proceso para autorización de la línea de crédito, para desarrollar las operaciones de principio a fin; aportando conocimientos contactos de alto nivel y una amplia experiencia en el sector”, prometió el ejecutivo por correo electrónico.

Asimismo, ofreció “pronta respuesta a su solicitud de financiamiento (72 horas máximo), tasas competitivas sobre saldos insolutos y flexibilidad en relación a su evaluación de crédito, contemplando sus necesidades y requerimiento”, y como requisitos pedía copia de su credencial de elector, un comprobante de domicilio y de ingresos por los últimos tres meses.

Ricardo era sujeto de un préstamo, según sus ingresos, de hasta un millón de pesos. Él solicitó la mitad y a cambio le pidieron un depósito de 17 mil pesos que sirve, según le explicó Isaid Cruz, para la creación de un fondo del cual salen los recursos para otros créditos bajo la figura de sociedad de garantía recíproca.

Convencido de que era la única opción para enfrentar la situación que cada vez lo tenía más con la soga al cuello, Ricardo tardó un mes en juntar el dinero y apenas realizó el depósito, recibió en su domicilio el “contrato” de servicios en el que se especifica que la cantidad es para gastos del trámite del crédito, lo que no garantiza que el financiamiento sea otorgado, y precisa que Creditum Group no es una entidad financiera.

En la opacidad

Preocupado por la situación, por la que pasaba el entrevistado acudió directamente a las oficinas de la compañía, ubicadas en Aristóteles 77, colonia Polanco, en la Ciudad de México, en donde apenas si había una recepcionista encargada de tomar los recados, pues el edificio pertenece a la empresa Regus, dedicada a la renta de oficinas virtuales.

Quince días después de realizar el depósito, Ricardo no había recibido ni un solo quinto del dinero prometido.

Comenzó a llamar a todas horas a los teléfonos 6594-9746, 4751-2061 y 6640-1372 y cayó en cuenta que al ser móviles, cada vez era más difícil que atendieran su llamada.

Tras canalizarlo a una supuesta área de “atención a clientes”, el supuesto asesor no volvió a darle respuesta.

El gerente de División Comercial de Grupo Pro Expansión Total, Alexander Herrera Ríos, dijo desconocer por qué los recursos no habían sido liberados, pero le comentó que de no estar conforme con la situación, podía acudir ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) a presentar su queja y “a ver si procedía”.

Los ejecutivos de Creditum Group envían correos a sus clientes potenciales desde la cuenta servicioalcliente@greditumgroup.com y desde cuentas personales con el dominio @expansiontotal.com.mx

Los teléfonos de contacto son los mismos para las dos empresas y las supuestas oficinas de Grupo Pro Expansión Total se encuentran ubicadas en Enrique Ibsen 40, piso tres, también en la colonia Polanco, y son oficinas virtuales pertenecientes al Grupo Office Polanco.

Operaciones al descubierto

Ésta es la forma en la que operan los defraudadores:

1.- Las empresas se anuncian en Internet, ofreciendo préstamos sin consultar Buró de Crédito y con respuesta inmediata.

2.- El futuro cliente establece el contacto a través de su página de internet y solicita informes sobre sus servicios.

3.- Un ejecutivo de la empresa contacta vía correo electrónico al futuro cliente ofreciéndole asesoría personalizada para cumplir su meta financiera.

4.- El ejecutivo ofrece, según ingresos, créditos hasta por 5 millones de pesos a pagar en 20 años, a una tasa fija sobre saldos insolutos de 6.28% y como respaldo, un pago de 2.6% del crédito para formar parte de una Sociedad de Garantía Recíproca más gastos de administración.

5.- Para la pre aprobación del crédito, el cliente deberá entregar comprobante de ingresos de los últimos 3 meses, IFE y comprobante de domicilio.

6.- En menos de 72 horas le informan que el préstamo ha sido aprobado.

7.- El cliente deposita el monto requerido al número de cuenta indicado por el ejecutivo de la empresa.

8.- En una semana le llega a su domicilio el contrato en donde se especifica que es para la gestoría del crédito y no garantiza que el dinero sea otorgado.

9.- El dinero nunca es entregado.

10.- El ejecutivo no vuelve a atender las llamadas del cliente.

Aumentan 50 por ciento denuncias por fraudes

En el último año el número de quejas que llegan a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) sobre casos de empresas no financieras que piden dinero a cambio de un crédito y termina convirtiéndose en un fraude al perder su dinero y no recibir el préstamo aumentó 50 por ciento al llegar a más de 900 denuncias.

En entrevista con Excélsior, Martha Carrillo, directora de quejas de Profeco dijo que esta cifra ha aumentado en el último año, en donde 70 por ciento de los casos se resuelven a favor del cliente.

A noviembre pasado, la Profeco recibió 951 reclamaciones de consumidores con un porcentaje de conciliación de 70 por ciento; mientras que en todo 2013 esta cifra se ubicó en 635 quejas.

“Van a la alza las reclamaciones y el principal motivo tiene que ver con la negativa a la prestación del servicio. Esto es, tú dijiste que me vas a dar un crédito y ahora resulta que tú me estás pidiendo más requisitos o más documentos que no me dijiste al principio”, explicó.

Otro de los motivos de quejas es la negativa por parte de estas entidades a rescindir el contrato, ya que muchas veces las empresas solicitan comisión por apertura y luego le piden otra cantidad de dinero para agilizar el trámite, y al final, de todos modos no les dan el préstamo y dicen que la institución financiera se los negó.

Martha Carrillo comentó que se han detectado a empresas supuestamente dedicadas a la gestoría de préstamos con prácticas fraudulentas, a las cuales es difícil identificar y sancionar ya que los domicilios que registran los cambian con facilidad, de tal manera que cuando la autoridad lleva a cabo inspecciones, ya no están en el domicilio donde registraron estaban ubicadas.

“No sé ha identificado a un número de empresas que se dedican a esto, ya que nosotros no registramos empresas, ni tenemos inventario. Las empresas no tienen obligación de venir a registrarse porque no se tiene un padrón de proveedores y por eso se desconoce cuántas existen a nivel nacional”, dijo.

Lo que sí, explicó, es que una práctica recurrente es que puede tratarse de la misma empresa que cambia de domicilio.

“Entonces hoy están en un domicilio y mañana se cambian dos o tres cuadras, con las mismas personas e incluso con el mismo teléfono, pero ya no me llamo como me llamaba hace un mes sino que cambian de razón social”.

Además, precisó que estas empresas no están obligadas a registrar sus contratos ni ante la Profeco, ni la Condusef, por lo que se desconoce las cláusulas con las que defraudan a sus clientes.

Tener cuidado

Mario Di Constanzo, presidente de la Comisión Nacional para la protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) comentó que al ser una empresa no financiera, no está sujeta a la Ley de Transparencia y Ordenamiento de los Servicios Financieros.

Sin embargo, se ha detectado un mayor número de consultas ante el organismo sobre lo confiables que pueden ser estas empresas y de ahí que Condusef recomienda no realizar operaciones financieras con entidades que no están reguladas por las autoridades correspondientes.

“Se hace un llamado a la población para estar atenta y no caer en el ofrecimiento de empresas que sólo buscan obtener un beneficio económico indebido de las personas que acuden a ellas, por considerar que obtendrán un producto financiero, de forma más sencilla que ante una entidad financiera formal”, dijo.

Explicó que estas empresas gestoras no son entidades financieras y por lo tanto, no están incluidas ante el Registro de Prestadores de Servicios Financieros (SIPRES).

Explicó que su modo de operar es mediante anuncios en periódicos o por “volanteo”, en donde ofrecen préstamos desde 30 mil hasta cinco millones de pesos, con planes preferentes, intereses bajos, pagos fijos e incluso señalan que no consultan a los burós de crédito, con la promesa de entregar el préstamo a los pocos días de iniciado el trámite, el cual se maneja sólo mediante cita en sus oficinas.

Solicitado el financiamiento, se pide un depósito que puede ser de seis por ciento del total del préstamo requerido, por concepto de gestoría y gastos de administración.

 

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