Litigios contra Kalach en Los Cabos

MADRID.— Si los resultados obtenidos por José Kalach, propietario del hotel Marquís Los Cabos, no fueron los que esperaba a través de la cadena AM Resorts, cuyo director general es Alejandro Zozaya; sin duda había otras opciones más serias al camino que tomó.

En plena recuperación del ataque del huracán Odile, Kalach rompió el contrato que tenía con su operadora, AM Resorts, sin considerar las cláusulas que había al respecto en el contrato de operación.

Según ese documento debería avisar con seis meses de anticipación y liquidar todos los adeudos derivados de dicha relación comercial.

Lo que sucedió, en cambio, fue que Kalach ocupó el inmueble, cambió las cerraduras y despidió a todos los empleados de la operadora sin decir ni agua va.

Ahora enfrenta una demanda mercantil por un monto que suma ya cuatro millones de dólares, más daños y perjuicios, y cuya solución provendrá de los tribunales.

Pero además la exdirectora general de ese hotel tiene abierta una demanda legal en contra de Kalach por secuestro o privación ilegal de la libertad; pues el día de la intervención, sus colaboradores la encerraron en una oficina para tratar de obligarla a firmar su renuncia.

Una lástima todo esto, pues lo que era una operación comercial se ha convertido en un “tango”, cuyos últimos versos y acordes todavía no se han interpetado.

Divisadero

Comunicación. Durante la cena que Claudia Ruiz Massieu, secretaria de Turismo, ofreció ayer miércoles en el hotel Palace de Madrid a los inversionistas españoles, una historia emergió desde el averno.

A los propietarios de empresas españolas como Riu, OHL, Meliá, Iberostar y otras más no se les olvidan aquellos días en que la ETA, el grupo terrorista del llamado país Vasco, cometió atentados contra varias ciudades de España.

Entre las grandes lecciones de una época tan triste, estos hombres de negocios rescataron que la gente siguió llegando a los destinos fuera de la influencia el país Vasco y que si no hubierado sido por el turismo, muchas más personas habrían tomado actitudes violentas debido a la pobreza.

Hubo solidaridad, por lo tanto, hacia la situación de México pues si bien los crímenes de Ayotzinapa han cimbrado al mundo; negar que en el país hay muchas alternativas para hacer turismo de forma segura, serían tanto como orillar a muchos más a una vida de miseria.

Más allá de partidos, colores, ideologías, México tiene una vocación turística evidente y dejar de apoyarlo debido a un hecho terrible en una zona geográfica y políticamente delimitada, condenaría al país a una situación extraordinariamente lamentable.

Así es que los empresarios españoles del turismo están conscientes de que hoy es el momento de encontrar nuevos proyectos en un país que les ha dado a ganar tanto.