Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

14 Feb, 2015

Entorno global divergente

La interacción global entre países y entre mercados es cada vez más compleja. No se puede atribuir la situación a un sólo factor. Hay que buscar entender la mayor parte del contexto. Trataré de explicar que existe un entorno que no sólo ya no es consistente sino que, además, esta pasando a ser divergente entre Estados Unidos y la Unión Europea.

Desde que inició la crisis en 2008, lo que observamos en Estados Unidos y en Europa fue una situación en la que variables como el crecimiento del PIB y el desempleo se movían en la misma dirección.

Las acciones de política pública, en ambos lugares, fueron consistentes. Se promovió un mayor gasto público como una medida contracíclica para reducir el tamaño de la contracción económica. También se siguió una política monetaria de estímulo con reducciones de tasas de interés y programas para inyectar liquidez.

En el caso de las tasas, estas disminuyeron de manera importante pero este tipo de apoyo tiene un límite que es una tasa de 0%.

Mantener los programas fiscal y monetario en el largo plazo no es sostenible. Es decir: los déficits elevados, las tasas cercanas a 0% y la inyección significativa de liquidez a la economía se deben revertir eventualmente. Todos los participantes del mercado entienden que el proceso de reversión se tiene que dar.

Ante una situación similar de desempeño económico y con programas de apoyo parecidos, las acciones que se tomaron en cada uno de los países fueron distintas. En una se tomaron las decisiones difíciles y en la otra éstas se han postergado.

Por ejemplo, en Estados Unidos se adoptó una política muy estricta cuyo objetivo era recapitalizar al sistema financiero y lo han logrado. Por otra parte, en Europa no tomaron el mismo enfoque con los bancos y en varios países no han iniciado procesos de reforma que son muy necesarios, como en el caso de Francia lo es la revisión de las condiciones y beneficios para los pensionados.

El resultado es que la economía de Estados Unidos recuperó el nivel pre-crisis para 2011. Para el caso de Europa fue hasta 2014.

Otro ejemplo es el caso del desempleo. En Europa sigue por encima de 11% en promedio con varios países por encima de 20%. El contraste con Estados Unidos es radical, ya que llegó a niveles superiores a 10% y la información reciente revela que el nivel actual es de 5.6%.

Diferentes resultados llevan a visiones distintas respecto de lo que tiene que pasar con los programas de estímulo en ambos lugares.

En Estados Unidos, el crecimiento económico y la disminución en el desempleo hacen razonable adoptar las medidas de reducción gradual en el déficit fiscal y ajustes a la política monetaria.

Consistente con lo anterior, la Reserva Federal ha venido retirando los estímulos monetarios y ha dado señales de que iniciarán con el proceso de aumento en las tasas de interés. El cuando preciso es lo que se mantiene incierto.  Puede ser a mediados de año o postergarse a finales del año.

En la información pública disponible se percibe que la postura de la mayoría es ir con cautela, para no ser un factor que afecte la trayectoria de recuperación.

Por su parte en Europa, en la última reunión del Banco Central se acordó un programa de compra de bonos. Además, la tasa de interés está en niveles cercanos a 0% y no se prevé que aumente.

Lo que observamos es que los Bancos Centrales tendrán divergencia en sus políticas monetarias,  como ya se comentó antes sobre el desempeño económico. Esta situación no tendrá impacto local, sino que tendrá incidencia en el desempeño de los mercados globales.

Un ejemplo es el proceso en el que el dólar se ha apreciado contra el euro. La cotización pasó de niveles cercanos a 1.40 dólares por euro hace una año al actual de 1.14 dólares por euro. Este proceso de apreciación de dólar se ha generalizado con muchas otras monedas.

Lo que he descrito, y muchas otras variables, han hecho que en los diferentes mercados financieros globales se dé un fenómeno de mayor volatilidad.

Concluyendo, lo que sucederá en México es que hay una buena y otra mala. La mala es que estamos en un entorno de mayor volatilidad y que tendremos mayores tasas de interés en Estados Unidos durante el año. La buena es que, de las economías divergentes, la que está bien es la que jala a nuestra economía, que es Estados Unidos. Creo que el balance no es nada malo.

*Director General del FUNDEF
guillermozamarripa@itam.mx

 

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