Pretende Marhnos rescate financiero

Malas inversiones y operaciones en una de sus concesiones le han provocado un descalabro financiero
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La empresa ha sido denunciada por edificar obras sin calidad, como ha sucedido en Yucatán y Tamaulipas.  Foto: Especial
La empresa ha sido denunciada por edificar obras sin calidad, como ha sucedido en Yucatán y Tamaulipas. Foto: Especial

CIUDAD DE MÉXICO.- En contraste con el recorte presupuestal anunciado para 2015, Grupo Marhnos, constructora de la familia Mariscal Servitje, ha solicitado al gobierno federal su apoyo, “un virtual rescate”, ante el cuantioso descalabro financiero que le ha provocado la construcción y operación del Puente Internacional Reynosa–Anzaldúas–Mission.

Diversas fuentes confirmaron que en la industria ya se advierte un “virtual rescate”, lo que se podría concretar al revocar la concesión que Grupo Marhnos tiene en ese cruce fronterizo que está en operación desde enero de 2010.

La concesión fue otorgada en julio de 2007, para ser operada por 28.5 años mediante Concesionaria Internacional Anzaldúas Sociedad Anónima, filial de Grupo Marhnos; pese a las inconformidades por ser la misma constructora que demostró la mala calidad de sus trabajos en la construcción del Puente Reynosa–Pharr.

En 2011, tan sólo un año después de su inauguración, el Puente Anzaldúas tuvo que ser sometido a un proceso de renovación y seis años después, en 2015, es una de las tres únicas concesiones carreteras que en todo el país no son rentables, en este caso por malos cálculos en los aforos.

Como publicó ayer Excélsior, Grupo Marhnos ha sido acusado de recibir el pago como constructor de algunas obras de infraestructura en diversos  estados del país, que no fueron terminadas ni entregadas en operación.

Marhnos, cerca de un rescate

Grupo Marhnos, empresa constructora de la familia Mariscal Servitje, busca el rescate del gobierno federal ante el grave descalabro financiero que le han provocado la operación que ya ha tenido por cinco años del Puente Internacional Reynosa–Anzalduas–Mission.

Fuentes de la industria aseguraron que ante los recortes presupuestarios anunciados por la Secretaría de Hacienda y Crédito, un rescate sería un sinsentido, sobre todo luego de que esa concesión, al igual que la construcción del Puente Pharr, cuya calidad dejó mal antecedente, no ha sido rentable debido a errores en los cálculos de los aforos.

En la actualidad, el Puente Internacional Reynosa–Anzaldúas–Mission, es una de las tres únicas concesiones carreteras que en todo el país no han resultado rentables.

Expertos del sector de la construcción comentaron que el rescate se podría anunciar por la vía de la rescisión de la concesión, 23 años antes de que venza el plazo de tal licencia.

El gobierno federal tendría que revocar la concesión, tomar en sus manos la operación del cruce internacional, sanearlo con inyección de recursos fiscales y, posteriormente relanzar la operación nuevamente al mercado, por la vía de la licitación.

Sin embargo, también se prevé una posible intervención del gobierno, en caso de no ser aprobada la rescisión, por la vía de la negociación con las autoridades de Estados Unidos en busca de que haya una autorización para el tránsito de unidades de carga, lo cual, de hecho estaba estimado de antemano para enero del 2015, lo cual no ha ocurrido.

Tanto la concesión de la construcción y operación de este cruce internacional como del Puente Pharr, según los informantes de la industria, fueron conseguidos mediante el uso del “influyentismo” de la familia Mariscal Servitje.

En forma especial este puente que se otorgó durante la administración pasada.

La concesión fue otorgada en julio de 2007, 2.5 años para su construcción y 28.5 años para ser operada y dar mantenimiento mediante Concesionaria Internacional Anzaldúas Sociedad Anónima, filial de Grupo Marhnos creada específicamente para todos los trabajos relacionados con el Puente Anzaldúas, misma que se otorgó pese a las inconformidades por ser la misma constructora que demostró la mala calidad de sus trabajos en la construcción del Puente Reynosa–Pharr.

En 2011, tan sólo un año después de su inauguración, el Puente Anzaldúas tuvo que ser sometido a un proceso de renovación y seis años después, en 2015, es una de las tres únicas concesiones carreteras que en todo el país no son rentables.

La inversión fue de 846 millones de pesos, de los que 388 millones de pesos fueron capital de la empresa Marhnos.

El puente, en la parte mexicana tiene poco más de 2.5 kilómetros. Desde su arranque este tramo fue de cuatro carriles con un peaje de 28 pesos y un aforo estimado de 7 mil vehículos ligeros por día.

Desde un principio se estableció que los camiones de carga no pasarían por ese puente sino hasta pasado 2012, fecha que se prolongó a enero del 2015; sin que hasta el momento haya pasado algo al respecto.

Junto con los problemas de aforo, entre la industria se reconoce la mala calidad de la obras, las mismos que en el Puente Pharr, pues se recuerda que tuvo que intervenir la constructora Priensa para reparar las grietas en el concreto hidráulico.

De esta forma, Grupo Marhnos se ha autocolocado en el “ojo del huracán”, tras echar mano de los tribunales y de inconformidades respecto de licitaciones que no ha ganado por la vía de las influencias y tras presentar propuestas que han sido rechazadas.

Historia de fracasos

Las acciones de Marhnos han sido más visibles en momentos en que constructoras de poderosos hombres de negocios han sido cuestionadas, como es el caso de Grupo Higa, mismos que de acuerdo con datos de la SCT hasta estos momentos no tiene contrato alguno otorgado por esta dependencia, de la misma forma que el empresario Ricardo San Román no ha ganado una sola licitación en 27 procesos en los que ha participado durante la presente administración.

Grupo Marhnos ha atraído la mirada de legisladores, expertos del sector y entre los propios constructores que piden la revisión de otras obras como el Hospital Regional de Alta Especialidad de Tamaulipas; sin olvidar lo que ocurre en el Hospital Regional Ticul de Yucatán, cuya concesión fue otorgada por Ivonne Aracelly Ortega Pacheco Dzemul a pocos días de dejar su cargo como gobernadora.

Como publicó ayer Excélsior, en el caso de Marhnos se observa que durante el sexenio pasado fue una de las más favorecidas.

Desde ese entonces, es público que personajes como Asa Cristina Laurel, ex secretaria de Salud del Gobierno del DF, habían denunciado los malos trabajos de Grupo Marhnos.

Expertos en materia de infraestructura recordaron que en mayo del año pasado Marhnos fue descalificada del proceso de licitación para el proyecto para la sustitución del Hospital General de Culiacán y el Hospital General de Mazatlán, los primeros en la entidad bajo el modelo de asociaciones público privadas.

La constructora presentó un recurso administrativo (906/2014) en el Tribunal de lo Contencioso Administrativo, solicitando que se invalide el procedimiento de licitación.

La historia de errores en construcciones de Marhnos data de muchos años atrás, como en el caso del puente internacional Reynosa-Pharr para edificar la parte mexicana de tres kilómetros y 17 metros de ancho. Fallas en la construcción provocaron que en 2005 el gobierno aplicara recursos fiscales para hacer las reparaciones.

Durante años estas fallas persistieron hasta que en diciembre de 2005 la Federación contrató a una empresa para que, con cargo al erario, reparara las deficiencias, algunos años después se le otorgó la construcción del  puente internacional Reynosa-Mission.

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