Hace un año

Aprincipios de febrero del año pasado el clima económico era verdaderamente malo. Había quienes, con irresponsabilidad, llegaron a plantear que la economía mexicana entraría en una recesión y hasta usaban parcialmente datos económicos para, según ellos, sustentar sus dichos. Ciertamente los datos duros no eran los mejores.

Hoy la realidad es totalmente diferente. Si se ven los principales indicadores económicos resulta que se ve un crecimiento sostenido de la economía: por primera vez desde que se mide el nivel general de precios, hace 45 años, en enero se registró deflación y la anualizada es la menor en seis años.

Los diferentes indicadores que da a conocer el INEGI han mostrado consistencia en la recuperación como lo muestra el de producción industrial que durante diciembre creció a una tasa anual de 3%, donde destaca especialmente la construcción que avanzó a una tasa de casi 6%. La venta interna de vehículos creció más de 21%, lo que muestra que, en los hechos, hay un mayor consumo interno de este tipo de bienes.

Sin embargo, el clima de opinión no ha mejorado tanto como se debiera. Hay quienes siguen preocupados por la volatilidad coyuntural del tipo de cambio que se explica por la caída del precio del petróleo y el cambio de la política monetaria en Estados Unidos, que si bien han generado volatilidad, no cambian los fundamentales de la economía nacional.

A pesar de la coyuntura, la realidad es que la economía avanza muy bien.

Buen programa

El programa Mi Primer Crédito anunciado ayer por el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, va en el sentido correcto. Uno de los principales obstáculos que tienen los jóvenes emprendedores para crear o impulsar empresas es la falta de acceso al crédito que, la mayoría de las veces, no se les otorga porque no tienen historial crediticio que, sin duda, es un elemento fundamental para otorgar financiamientos con alta posibilidad de recuperación.

Los bancos simple y sencillamente no tienen elementos objetivos para dar créditos a personas que no tienen historial crediticio y ellos no pueden tenerlo porque nadie les da financiamiento.

Así las cosas, este programa busca ayudar a los jóvenes a tener acceso al sector financiero mediante esquemas de participación entre la banca de desarrollo y la comercial que, sin lugar a dudas, deberán tender al mayor crecimiento de estas micro y pequeñas empresas.

Nueva estrategia

El autonombrado Comité de Ahorradores de Ficrea, que no representa a todos los depositantes y no fue electo por nadie, comienza a dar claros signos de debilidad, puesto que la mentira no podía mantenerse durante más tiempo.

Muchos de sus integrantes son cercanos a Rafael Olvera y por lo menos en dos casos no existen registros de que se trate de acreditados, es decir, son simples infiltrados que están para proteger los intereses del defraudador o que pueden sacar provecho.

Cada vez más depositantes se han dado cuenta de que el camino correcto es estar cerca de la intervención, registrarse como ahorradores y confiar en un hecho concreto: la mayoría está prácticamente cubierta por el seguro de depósito de las 25,000 UDIS, algo así como 131,000 pesos.

Sus voces han dejado de ser atractivas para legisladores quienes, más tarde que temprano, se están dando cuenta de que el único camino es el que planteó desde el principio la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, encabezada por Jaime González Aguadé, puesto que se han mantenido apegados a la ley y han tomado las medidas correctas. Que evidentemente no hubo omisiones por parte de la autoridad y que el camino que han seguido es el marcado por la ley.

Influye también que muchos de los que han solicitado las mesas de diálogo no pueden hacerlo porque no han demostrado ser acreditados como ahorradores de esas sociedad financiera popular.

Al principio de esta semana buscaron a Morena y les pidieron algo que es absurdo hasta para la secta que encabeza Andrés Manuel López Obrador: usar fondos públicos para rescatar a privados que fueron defraudados por un privado. Hasta para Morena sería caer demasiado bajo.

Les queda la esperanza de Fauzi Hamdan, quien tan ególatra como equivocado, cree que una figura que dice él haber legislado serviría para obligar al gobierno a pagar todo en un lapso menor a ocho meses. Antes de prometer plazos y acciones de este tipo debería reconocer que primero tiene que iniciar el proceso legal y después ganarlo, lo que resulta muy poco probable.  

Mony Sacha

Desde que era presidente de la extinta Comisión Federal de Telecomunicaciones en esta columna señalé una y otra vez acciones que iban entre la profunda irresponsabilidad y hasta dar indicios de actos de corrupción por parte de Mony Sacha de Swaan.

Usando las redes sociales, este individuo se defendía con insultos cada vez más bajos que sólo muestran su verdadero tamaño o, simplemente, como vive juzga. En las partes menos frívolas acusaba a sus críticos de estar vendidos, ser plumas pagadas o escribir por consigna.

Ante los hechos, aplicaba la de otro tipejo, Marcelo Ebrard: tratar de hacer creer que era víctima de una conspiración del monstruo de dos cabezas, otros comisionados o incluso de posiciones políticas en contra de la competencia. Llegó a la ignominia cuando, escondido atrás de la carriola de su hijo, se lloraba pobre.

Luego de que este martes, por unanimidad, el pleno del Senado de la República aprobó un punto de acuerdo para que la Auditoría Superior de la Federación y la Secretaría de la Función Pública investiguen diversas imputaciones que podrían constituir delitos, ya no le queda hacerse la víctima. ¿Dirá ahora que los legisladores actúan por consigna o son pagados?

Bueno, también podría decir que el duopolio de la televisión abierta coptó a senadores de todos los partidos políticos para dañar a un hombre que sólo, según él, tanto hizo por la apertura de la televisión abierta. Habría que recordar que, por su culpa, el gobierno de Felipe Calderón incumplió con la promesa de licitar las frecuencias de televisión abierta y se tuvo que hacer mediante la reforma constitucional que, entre otras cosas, desapareció a la Cofetel.

Mony Sacha deberá responder ante la justicia y responder por sus acciones. Ya era hora.