Piden una segunda Reforma Financiera

CIUDAD DE MÉXICO.- México requiere una segunda ola de reformas financieras que posibiliten financiar no sólo con crédito, sino con capital a los nuevos emprendedores, para que se permita una verdadera movilidad social, coincidieron economistas y empresarios.

En la presentación de la investigación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y del Centro de Estudios Espinosa Yglesias, “La opción empresarial en América Latina ¿Vía de ascenso?”, Alfonso Romo Garza, presidente de Plenus, explicó que la Reforma Financiera no es suficiente para ayudar a financiar a los nuevos empresarios.

“Creo que el sistema financiero mexicano debería estar orientado a que hubiera cajones para que se facilite que cualquier muchacho que tenga una buena idea pueda acudir y los mecanismos estén para que fluya el capital, para que tengan socios y después debe venir el crédito”, explicó.

En entrevista, Romo detalló que “los emprendedores con buenas ideas necesitan capital, porque no lo tienen y para ello requieren socios que aporten el dinero, puesto que el crédito te mata al cabo de seis meses; pero si tienes capital, soportas, porque alineas intereses”.

“Creo que en México lo que falta es ese mecanismo para facilitar el capital”, añadió.

Cuestionado acerca de quién debe aportar este capital inicial, dijo que las finanzas públicas ponen el paraguas, los operadores son todos, la banca de desarrollo, la privada, instituciones de seguros y casas de bolsa.

“Mencioné el ejemplo de Suecia, que es importante; si en este país se invierte en creación de nuevas empresas no hay impuestos a las ganancias de capital, por los riesgos”, abundó.

Para mí una verdadera Reforma Financiera es cuando un individuo levanta la mano y le fluye el capital, y creo que el sistema financiero no está diseñado para que realmente haya capital”, enfatizó.

Movilidad social

Reconoció que en México no observa movilidad social por medio del emprendedurismo.

“Es algo que me preocupa mucho; por eso dije que la misión del empresario es crear más empresarios, no solamente crear empleos, las fuentes de trabajo se crean solas”.

Santiago Levy, vicepresidente del BID, lamentó que la mayor parte de los recursos productivos del país fluyan al sector informal, en donde no se reconoce la escolaridad de las personas ni las habilidades por lo que la vía de ascenso social a través de mejores trabajos también se debilita.

En México los mercados son altamente ineficientes, particularmente nuestro mercado de trabajo. Esto al final deriva en que quienes tienen talento empresarial acaban siendo empleados y quienes no tienen talento son empresarios”, recalcó.

En el fondo este es el eje central de por qué no ha crecido el ingreso per cápita en México en los últimos 20 años.

“Crear más empresas sin potencial productivo es difícil que sea una vía de movilidad social y tampoco es una vía que permite cosechar los frutos educativos”.

“Cabe la reflexión de que en lugar de hacer políticas de emprededurismo, ¿no sería mejor abordar los problemas sistémicos que tenemos en los mercados?”, agregó.

Para concluir, Levy recomendó repensar los incentivos económicos, los cuales se están dirigiendo a la informalidad. También sugirió rediseñar el financiamiento de la seguridad social en el país.

“Llevamos varios años caminando en la dirección equivocada”; argumentó que algunos de los incentivos en el marco regulatorio en materia laboral, y lo incorporado en las distintas leyes de salud y de pensiones, son algo crecientemente deformado.

*DR