Canaero: relevo esperado

La aviación comercial en México enfrenta varios desafíos, pero el principal es la ausencia de coordinación de las principales líneas aéreas nacionales para saber plantear soluciones gremiales ante la autoridad y frente a pares en la industria, como los proveedores de servicios y los grupos aeroportuarios.

Por eso es relevante lo que ocurrirá hoy en la asamblea de la Cámara Nacional de Aerotransportes, en la que se espera que por mayoría de votos, no unanimidad, Fernando Flores de Aeromar, sea ratificado en la presidencia del organismo.

Le daba cuenta oportuna del proceso que, en el inter, conllevó a la renuncia del director general de la cámara, Víctor Pavón, pues uno de los aspectos que en ocasiones provoca fricción entre los asociados es el que se carece de un equipo que haga la chamba para la industria, no que use al personal de las empresas en lo particular.

Y mire, hay personas muy capaces que son consejeros de la Canaero, que podrían ser contratados para realizar esa chamba del día a día, que tiene que ver con los temas de industria, que son conocidos y respetados por todos como Alejandro Cobián de la carguera Mas Air.

Como la anticipé, Juan Carlos Zuazua, de Grupo Viva, expresó su intención de buscar la dirigencia de la Canaero, pero también que no lo haría si no contaba con el consenso de todas las líneas aéreas nacionales. Parece que sólo tendría el voto de Interjet, que lleva José Luis Garza.

De hecho, desde fuera se advierte que Fernando Flores, dada su trayectoria y experiencia, es un activo para el gremio, pero puede hacer mejor el trabajo de representación si tiene equipo que trabaje con todos, no que todos pretendan que sea su empleado. Eso implicaría revisar inclusive la proporción de cuotas, no para regatear sino para analizar cuánto debe invertirse en la representación gremial profesional de la industria.

Así las cosas, lo que le comento es suposición basada en la información que poseo, pero todo puede suceder y para las 9:00 de la mañana sabremos si Flores repite o si Zuazua, quien además tiene tareas estratégicas en el Grupo Viva, llega a la dirigencia.

Ahora, los desafíos son importantes, porque no sólo la industria nacional, internacional, de pasajeros y de carga tienen que lograr que en la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México se considere la opinión de los usuarios, sino lograr que en el actual AICM, que dirige Alexandro Argudín, no se deje de invertir para mejorar su operación y eficiencia; establecer un diálogo más fluido con la DGAC para la implementación  bilateral con Estados Unidos, lograr un acuerdo de distribución de slots de acuerdo con parámetros internacionales (IATA), revisar la relación con los grupos aeroportuarios para revisar integralmente la estructura de costos atados, mejorar la relación con la Profeco para trabajar activamente en pro del servicio al usuario sin escándalos, establecer parámetros de renovación de la flota aeronáutica para que se cumplan los mismos requisitos para todas. En fin. Es una lista larga que todos conocen.

De Fondos a Fondo

Anuncios relacionados con la política hacendaria en Banobras. Evidentemente el nombramiento del director general es uno y el otro, el del Bansefi, pero Luis Videgaray, secretario de Hacienda, no acostumbra a convocar a rueda de prensa para anunciar cambios en la estructura a menos que se trate de cambios, que tengan que ver con política hacendaria.

Ya sabe que los momios tienen en la delantera para ocupar las direcciones generales de esos bancos de desarrollo a Abraham Zamora, titular de la Unidad de Productividad, para Banobras, y Luis Madrazo, titular de la Banca de Desarrollo, para Bansefi.

Pero le digo que la conferencia permitirá al titular de las finanzas nacionales aclarar el proceso de reacomodo del gasto público, inclusive cómo se logrará mejorar la expectativa de ingresos de las haciendas estatales (bonos cupón cero, probablemente) que sí registrarán una caída de ingresos, porque hacia el segundo bimestre comenzarán a resentir la merma del copete del ingreso petrolero por encima de la referencia. En fin. Es un anuncio que tiene alta prioridad para la planeación económica en nuestro país.

En otro relevo. Quedó electo por unanimidad en la vicepresidencia de Bancos A, Luis Niño de Rivera, vicepresidente de Banco Azteca. Él se integrará al Comité Directivo en sustitución de Daniel Becker de Mifel. Así, en la asamblea de asociados, esperaría la confirmación de que Luis Robles Miaja, se mantendrá por un año más en la presidencia de la Asociación de Bancos de México, y con él repiten como primer vicepresidente, Ernesto Torres Cantú, de Banamex, y entra como vicepresidente de Bancos B, Luis Peña Kegel, de HSBC; como presidente de Bancos A, Luis Niño, y como vicepresidente de Banca Internacional repite Héctor Grisi, de Credit Suisse.

Recordará usted el ríspido problema que se generó con el establecimiento de cupos para la importación de juguetes y artículos de bebé, entre la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), que preside Vicente Yáñez, y una gran parte de los jugueteros del país, en especial con Mattel de México, que dirige Roberto Jacobo Isaías Zanatta, y otros integrantes de la Asociación Mexicana de la Industria del Juguete (Amiju), que encabeza Miguel Ángel Martín.

Le cuento que la Amiju ya pegó el grito en el cielo y le pidió a la Secretaría de Economía, que encabeza Ildefonso Guajardo,  que haga oficial el cupo que impuso a la importación de juguetes y artículos para bebé, con la finalidad de establecer un piso más parejo entre los productores nacionales y los importadores.

El asunto es clave, porque el retraso en la publicación del cupo en el DOF porque genera incertidumbre y los agremiados de la Amiju “tienen compromisos comerciales que cumplir y que no se pueden concretar sin la definición regulatoria”, que lleva un mes de retraso.

Le recuerdo que las nuevas disposiciones sobre el cupo y el mecanismo de asignación para importar juguetes y productos para bebé, con vigencia del 1 de enero de 2015 hasta el 31 de diciembre de 2018, considera un cupo anual de poco más de 219 millones de dólares.