En 25 años, México será un país desarrollado

CIUDAD DE MÉXICO.- México tiene una plataforma competitiva inigualable a escala mundial, por lo que puede y debe aspirar a ser un país desarrollado en los próximos 20 o 25 años, señaló Enrique de la Madrid Cordero, director general del Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext).

En el marco de la presentación de su libro, México en la generación del desarrollo, nunca tan cerca como hoy, el funcionario precisó que a pesar de la caída en los precios del petróleo, el país tiene ventajas comparativas significativas con respecto a otras naciones, que le permitirían ubicarse como una potencia económica mundial en las siguientes décadas.

Tenemos estabilidad macroeconómica, una economía abierta, una ubicación geográfica estratégica, una industria altamente competitiva, bono demográfico, clases medias, recursos energéticos naturales, inflación controlada, reservas internacionales amplias, todo ello conforman una oportunidad histórica para el crecimiento”.

Aunado a ello, el entorno global presenta condiciones favorables para el crecimiento de México, tales como un mejor desempeño de la economía estadounidense y la desaceleración en China y Brasil, naciones que estaban atrayendo más inversión extranjera que nuestro país.

No obstante, precisó que en su libro no sólo se habla bien de lo que se ha hecho en México, sino que reconoce los retos y deficiencias en materias de salud, vivienda, productividad, Estado de Derecho, democracia y acceso a los servicios financieros.

En este sentido, acotó que una de las principales barreras al desarrollo económico del país es el bajo nivel de penetración crediticia.

Son tres los elementos por los cuales el país no crece y uno de los que hablo es de una baja penetración financiera. Tenemos un sistema financiero chiquito, para el tamaño de la economía y un sistema que presta poco no le permite al país crecer más”, comentó De la Madrid Cordero.

Asimismo, reconoció que la competencia económica en el territorio nacional se ha traducido en una apertura comercial que dejó monopolios privados y públicos, encareciendo el acceso a bienes y servicios, además de mercados más competitivos, para crecer es necesario aumentar los niveles de productividad.

Al respecto, detalló que las reformas aprobadas durante los últimos 18 meses buscan eliminar estas barreas al crecimiento económico; sin embargo, el gran reto ahora es la instrumentación.

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