¿La mayoría de los CEO son demasiado viejos para innovar?

El ejecutivo más joven de la lista de Harvard Business Review de los 100 CEO de Mejor Desempeño es Simon Wolfson, de Next, con 46 años. De acuerdo con una investigación sobre edad e innovación, incluso él quizá ya ha superado su clímax creativo.

Los mejores CEO siguen aprendiendo todos los días, y esto más que podría compensar cualquier caída en creatividad que venga con la edad.

Tal como lo resumió Ezekiel Emanuel en The Atlantic a principios de este año:

Dean Keith Simonton, de la Universidad de California, en Davis, una luminaria entre los investigadores de edad y creatividad, sintetizó numerosos estudios para demostrar una curva típica de edad y creatividad: la creatividad aumenta rápido al comienzo de la carrera, llega a un clímax aproximadamente 20 años después, más o menos entre los 40 o 45 años de edad, y después entra a una lenta caída relacionada con la edad”.

En comparación, el CEO promedio de nuestra lista tiene 58 años. El número de directores ejecutivos de cuarenta y tantos años es empequeñecido por el número que califica para Medicare.

¿Los mejores directores ejecutivos podrían ser demasiado viejos para innovar?

En un documento de investigación de 2010, Benjamin Jones, de Kellogg, encontró que los ganadores de premios Nobel y los grandes inventores de todo el siglo XX hicieron la mayor parte de su trabajo innovador entre los 30 y antes de los 50 años. Solo 14 por ciento lo hizo después de los 50 años.

Esto sugiere que para cuando la mayoría de los CEO llega a la oficina del último piso, sus años más creativos e innovadores quedaron atrás.

Pero la edad promedio del trabajo merecedor de premios Nobel y de innovación técnica ha aumentado. En 1990, era de alrededor de 30 años; para el 2000, era de casi 40 años. En las ciencias naturales, la edad promedio de los ganadores de Premio Nobel de Física actualmente es de 48 años.

Parcialmente resultado de la mayor esperanza de vida, este incremento también refleja los años adicionales de educación requeridos para hacer descubrimientos científicos. También se requiere tiempo para aprender administración.

Los mejores CEO siguen aprendiendo todos los días, y esto más que podría compensar cualquier caída en creatividad que venga con la edad.

Por supuesto, el puesto de director ejecutivo requiere más que creatividad. Los investigadores estimaron la cúspide de edad para la buena toma de decisiones financieras en 53 años. Por tanto, otras habilidades críticas de administración siguen mejorando.

En un documento de investigación reciente, investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts y de la Universidad de Pensilvania encontraron que firmas con directores ejecutivos más jóvenes persiguen la innovación de forma más agresiva, medida por el número de patentes que solicitan.

Estos ejecutivos más jóvenes no eran inherentemente más innovadores, pero buscaron compañías más innovadoras y contrataron inventores de menos edad (esto ayuda a explicar por qué los CEO de empresas tecnológicos exitosas nuevas son mucho más jóvenes que las cabezas de compañías más establecidas).

Formar y mantener una organización innovadora significa contratar la gente correcta y financiar los proyectos indicados, y la experiencia es invaluable. Pero la juventud tiene ciertos beneficios en lo que respecta a creatividad, y gerentes de todo tipo deberían recordarlo.

Walter Frick es editor asociado de Harvard Business Review.

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