De chatarras y prioridades diferidas

Para que vea las prioridades en materia de política pública, tanto de movilidad urbana como de acción medioambiental. Hace dos años que la Cámara de Diputados aprobó una reforma a la Ley de Caminos, Puentes y Autotransporte Federal, que en gran medida formaba parte de los compromisos que la administración del presidente Enrique Peña, suscribió con el autotransporte de carga y pasajeros.

Entonces se habló de que se pondría en marcha un programa de chatarrización del autotransporte de carga federal , que las secretarías de Economía, de Ildefonso Guajardo; Semarnat, que encabeza Juan José Guerra Abud, y el titular de la SCT, Gerardo Ruiz Esparza, convencerían al secretario de Hacienda, Luis Videgaray, para que se iniciara en México un verdadero programa de chatarrización, que reduzca de 17 a diez años la edad del parque vehicular de carga y pasaje de “hombres-camión”, que se estima representa poco más de 50% de la oferta en México.

Bueno, tras dormir el sueño de los justos en el Senado de la República, la minuta comenzó a tomar una velocidad de aprobación similar a la de un fast track, pero los “hombres-camión” representados por Rafael Ortiz de la AMOTAC, el que sí pone los tractocamiones en el Zócalo o paraliza la México-Querétaro, no sólo paró la intentona sino que puso el dedo en la llaga que, tanto el PAN, encabezado ahí por el senador Javier Lozano, presidente de la Comisión de Comunicaciones y Transportes, y el PRD, no dudaron en parar y retomar.

La iniciativa ha sido muy bien recibida por la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), que preside Roberto Díaz Ruiz, y la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP), que preside Alex Theissen Long, o por Juan Jaime Delgado del Grupo Flecha Amarilla y representante de la Canapat.

Esto porque al modificarse los artículos 35, 39 y 50, se obligaría al autotransporte federal de carga y pasajeros a cumplir con normas de las condiciones físico mecánicas de sus camiones, y se prohibiría que circulen aquellos que tengan más de 20 años de antigüedad, y se le da carácter legal a la famosa NOM 012 de pesos y dimensiones.

Por eso se opusieron los hombre-camión (HC), que son microempresarios que casi siempre se mueven en el mercado informal y tienen de uno a cinco camiones, porque desde entonces a la fecha, la SE-SCT-SHCP-Semarnat (no pongo más porque ya no cabe), se comprometieron a tener listo el programa de chatarrización en ocho meses, lo que suponía tomar la unidad con un valor de 250 mil pesos (no 161 mil como originalmente se planteó), poner un subsidio de al menos el doble y, darle un crédito al autotransportista por el resto a tasa “muy blanda” y harto plazo.  Total, que Luis Videgaray, titular de Hacienda, dijo a finales del año pasado en la Concamin que lo darían a conocer en este enero, y pues no hay nada.

Para que tenga usted una idea, la estadística del autotransporte precisa no existe, pero se estima que se podrían renovar cuando menos 200 mil unidades de carga. Si se chatarrizara una tercera parte se podría alcanzar un parque vehicular de carga con antigüedad de diez años, lo que daría mayor competencia al sector frente a los seis años de antigüedad del mismo sector estadunidense. Lo peor es que la mayoría de esos camiones son de importación chatarrera bajo el mecanismo de “amparo ilegal” que sigue sin ser sancionado —pese a la línea de corrupción evidente— por el Consejo de la Judicatura, que preside el ministro Luis María Aguilar.

De las 140 mil empresas que existen de transporte de carga en México, 96% corresponde a HC; y apenas 700 empresas son las que tiene arriba de 100 unidades, con la chatarra a todo lo que da, en nuestro país no se ha desarrollado el mercado secundario de vehículos y, la Semarnat reconoce que ¡el transporte emite tanto CO2 como el sector energético!, además de que son los principales compradores de combustible robado. ¿Cuánto cuesta esta prioridad?, ¿usted cree que vale la pena?, o seguimos con más de lo mismo. ¡Sin carnada buena, ni el pez más pequeño pica!

De Fondos a Fondo

CIBanco, que preside Jorge Rangel de Alba, sigue marcando la pauta como empresa con filosofía verde, pues además los créditos con tasas preferentes para la compra de autos con bajas emisión de CO2, inició un programa para instalar paneles solares en sus oficinas y sucursales en todo el país.

La primera de ellas fue su Centro Regional Sureste Mayaland, en Cancún, y de ahí se seguirán a Puebla y Torreón.

En el Mayaland ya cubren con energía solar la totalidad de los requerimientos para su operación y funcionamiento diario, con una disminución anual de gases de efecto invernadero (GEI) no emitidos a la atmósfera por 68.5 toneladas de bióxido de carbono.

Será hoy que la firma Sociedad de Apoyo a la Educación (SAE), vía su fideicomiso Finae, que dirige Francisco Javier Vizcaya Ramos, lleve a cabo una emisión de certificados bursátiles en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) que dirige José Oriol Bosh, anote la clave de pizarra FINAECB15, y va por 200 millones de pesos (mdp), a cinco años en la que lleva como agente colocador a Scotia Inverlat Casa de Bolsa de Grupo Financiero Scotiabank Inverlat, que dirige Enrique Zorrila.

En esta emisión, como en la anterior va como garante de 10% el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que preside Luis Alberto Moreno.

El negocio de Finae es dar crédito a quienes desean cursar una licenciatura o bien un posgrado, y los recursos que obtenga serán para financiar una mayor cantidad de créditos.

El tamaño de este mercado es de verdad grande, Finae parte del cálculo de que en nuestro país existen 11 millones de jóvenes en edad de cursar estudios universitarios, y de éstos hay 2.4 millones inscritos; con lo que quedan 8.6 millones que no estudian, y de los que sí lo hacen 1.7 millones están inscritos en universidades públicas y los 700 mil restantes acuden a universidades privadas.

Finae tiene contrato con 13 universidades privadas, entre las que destacan la Universidad Latinoamericana, Universidad Panamericana, Universidad Intercontinental, el Tec de Monterrey y la Universidad Tecnológica de México, y ésta es su principal cliente ya que ha colocado 70% del total de sus créditos que ha otorgado.