José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

20 Feb, 2015

Grupo Marhnos y PPS, mala combinación

Grupo Marhnos es una compañía constructora que iba creciendo, que salió al mercado buscando CKD para financiar distintas obras, que iba a aprovechar la figura de PPS para participar como empresa en proyectos estatales y que tiene más de 60 años.

Pero de repente se ha metido, por lo menos, en dos líos propios que, para colmo, los quieren hacer pasar como rescates públicos: el Puente Internacional Reynosa-Anzaldúas-Mission, en la frontera con Estados Unidos, y el hospital Regional de Ticul, en Yucatán.

En ambas obras la responsable del fracaso o poca construcción es la empresa, pero quiere que el gobierno federal o estatal corra con los gastos.

De emitir CKD a decir “lo siento”, quédense con la deuda

Grupo Marhnos, dirigida por Íñigo y Nicolás Mariscal, se había convertido en una empresa que iba por PPS, la nueva figura de Participación Público Privada, y así salieron al mercado para emitir sus CKD.

Sin embargo, en el Puente Internacional Reynosa-Anzaldúas-Mission hay un problema: quieren que sea rescatado por el gobierno bajo nuevas condiciones muy favorables para la empresa.

Resulta que dicho puente “sólo” tuvo que ser renovado a tres años de su construcción y, en los hechos, representa una de las contadas concesiones carreteras que no es rentable… por falta de aforo.

La empresa calculó mal el aforo, el tránsito en el puente y, por tanto, su rentabilidad. Ahora quiere deshacerse de él.

El proyecto tuvo fallas de diseño y construcción.

La concesión del Puente la tiene el Grupo Marhnos a 28 años. Pero hay versiones de que podrían pedir la rescisión del contrato, es decir, a tan sólo cinco años de haberla operado. ¿Entonces los otros 23 años los vamos a pagar los contribuyentes?

Cuidado con estos PPS

Aquí es donde debemos aprender de las APP o PPS, que son Asociaciones Público-Privadas, pero donde los privados tienen toda la responsabilidad del proyecto, tanto de sus ganancias como de sus pérdidas.

No se vale que, en caso de ganancias, sean privadas y, en caso de pérdidas, sean públicas.

Ni siquiera acaba el Hospital Regional Ticul

El otro caso de Grupo Marhnos también nos llama la atención. Y también se trata de una PPS. Es el Hospital Regional Ticul de Yucatán. Dicho hospital tendría que estar operando desde hace casi un año, desde marzo de 2014. Resulta que no tiene ni siquiera 50% de avance en su obra.

El hospital se ha convertido en un problema político para Ivonne Ortega Pacheco, exgobernadora de Yucatán, hoy secretaria general del PRI. A pesar de que el gobierno de Ivonne Ortega, a través de sus Servicios de Salud, firmó un contrato de PPS con Grupo Marhnos para pagarles cinco mil 571 millones de pesos a lo largo de 25 años.

Aquí se dejó endeudada a la población de Yucatán y el hospital ni siquiera está terminado. El gobierno yucateco estaría pagando, cada año, 185.5 millones de pesos a la empresa de Grupo Marhnos para el hospital… no terminado.

Al día de hoy el hospital no tiene fecha para ser concluido.

Problemas de proyección en puentes, hospitales y…

Grupo Marhnos nos hace reflexionar, uno, en el cuidado que debemos tener con los PPS, donde si bien se necesita la inversión privada, también la responsabilidad privada para hacer bien los proyectos y la construcción.

El grupo quiere ganancias privadas, pero pérdidas públicas en varios proyectos donde participa: El Puente Anzaldúas, el Hospital Regional Ticul. Pero también hubo problemas con el Puente Reynosa-Pharr y el Hospital Regional de Alta Especialidad en Ciudad Victoria.

Hay que tener cuidado en no equivocarse de grupos o que éstos se hagan responsables de sus pérdidas, no el contribuyente.

Peso sigue en montaña rusa

El peso mexicano sigue en la montaña rusa.

De haberse revalorado un poco, otra vez perdió terreno frente al dólar, saltando a una cotización de 15 pesos en su tipo de cambio interbancario, y a una de 15.30 pesos en ventanilla.

Las razones de la debilidad del peso son claras: incertidumbre por las tasas de interés en Estados Unidos, pero también por el bajo precio del petróleo, del cual México depende en tercera parte de sus finanzas públicas.

Sólo que tenga cuidado. Si cree que el dólar es buena inversión, no se la sugerimos. Hoy estaría comprando cara la divisa verde y, además, todo hace pensar que para fin de año el peso habrá regresado a cobrar fuerza. El problema es mientras tanto.

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