Cemex está de regreso

Lorenzo Zambrano decía que su cementera iba a seguir adelante porque tenían procesos de credibilidad en el mercado, que su proceso de reestructuración de deuda iba a darles la confianza necesaria para volver a ser una de las acciones más cotizadas del mercado de valores.

Sin duda tenía razón. Pero los golpes mediáticos a veces ayudan.

Apetito por los CPO de la cementera

Ayer los CPO de Cemex en la Bolsa Mexicana de Valores fueron por mucho los mejor cotizados del mercado.

Subieron 13.09%, y todo porque el director de Finanzas de la cementera regiomontana dio a conocer la venta de activos.

Sí, Cemex regresó.

Hace tiempo no veíamos a la empresa volver a hacer lo de ayer: sorprender al mercado.

Cuando Zambrano y su equipo fueron comprando en España, en Europa, en África, en América del Sur, nuevas compañías, el mercado lo veía bien. Sabían que iba a ser un negocio apetecible para economías con necesidades de construcción.

El problema de Cemex fue cuando compró Rinker.

Ahí se atragantó con una fuerte deuda y se le atravesó la crisis financiera de 2008, que cerró los mercados crediticios. El resultado: una deuda que creció como bola de nieve.

Golpe mediático, falta ver la venta de mil 500 mdd en activos

Cuando Fernando González, director general de Cemex, se presentó ayer con inversionistas y les dio a conocer que venderían activos entre mil y mil 500 millones de dólares en los siguientes 12 a 18 meses, la acción de la cementera subió como espuma.

Es el primer golpe mediático y bursátil que dan en la administración presidida por Rogelio Zambrano Lozano y dirigida por Fernando González.

El objetivo de Cemex es regresar a su grado de inversión. Lo haría vendiendo activos, y así podría pagar por lo menos 500 millones de dólares a su deuda.

Y vaya que Cemex ha vendido activos. Tan sólo el año pasado desinvirtió 250 millones de dólares, pero para el tamaño de la compañía regiomontana, se necesitaba más.

El anuncio gustó a los mercados.

Desde activos no estratégicos hasta nuevas acciones

Para desinvertir entre mil y mil 500 millones de dólares, se tendrán que deshacer de activos no estratégicos, hasta ir a los mercados con acciones de las empresas para su desinversión.

Esperemos que la cementera regiomontana siga al pie de la letra el anuncio de reducción de deuda, de venta de activos.

Y al fin y al cabo se tendrá un nuevo Cemex, menos grande, pero con más generación de valor, buscando volver a estar entre los primeros lugares de confianza de los inversionistas al obtener su grado de inversión.

Rinker, se atragantaron

Cemex tuvo su grado de inversión antes de 2008, antes de comprar Rinker por más de 15 mil millones de dólares, antes del crack mundial de 2008.

Hoy en día sigue con riesgo crediticio por parte de las distinas agencias calificadoras (recordemos que el riesgo crediticio estaba en las B+). Pero Cemex quiere regresar a las calificaciones A, a volver a ser una acción apetitosa en el mercado y, claro, a volver a crecer, pero cuidando la deuda.

Objetivo: regresar a las A de grado de inversión

La deuda actual de Cementos Mexicanos llega a los 16 mil 291 millones de dólares, según recuerda Reuters.

Estarían pagando, tan sólo este año, 500 millones de dólares de deuda, y eso si van a seguir invirtiendo en activos fijos y mantenimiento alrededor de 800 millones de dólares.

Quizá Cemex ya no pueda competir en tamaño mundial con Lafarge o Holcim. Pero sí podrá competir en rentabilidad. Ahí viene la nueva estrategia.

En lo dicho: más pequeña, pero con mayor generación de valor. Parece que Cemex está de regreso.

Forbes y Alejandra Sota, la demanda

No cabe la menor duda de que Forbes ha innovado con sus distintas listas de clasificaciones.

La más famosa es la de los hombres más ricos del planeta. La revista se encuentra en México con buenos contenidos, innovadores y con trabajo de investigación.

Sin embargo, Forbes siempre ha tenido un pequeño problema: deja colar en sus metodologías para hacer sus listas cuestiones de opinión o que se prestan a favores políticos.

Por ejemplo, siempre que ponían a los hombres más ricos del mundo, en México nos ponían El Chapo Guzmán, cuando su fortuna no era comparable con ninguna otra formal: no paga impuestos, no tiene todo su dinero en los bancos, está fuera de la ley.

Y ahora vimos a Alejandra Sota, exvocera del gobierno federal en la administración de Felipe Calderón, demandar a Forbes en Nueva York por situarla entre las personas más corruptas de México (lo dio a conocer en el noticiero de Ciro Gómez Leyva).

Lo sorprendente es que Forbes se basó en “opiniones” o en “percepción”, pero no en ningún hecho real como para difamar a una persona. Sota hizo bien en defender su nombre.